UROGINECOLOGÍA y disfunciones del piso pélvico (1)
Un libro fundamental para comprender un problema muy frecuente
Hace dos meses se presentó en el Sindicato Médico del Uruguay el libro que
lleva este título, del que son autores principales los Dres. Edgardo A.
Castillo Pino (gineco-obstetra), Gustavo L. Malfatto (urólogo) y José Enrique
Pons (gineco-obstetra), con 24 prestigiosos colaboradores de Argentina, Brasil,
Chile, Estados Unidos, Francia, Italia, Panamá y Uruguay, desarrollado en 500 páginas,
de una edición de calidad poco frecuente en nuestro medio.
Recoge en 35 capítulos, desde la historia de la uroginecología, desde la antigüedad
a nuestros días, la embriología y desarrollo del aparato urogenital, la anatomía
funcional del piso pélvico, epidemiología de sus disfunciones, la evaluación
diagnóstica, que comprende la semiología de las disfunciones del piso pélvico,
las pruebas diagnósticas en la mujer incontinente, las técnicas diagnósticas
funcionales y endoscópicas, la imagenología; los trastornos del piso pélvico
con sus capítulos de neurofisiología, incontinencia de orina de esfuerzo,
vejiga hiperactiva, fístulas urogenitales, divertículo uretral femenino,
disfunciones del vaciado miccional, incontinencia urinaria recurrente, prolapso
de los órganos pélvicos, incontinencia fecal; el tratamiento de las
disfunciones: fisioterapia perineal, tratamiento estrogénico, electroterapia
perineal, cirugía suprapúbica, Técnica de Burch mediante laparoscopía,
cabestrillo (swing) pubovaginal, cabestrillo suburetral sin tensión;
cabestrillo (swing) transobturatriz y sus variaciones, inyecciones
periuretrales, tratamiento ortopédico del prolapso de los órganos pélvicos;
histerectomía vaginal, prolapso de la cúpula vaginal y enterocele; tratamiento
de la incontinencia fecal; una sección final de miscelánea, que reúne el rol
de la kinesiología para tratar la incontinencia urinaria, acupuntura y tracto
urinario bajo, y uno final sobre calidad de vida en la mujer con incontinencia
urinaria. En fin, una puesta a punto, en la mejor tradición de la escuela urológica
y ginecológica uruguaya, que supo tener nivel de excelencia mundial, en un tema
francamente ignorado por el médico general.
(1) UROGINECOLOGÍA Y DISFUNCIONES DEL PISO PÉLVICO. Universidad de la República,
Facultad de Medicina, Clínica Ginecotocológica "A" Prof. Dr. Enrique
Pons. Oficina del Libro FEFMUR (Fundación de Ediciones de la Facultad de
Medicina, Universidad de la República), Montevideo, marzo 2007. Autores Edgardo
A. Castillo Pino, Gustavo L. Malfatto y José Enrique Pons. 500 páginas.
(Precio de venta: $ 360).-
El capítulo de historia de la uroginecología, elaborado por el Prof. José
Enrique Pons, hace una exhaustiva recorrida por las diferentes épocas, desde
las demostraciones en la momia de la reina Hehemit, esposa del faraón
Mentuhotep de la XI dinastía egipcia (unos 3.579 años aC), pasando por los
diagnósticos y tratamientos de los médicos en tiempo de Hipócrates, hasta los
autores que luego de la Edad Media se atrevieron a encarar el tema, y más
modernamente a partir del siglo XVII cuando intentaron correcciones de algunas
de las principales etiologías, hasta llegar al siglo XX y XXI, donde en todo el
mundo, y también en nuestro país, distintas figuras realizaron aportes
fundamentales y las continúan presentando al mundo. Éste sólo podría ser leído
con aprovechamiento por todos los médicos, cualquiera fuera su área de trabajo
o especialidad, porque ilustra ampliamente sobre aspectos de esta patología a
lo largo de las centurias, y ofrece una visión erudita, como su autor nos tiene
acostumbrados, además de una completísima bibliografía, que incluye los
aportes vernáculos.
Los estudios urodinámicos, introducidos en nuestro país por el Dr. Gustavo
Malfatto, ocupan también un segmento importante de la publicación aportando la
experiencia de muchos años en el estudio de estos pacientes, buscando mejoras
en la metodología de estudio, particularmente a través de las técnicas diagnósticas
funcionales y endoscópicas, del estudio de la vejiga hiperactiva, y de diversas
técnicas quirúrgicas correctivas, de lo que se ocupa este autor.
Cuando considera la epidemiología de estas disfunciones, el Dr. Edgardo
Castillo Pino, establece que "entre las consecuencias de las disfunciones
del piso pélvico se destacan tres: incontinencia de orina, incontinencia fecal
y prolapso genital. La importancia de estas condiciones está sustentada por el
hecho de que al menos una de ellas se presenta, en mayor o menor grado, casi en
la mitad (46%) de las mujeres. La asociación de dos de ellas se ve en 1 cada 5
mujeres (22%) y casi una de cada 10 presenta asociadas las tres entidades
(8,7%). La mujer que presenta una disfunción del piso pélvico, sobre todo si
se asocia a incontinencia urinaria o fecal, no sólo tendrá las manifestaciones
físicas propias del trastorno, sino que también sufrirá repercusiones en su
vida social, emocional, laboral o profesional. Los primeros aspectos resultan fáciles
de comprender. Muchas veces pasa desapercibido el hecho de que también existen
repercusiones económicas, tanto para la mujer como para el sistema de salud, en
términos de estudios, tratamientos, etc. En la Conferencia de Consenso sobre la
Incontinencia Urinaria en los Adultos, realizada por los Institutos Nacionales
de Salud (National Institutes of Health) de los Estados Unidos de Norteamérica,
en octubre de 1988, se estimó que alrededor de 10 millones de adultos
estadounidenses, la gran mayoría mujeres, sufren incontinencia de orina con un
costo global anual de 10 mil millones de dólares."
Al definir, tomando los términos de la OMS, calidad de vida como "la
percepción del individuo sobre su posición en la vida en el contexto de la
cultura y sistema de valores en el cual vive, y en relación a sus objetivos,
expectativas, estándares e intereses", se analizan resultados de encuestas
realizadas en los Estados Unidos y en Europa. "Las encuestas realizadas por
los cuestionarios específicos por enfermedad coinciden en sus hallazgos acerca
de que las mujeres incontinentes poseen un menor grado de bienestar emocional en
comparación con las mujeres continentes y que existe un deterioro de la calidad
de vida mayor en las pacientes con incontinencia de esfuerzo. Las razones por
las que la vejiga hiperactiva parece provocar mayor angustia se vinculan con los
síntomas tales como urgencia, frecuencia y nicturia, la frecuente evacuación
total de la vejiga por contracción inestable del detrusor y la incapacidad para
predecir los episodios de incontinencia y evitar los factores desencadenantes.
Esto conduce a un estilo de vida particular que gira alrededor de conocer la
ubicación de los baños de los lugares públicos que la mujer frecuenta (cines,
teatro, centros comerciales, reuniones sociales, etc.), evitar los viajes
largos, evitar la recreación física y evitar situaciones que le lleven a pasar
vergüenza."
Resulta particularmente valiosa la comparación de los diversos tratamientos
intentados, algunos con logros muy efectivos, para atender esta situación tan
menospreciada por los ciudadanos, tal vez por una cultura predominantemente
fundada en patrones de género ya perimidos. "Ha sido habitual evaluar los
resultados de los diversos tratamientos de la incontinencia de orina en base a
mediciones pretendidamente objetivas, tales como curación a corto, mediano o
largo plazo, complicaciones, etc. Sin embargo, es un hecho ostensible que la
incontinencia, o el fracaso de tratamiento, constituyen una discapacidad. Uno de
los principales objetivos de la medicina actual es propender al logro de la
mejor calidad de vida posible. En la actualidad se reconoce que el ajuste
psicosocial de una persona a la enfermedad es tan importante como el estado de
la propia enfermedad. Resulta fundamental que las evaluaciones de asistencia
sanitaria se centren en esta preocupación por medio de la incorporación de
alguna forma de medición de esta particular dimensión. El concepto de
incontinencia de orina, (…), es más amplio que el mero problema de la pérdida
de orina. Se reconoce que a pesar de existir diferentes grados de escapes
involuntarios de orina existe un problema no únicamente social e higiénico,
sino también psicológico, doméstico, laboral, físico, sexual y económico.
La incontinencia de orina como síntoma es extremadamente incómodo para las
mujeres, determinando vergüenza, deterioro de la autoestima, limitación o
interrupción de las actividades físicas, aislamiento social y perturbación de
la actividad sexual. La incontinencia de orina constituye uno de los más típicos
problemas en los que la calidad de ida está seriamente alterada. Se estima que
aproximadamente una de cada 10 mujeres con pérdida de orina consultan al médico.
Las 9 restantes siguen siendo esclavas de un problema que tiene solución."
En la última década han hecho irrupción una multitud de estudios anatómicos,
quirúrgicos y anátomo-clínicos, de nuevas generaciones de ginecólogos y urólogos,
que fundados en las enseñanzas de sus Maestros, pudieron seguir avanzando en un
tema que es frecuente y difícil. En la persecución de los mejores resultados
hay éxitos y fracasos, a veces sufridos por la paciente y el médico, y a
veces, por ignorancia, ocultados, o llevados a los estrados judiciales, cuando
en algún intento no se alcanza la solución de un problema tan delicado como
trascendente.
Durante la presentación cada uno de los autores hizo su especial alocución y
referencia a aspectos concretos de la relevancia del tema, así como un homenaje
a sus respectivos maestros. El Dr. Malfatto subrayó que en el mundo se gastan
miles de millones de dólares por año en pañales para las pacientes que
padecen esta patología, con lo cual obtienen inmensas ganancias las
multinacionales fabricantes, en lugar de invertir cantidades infinitesimalmente
menores para buscar el diagnóstico y la solución de las causas etiológicas.
Lo cual no deja de ser un contrasentido y un fundamental desafío para la
profesión médica, sobre todo cuando procura afirmar su dignidad y
profesionalismo.
Por su parte, el Dr. Oscar Schiaffarino, uno de los últimos sobrevivientes de
la Clínica Urológica del Prof. Frank A. Hughes, que tuvo el mérito de
modernizar la especialidad, ampliar los vínculos internacionales y desarrollar
una rica Escuela uruguaya, realizó una evocación muy sentida de su larga
colaboración con el Dr. Rogelio Belloso, quien desde su práctica ginecológica,
introdujo la interdisciplinariedad, como ahora suele denominarse, a la
colaboración entre uno y otro especialista para abordar en el campo quirúrgico
la solución de estos problemas. De ellos, así como del Profesor Jaime Polto
(también presente y homenajeado por los autores) y muchas otras figuras,
recibieron su estímulo los autores principales de este libro, que debieran leer
tod@s nuestr@s colegas para poder orientar mejor a sus pacientes, a sus parejas
y a sus propias familias.
Dr. Antonio L. Turnes Ucha
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