Palabras del Dr. Martín Rebella, presidente del SMU en el 92º aniversario de la institución
Estimados colegas,
Hoy nos encontramos reunidos en el salón de actos de nuestro Sindicato Médico celebrando su nonagésimo segundo aniversario en un momento clave para nuestra profesión.
Este ha sido uno de los años más difíciles para los médicos uruguayos. Todavía hoy estamos trabajando para recuperarnos del efecto que tuvo el lamentable episodio de los asesinatos en serie cometidos en instituciones de asistencia médica.
El deterioro de la relación médico-paciente, centro de nuestro ejercicio profesional y determinante fundamental de la calidad asistencial, es una de las consecuencias más importantes de estos episodios.
Desde la conducción del SMU hemos centralizado nuestros esfuerzos en la reconstrucción de la confianza en el sistema de salud y en los médicos en particular.
Estamos convencidos que este proceso requiere profundizar los procesos de cambio que desde el SMU venimos trabajando y planteando en los últimos años: reestructura del mercado trabajo médico, laudo único médico nacional, reestructura de ASSE, reforma de la formación de recursos humanos.
Seguimos trabajando por la reforma del mercado de trabajo, entendiendo este proceso como una segunda etapa de la Rerforma y que tiene como objetivos centrales la mejora de la calidad asistencial y la mejora de la calidad de vida de los médicos.
El desarrollo de un nuevo laudo médico de carácter nacional, centrado en la alta dedicación horaria, en el desarrollo de actividades no asistenciales para la mejora de la calidad, modernizando nuestro ejericio profesional y combatiendo la medicina defensiva y la judicialización de la Salud.
Hemos propuesto al Poder Ejecutivo y a nivel parlamentario un proyecto de reforma de ASSE, modificando el gobierno y la gestión institucional, descentralizando en base a regiones, reformando el trabajo médico en base a las premisas planteadas anteriormente y teniendo como objetivo central la mejora de la asistencia de nuestros pacientes.
Por otro lado la asistencia de nuestros pacientes al final de la vida ha sido una de las áreas de nuestro ejercicio profesional más afectada por la discusión pública que el país procesó a partir del caso de los enfermeros asesinos.
Hemos contado con la colaboración de los doctores Marcos Gómez Sancho y Lisbeth Quesada en el proceso de construcción de un Programa Nacional de Cuidados Paliativos, y, en particular se ha logrado reposicionar el tema en la opinión pública.
Por último quiero reconocer el esfuerzo de muchos colegas que por años lucharon por la creación de nuestro Colegio Médico, y que por suerte está comenzando a dar sus primeros pasos, trabajando intensamente en la elaboración del código de ética y generando la estructura que le permita cumplir con sus objetivos.
Mientras tanto nosotros seguimos trabajando no solo en los temas gremiales sino también en consolidarnos como una institución que da respuestas a las necesidades de sus asociados.
Estamos trabajando en una reforma que permita la participación utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación, trabajando con las sociedades científicas avanzado en programas de cooperación internacional de desarrollo profesional, mejorando la estructura de nuestro SMU y profundizando convenios insitucionales para beneficios de nuestros asociados como el firmado recientemente con el BBVA.
Está claro que queda mucho por hacer, pero modernizando nuestro SMU contaremos con una herramienta más eficaz para defender nuestros derechos y contribuir a la construcción de una salud de excelencia para nuestra población.
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