"Historia, orígenes y principales figuras"

Relato Dr. Antonio L. TURNES

INTRODUCCIÓN

El Sindicato Médico del Uruguay reconoce su fundación en la Asamblea del 11 de agosto de 1920. Es una asociación civil de ingreso libre y voluntario, sin fines de lucro, cuyos propósitos son el amparo moral y material de sus integrantes y propender a la estima y consideración de la profesión médica como tal.

El origen de la palabra SINDICATO, deriva de la voz griega SYN significa CON y DIKÉ que significa JUSTICIA. CON JUSTICIA.

Revisando la prensa de la época, puede leerse en "El Día" del 13 de agosto de 1920, el siguiente comentario:

"SINDICATO MEDICO DEL URUGUAY
A invitación del Comité provisorio designado en una Asamblea anterior, reunióse antenoche en el local del Club Médico un numeroso grupo de facultativos con el objeto de discutir el proyecto de reglamento del Sindicato Médico del Uruguay. Esta feliz iniciativa que ha despertado gran interés entre los miembros de nuestro cuerpo médico, representa un vigoroso esfuerzo de solidaridad profesional destinado a robustecer su acción pública y privada frente a las condiciones que el momento actual ha creado al ejercicio profesional.

El reglamento sancionado encierra cláusulas sumamente interesantes que aseguran la vitalidad del nuevo organismo, y harán de él un elemento de mejoramiento, pues remontándose del interés profesional al bienestar de la colectividad, entiende asumir posiciones frente a todos los problemas de orden médico social que tanta importancia tienen en la actualidad. Un considerable número de adhesiones de la capital y de los departamentos, que alcanza a cerca de la mitad de los profesionales de la República -a pesar de no haberse llevado a cabo ninguna propaganda intensiva- deja la impresión de encontrarse frente a un movimiento muy moderno en su concepción y de una utilidad incontestable, ratificada por el éxito que en todos los países en que se han establecido Sindicatos médicos ha tenido la organización gremial que nos ocupa.

En la entrante semana se procederá a la distribución del Reglamento aprobado en la Asamblea de que hacemos mención, a la centralización de las adhesiones definitivas y a la elección de las autoridades del Sindicato."

ORÍGENES Y CREACIÓN

En 1920 existía el Club Médico del Uruguay, asociación civil de finalidades culturales y sociales, que por Estatuto prohibía actuar en problemas gremiales.

Pese a la restricción, en corrillos se hablaba de problemas profesionales y de actividad médica en sus aspectos económico-sociales. Inquietud en la época, no documentada, motivada por diversos aspectos de la práctica profesional.

A propuesta del Dr. Augusto Turenne, Presidente de la Comisión Directiva del Club Médico, apoyado por el Dr. Mario Simeto y la Comisión Directiva se aprueba convocar una Asamblea General de Médicos "a fin de estudiar diversos aspectos de orden profesional", que tuvo lugar el 8 de mayo de 1920 con 25 asistentes.

Se planteó la preocupación de los convocantes "de estudiar y cambiar ideas con los colegas sobre la necesidad de mejorar las condiciones económicas de la clase médica. Se registran diversas intervenciones apoyando el planteo. Se integra una Comisión Delegada: con 3 representantes de la Comisión Directiva y 4 por la Asamblea para estudiar los problemas planteados y sugerir medidas convenientes para obtener las finalidades que surgieron de los debates."

"En 18 de Julio, a la altura de Julio Herrera y Obes funcionaba el Club Médico. Era ésta una institución que agrupaba a los médicos en el aspecto social. En su reglamento estaba prohibido realizar reuniones sobre temas de tipo gremial.

"El Dr. Augusto Turenne, -al cual debemos considerar como la enzima desencadenante de la reacción que culmina en el nacimiento de la agrupación de médicos denominada Sindicato- es quien, como Presidente del Club Médico y de la Junta Directiva de aquél, cita el 8 de mayo de 1920 a una Asamblea General de Médicos con el fin de estudiar diversos problemas de orden profesional.

"El Dr. Turenne no solamente es enzima sino un elemento energético vital en el desarrollo gremial. Según recuerda el Dr. Jorge Calvetti, los comienzos del Sindicato "...fueron muy fríos allá en el local de 18 de Julio; lo único encendido, eran las charlas del Dr. Turenne, que era el propagandista número uno de la agremiación de los médicos lo que fundamentaba en expresiones alegóricas como ésta: "...un haz de varillas resiste y no sse rompe, una a una se rompen al menor esfuerzo". Un juicio similar expresa el (Dr. José A.) Praderi: "...ése primer período no fue tan atractivo porque había cierta frialdad que alguien señaló como despreocupación por los intereses comunes."(1)

La Comisión se reunió en dos ocasiones: el 15 y 27 de mayo, tomando en consideración los asuntos más destacados de los debatidos. Se entendió conveniente pasar un cuestionario (en realidad la primera encuesta médica realizada en el país) a todos los médicos de la República, solicitándoles opinión sobre esos asuntos y sus pareceres.

Por iniciativa del Dr. Turenne se agregó al cuestionario, la siguiente pregunta:

"¿Cree Usted necesaria la organización del Sindicato Médico como un medio eficaz para realizar las reivindicaciones del Cuerpo Médico?"

El Dr. Turenne que era Profesor de Ginecotocología, y Decano de la Facultad de Medicina por dos períodos, se había especializado en Francia, y propuso que se utilizara una organización permanente al estilo del cuerpo médico francés, allá denominados "los Sindicatos Médicos Franceses", para dar curso a todas las inquietudes de la profesión.

¿CUÁLES ERAN LOS MOTIVOS DE PREOCUPACIÓN DE LOS MÉDICOS EN 1920?

Entre los manifestados por los que respondieron la primera encuesta médica nacional, se destacan:

  • Aumento de los honorarios profesionales y su ajuste al costo de vida. (Hacía 30 años que no se modificaban los honorarios de esta profesión, no obstante el incremento del coste de vida, aún a tasas muy moderadas; la inflación aún no se conocía).
  • Aumento de los sueldos de los médicos de las Sociedades de Socorros Mutuos.
  • Aumento de los sueldos en los distintos servicios públicos que ocupan médicos.
  • Relaciones entre las Comisiones Directivas de las Sociedades de Socorros Mutuos y los médicos que de ellas dependen.
  • Aumento de los servicios hospitalarios (y hubo una iniciativa de crear un gran "hospital de clínicas que el país precisa").
  • Defensa contra el ejercicio ilegal de la medicina (una materia principal, si se considera que la profesión médica estaba irrumpiendo en la cultura de la sociedad, y en ella tenían antiguos arraigos los curanderos, boticarios, flebótomos, "manosantas" y toda una constelación de intrusos de la Medicina).
  • Relaciones del cuerpo médico nacional y el Consejo Nacional de Higiene.
  • Defensa contra los clientes indeseables.
  • Defensa contra los enfermos pudientes que aprovechan del trabajo médico en las mutualidades.

Para estudiar los asuntos que motivaban la preocupación profesional fueron integradas 4 subcomisiones y una Mesa provisoria con el Dr. Augusto Turenne y Eduardo Bastos como Presidente y Secretario respectivamente. Ambos a la vez integraron la encargada del asunto "Sindicato Médico".

Las Comisiones trabajaron hasta el 11 de agosto de 1920, cuando se realiza la Asamblea fundadora del Sindicato Médico del Uruguay, dándose sanción definitiva a su Estatuto.

¿CUÁLES FUERON LAS CONDICIONANTES SOCIO-ECONÓMICAS DE LA APARICIÓN DEL SINDICATO MÉDICO (1920)?

Por entonces había 750 médicos en el país; 580 en Montevideo y el resto en el interior.

La medicina era ejercida en la modalidad liberal, de donde se obtenían la mayor parte de los ingresos. Había también una forma de medicina estatal, "la asistencia pública" que se prestaba en los hospitales. La medicina colectivizada existía ya en nuestro país bajo forma de mutualistas. La primera, la Asociación Española 1ra. de Socorros Mutuos, se fundó en setiembre de 1853 y surgieron en los años siguientes varias de relativa importancia.
Se inspiraron las primeras en los modelos europeos, dirigiendo sus acciones de protección o "apoyo mutuo" a los problemas de salud, dejando de lado aspectos de apoyo económico que en otras partes se prestaba por esta forma de organización.

Uruguay fundó su Facultad de Medicina en 1875 y ésta comenzó a funcionar en sus primeras Cátedras en 1876. La primera generación de profesionales egresó en 1882, seis años más tarde y fue su primer egresado el Dr. José María Muñoz Romarate. Antes de esa fecha los médicos eran formados en Europa, en Río de Janeiro o en Buenos Aires, donde fueron incluso los primeros uruguayos a cursar estudios académicos. Los primeros contingentes de médicos con que contó nuestro País fueron emigrantes de aquellos países, fundamentalmente alemanes, como el Dr. Carl Brendel, españoles como Antonio Serratosa, franceses como Adolphe Brunel e italianos como Eugenio S. Cassanello.

También lo fueron, desde luego, los primeros profesores de la Facultad. Por esa razón tenían un compromiso étnico o familiar con las colectividades europeas que fundaban sus Mutualistas, y trabajaban casi en forma filantrópica, como una forma de ayuda a sus compatriotas de menores recursos, puesto que los que los tenían formaban parte de la mutualista, a título de "benefactores" pero no hacían uso de sus servicios. Por mucho tiempo esto hizo que los médicos trabajaran casi gratuitamente.

Pero las mutualistas fueron creciendo y algunas tuvieron subido número de afiliados. Los viejos médicos, vinculados por aquellos lazos a la colectividad, entran a limitar su trabajo, por razones de edad, de prestigio profesional. Pasan a ser "consultantes" y las MUTUALISTAS tienen necesidad de contratar trabajo médico bajo ciertas condiciones.

Los primeros médicos ingresan por recomendación de los "filántropos" o son sus discípulos, o sus ayudantes en la Facultad o el Hospital de Caridad (el primero que existió desde 1788, (5) donde adquirían su experiencia.) Generalmente son ellos mismos hijos de inmigrantes y continúan con el lazo de origen, trabajan en una "semi-filantropía", con sueldos bajos, porque ese trabajo es un medio para hacerse conocer entre su colectividad y alcanzar así el éxito en la práctica privada. .

Pero el tiempo pasa y la cantidad de médicos requeridos para atender la demanda es mayor. Se va transformando el lugar de trabajo mutual en una fuente de ingreso importante para muchos profesionales. En la medida que la situación económica general se deteriora se nota un malestar entre los médicos mutualizados. De ahí los puntos que señaló la Asamblea preparatoria de la fundación del S.M.U. Esto motiva la primera plataforma para crear UN SINDICATO MÉDICO QUE DEFENDIERA LA CLASE MÉDICA EN SU ACTUAL SITUACIÓN.

Se reconocen dos épocas en la historia del S.M.U.: De 1920 a 1930, la primera, y a la partir de 1930 la segunda, que va hasta nuestros días, luego de una importante reforma estatutaria que modificó sustancialmente la forma de funcionamiento de los órganos de gobierno del Sindicato.

LOS FINES INSTITUCIONALES

Son los objetivos, la razón de ser de la Institución. Ya quedaron claramente definidos en el Estatuto de 1920, y salvo pequeños ajustes introducidos en 1930 y en 1942, y en otros más importantes introducidos en 1987, permanecen prácticamente inalterados, en lo fundamental.
Son plenamente vigentes. Esto no es porque la situación no haya cambiado, que sí cambió y mucho en tantos años, sino que su elección y formulación fue de tal acierto que ha permitido pese al tiempo que se mantengan con la misma fuerza de los primeros años. (Estatutos)

En aquella época, 1920, los fundadores del Sindicato Médico no definieron un objetivo político-social concreto, que con el correr de los años y la fuerza de los acontecimientos que habrían de vivirse, sería imperativo incluír entre los objetivos del SMU.

Recién en 1933, y más concretamente en la década del 40, en ocasión de la Segunda Guerra Mundial y la formación del bloque "aliado", una encendida discusión en el seno del Sindicato Médico determina la adopción de una definición en el terreno político-social. Así una Asamblea del año 1942 incorpora el siguiente objetivo, que si bien no ha sido integrado al texto legal del Estatuto, alienta el espíritu que en lo sucesivo el SMU ha manifestado: UTILIZAR SU INFLUENCIA MORAL Y SU PODER MATERIAL PARA DEFENDER TODOS AQUELLOS PRINCIPIOS ECONÓMICOS, JURÍDICOS, SOCIALES Y ÉTICOS, CONSISDERADOS, POR EXPRESIÓN LIBRE Y MAYORITARIA DE SU ASAMBLEA, COMO JUSTOS Y DIGNOS DE SER DEFENDIDOS, TENIENDO COMO NORTE EL BIEN DE LA HUMANIDAD, LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA, EL PROGRESO DEL PAÍS Y LA FELICIDAD DE LOS INDIVIDUOS.

ORGANIZACIÓN DEL SINDICATO MÉDICO EN LOS AÑOS 1920-1930

Según los Estatutos de esta primera época, el esquema de organización estaba dado por los siguientes niveles:

  1.  ASAMBLEA
  2.  COMISIÓN DIRECTIVA
  3.  COMITÉ EJECUTIVO
    1.  Presidencia
    2.  Secretarios (2 CARGOS)
    3.  Tesorero
    4.  Asesor Letrado y Consejo Jurídico
  4.  CONSEJO ARBITRAL

ASAMBLEAS: eran integradas por todos los socios en condiciones de derecho; las había Ordinarias para considerar Memoria, Balance y elegir autoridades, y Extraordinarias.

Las Ordinarias se efectuaban en el mes de mayo y en ella se daba cuenta de la gestión realizada por la Comisión Directiva. Las Extraordinarias eran convocadas para el motivo que indicara el orden del día.

Existían ciertos aspectos de diferencia formal con la forma de convocatoria, y los plazos que rigen actualmente en especial para la fecha de la primera, segunda y tercera convocatoria, y el quórum.

LA COMISIÓN DIRECTIVA Y EL COMITÉ EJECUTIVO: La Comisión Directiva integrada por 24 miembros, de los cuales 5 integraban el Comité Ejecutivo, que era un organismo menor, delegado de aquella y encargado (a modo de Secretariado) de dar curso a las decisiones de la Comisión Directiva, preparar las sesiones, etc.

La Comisión Directiva se renovaba por mitades cada 2 años, durando en total 4 años sus miembros. El Comité Ejecutivo lo integraban el Presidente, el Vicepresidente, los dos Secretarios y el Tesorero.

El sistema de elección de miembros también era diferente al que se emplea al presente.

DEL PROCEDIMIENTO ELECTORAL sólo mencionaremos que la Asamblea anual era la que registraba el acto electoral que se efectuaba en tal ocasión. Aún cuando el Estatuto preveía el voto firmado y la formación de Lemas y listas por lemas, las primeras elecciones fueron realizadas en plena Asamblea, por votación a mano alzada. La distribución de cargos se hacía por número decreciente de votos. No se votaban suplentes para el Comité Ejecutivo, aunque sí para la Comisión Directiva.

En 1924 se modifica este procedimiento y se inicia la colocación de listas por lemas, para que los socios suscriban las de su preferencia, en la puerta de acceso al local donde se celebra la Asamblea. Al finalizar ésta se proclaman los resultados y los candidatos electos. Posteriormente, y por pedido de los socios, se dispone que las listas de los Lemas fueran expuestas en el Local Social a lo largo del día de la Asamblea, pudiendo ser firmadas aún cuando los socios no vayan a permanecer, no puedan hacerlo, a la Asamblea de proclamación que se efectúe acto seguido.

El concepto del voto firmado es algo que fue recogido con total fidelidad en el Estatuto que sufrió la gran modificación de 1930, y es una práctica que se mantuvo hasta la reforma de 1987, que introdujo EL VOTO SECRETO y la RENOVACIÓN TOTAL DE LAS AUTORIDADES del S.M.U. y de todos los organismos adscriptos.

CARACTERES DE LA COMISIÓN DIRECTIVA Y DEL COMITÉ EJECUTIVO. Debe destacarse en primer término que por Estatuto, y curiosamente, la Comisión Directiva no tiene quórum fijado ni para sesionar ni a efectos de adoptar decisiones. Era el órgano que aceptaba los nuevos afiliados, preparaba la Memoria anual, se enteraba de los asuntos tramitados y entrados en el Comité Ejecutivo, y era la autoridad encargada de aplicar el Estatuto, pudiendo declarar la separación de un socio por incumplimiento al Estatuto o reglamentos vigentes. Elevaba los asuntos al Consejo Arbitral, siendo el órgano llamado a fallar cuando un socio sometía un asunto para ser considerado por el Consejo Arbitral y el Comité Ejecutivo entendía que no correspondía.

Seguramente el órgano dinámico resultó ser el Comité Ejecutivo, porque podía sesionar con la presencia de 3 miembros. Tenía por misión ejecutar los mandatos de la Comisión Directiva, recibir y dar trámite a los asuntos de los socios, designar funcionarios o destituirlos, preparar el presupuesto, convocar a la Comisión Directiva, representar a la institución en todas las gestiones.

La Comisión Directiva no funcionó en la práctica; mecanismo lento, difícil de reunir, que llegó a estar sin actuar ejercicios enteros.

EL PRESIDENTE era quien representaba a la institución, pudiendo adoptar resoluciones inmediatas y dar cuenta al Comité Ejecutivo; firmaba la correspondencia con uno de los Secretarios y con el Tesorero los documentos de valores.

EL ASESOR LETRADO era designado por la Comisión Directiva a propuesta del Comité Ejecutivo. Daba asesoría a los socios cuando el Comité Ejecutivo lo autorizaba, siendo el defensor jurídico de la Institución. Para casos graves se previó un Consejo Jurídico integrado por jurisconsultos destacados y de honorabilidad reconocida - tal rezaba el Estatuto de la primera época - pero sin mayores precisiones. También aseguraba el Estatuto que así las finanzas lo permitieran, el Asesor Letrado sería rentado. El primer Asesor Letrado que tuvo el SMU fue el Dr. Juan José de Amézaga, quien siendo amigo de los fundadores, los auxilió durante muchos años en el quehacer sindical y en la organización de los primeros tiempos. A él le sucedió el Dr. Raúl E. Baethgen, que contribuyó durante tres décadas a llevar adelante los temas jurídicos institucionales, fundamentalmente interviniendo en la creación del Centro de Asistencia, del Fondo de Solidaridad Social y otros organismos adscriptos de esa época.

PERSONALIDADES QUE OCUPARON LUGAR DESTACADO EN EL SINDICATO MÉDICO
En la primera época pueden mencionarse la de los Doctores Augusto Turenne, el primer Presidente, el Dr. Luis Morquio, Maestro de la Pediatría nacional, y el Dr. Mario Simeto, que sin ser Presidente como los anteriores, fue el dinamizador constante del Sindicato en sus primeros años, y a quien debemos gran parte de la organización que tuvo entonces.

El prestigio personal y profesional, aparte la autoridad moral y científica de las personalidades que ocuparon las primeras presidencias, hizo que rápidamente decenas de médicos se incorporaran a esta nueva institución, a punto de partida de sus discípulos.

La primera Agrupación que existió en el Sindicato Médico, como lema electoral, tomó el nombre del Primer Maestro de la Clínica Médica que tuvo Uruguay, el Dr. Pedro Visca, de quien Turenne, (7) Morquio (8) y otros fueron sus discípulos. Al respecto, informa Mañé Garzón, que "Luis Morquio, discípulo de Visca, pasó a ser su jefe de clínica, pero por poco tiempo, pues ambos caracteres chocaron violentamente provocando la renuncia de Morquio. Lo que vino a quedar establecido por la ausencia de Morquio entre los firmantes del Pergamino dedicado a Pedro Visca en el homenaje que se le tributara el 23 de diciembre de 1908, donde figuran todos sus discípulos y amigos menos él.

Simeto fue un trabajador incansable. De especialidad radiólogo, tenía suficiente tiempo libre como para dedicarlo diariamente a las tareas sindicales. Fue Secretario, y en él pudiera decirse que se reconoce al primer "Secretario Permanente" aunque desde luego no recibiera ninguna recompensa pecuniaria a cambio.

Su entusiasmo no tenía límites. Cuentan quienes fueron sus compañeros, que por las mañanas les daba aviso de las tareas gremiales del día, les recordaba las reuniones, les programaba actividades. Fue Director del primer Boletín, que así se llamó la primera publicación del Sindicato en la Primera Época, y hacía cualquier tarea que fuera preciso. Desde redactar los artículos, corregir pruebas en la imprenta, pegar las fajas para envío por correo, despacharlo, etc. Pero junto a este grupo de tareas realizó otra fundamental y destacada: visitó personalmente a todos los médicos que residían en Montevideo, en el curso de año y medio, obteniendo más de 450 adhesiones de los casi 600 que vivían en la capital. (9) Esta labor pudo cumplirla, además de su tenacidad, por el respaldo de las figuras de relevancia nacional que ocuparon la Presidencia.

Simeto falleció en un accidente de carretera, cerca del Balneario Solís, en diciembre de 1928. El Sindicato Médico honró su memoria designado a la Colonia de Vacaciones con su nombre, al cumplirse el Cincuentenario de la Institución, en agosto de 1970.

LOS ESTUDIANTES EN EL SINDICATO MÉDICO
El Dr. Atilio Narancio, quien tiene larga vinculación con el Sindicato Médico y el Deporte Uruguayo, hizo saber en la Comisión Directiva de la que era miembro, de cierto comentario que recibiera de su Practicante en el Hospital Maciel, en el sentido de que sería interesante para los estudiantes próximos a graduarse, integrarse de alguna manera al Sindicato Médico, para ir conociendo y viviendo la práctica de la conducta profesional, los problemas del ejercicio, en fin, ir formando su personalidad médica.
El problema fue considerado por la Asamblea, que instruyó a la Comisión Directiva preparar un proyecto de vincular a los Estudiantes. Así la Asamblea del 17 de julio de 1922 aprobó un reglamento que incorporaba a los Estudiantes de Medicina como "Socios Adscriptos".

Esta condición regía para los estudiantes inscriptos en 6to. Año de la carrera médica, siendo la afiliación gratuita hasta culminar la carrera. Sus derechos eran poder concurrir a las Asambleas sin voz ni voto; realizar anualmente una reunión de Practicantes socios, designando según su número representantes a las Asambleas, los que podían intervenir entonces con pleno derecho. Recibían la protección del Sindicato Médico, podían hacerse oír por las autoridades a través de sus delegados en toda cuestión derivada de su actividad como Practicantes en servicios públicos y privados.

Esta condición se mantuvo hasta 1930, en la que se permitió su ingreso a los cuerpos de Dirección y a participar como hasta el presente se conoce. Hasta la reforma de Estatutos efectuada en 1998, los estudiantes podían ingresar al iniciar el ciclo clínico de la carrera, abonando una cuota mensual mínima. Desde esa reforma, se estipuló una nueva categoría de socio "Cooperador", que en lo referente a los estudiantes de medicina, les permite incorporarse al SMU desde que ingresan a la Facultad de Medicina, no siendo electores ni elegibles hasta alcanzar el ciclo clínico, pero accediendo a los servicios y al conocimiento institucional.

IMPULSO AL PERFECCIONAMIENTO CIENTÍFICO
Ya en 1926 se registra por primera vez en el país, un Curso de Verano, organizado por el Sindicato y las Cátedras de la Facultad de Medicina, para perfeccionamiento de los profesionales. Una suerte de cursos y conferencias de "repaso". Esta actividad sería, con modificaciones, perdurable.

Por los años 20, se estimuló la creación de algunas sociedades científicas, y el nucleamiento en la Casa de los Médicos, donde funcionaban en un mismo local, compartiendo los gastos el Club Médico, el Sindicato Médico, las Sociedades de Cirugía, Oftalmología, Pediatría, etc. Dificultades derivadas de los locales que ocupó luego el SMU hicieron que esta práctica se perdiera por años, dándole por iniciativa del Dr. Carlos María Fosalba, nuevo impulso desde 1934. (10).

Desde 1985, cuando la Agrupación Universitaria cesó su actividad en el antiguo local de la Avda. Agraciada y Mercedes, el SMU volvió a ofrecer sus instalaciones a las Sociedades, y esa fue una de las razones que impulsaron a buscar una nueva Sede, más amplia, para darles cabida y servicios, en el lugar que hoy ocupa el Sindicato Médico en Bulevar Artigas 1515-21.

LAS REUNIONES SINDICALES fueron una modalidad de trabajo a través de conferencias, para divulgar o poner en discusión temas diversos, que luego se publicaban y difundían. Duraron 10 años. Entre los temas se contaron los que dieron origen al propio Sindicato:

  • Deontología profesional.
  • Organización del Consejo Nacional de Higiene.
  • Creación del Ministerio de Salud Pública, una conferencia dictada en 1921 por el Dr. Joaquín de Salterain, como organización que requiere el País.
  • Honorarios Profesionales.
  • Mortalidad Infantil.
  • Prevención de la Ceguera y asistencia de ciegos en el Uruguay, etc.

Los temas eran confiados a colegas con versación en cada asunto.

Entre los asuntos debatidos, no sólo en estas reuniones sindicales, sino en las discusiones de la primera época, figura la situación del mutualismo, y las salidas legislativas hacia una mejoría.

Entre las conferencias, figura una del Dr. Alberto Brignole sobre "Las Sociedades de Socorros Mutuos y el Cuerpo Médico". Como consecuencia de la exposición de sus ideas se produjo una solicitud de información sobre las mutualidades en varios países europeos, y una petición a los médicos de las mutualidades para designar un delegado por cada institución con el fin de intercambiar ideas sobre las relaciones entre los médicos y las sociedades. Esta conferencia y las acciones posteriores serían los pilares de la Ley del Mutualismo, los primeros esbozos. Sobre este plan el Sindicato Médico elevó la iniciativa al Parlamento, y en 1926 el primer proyecto de Ley sobre el Mutualismo hace su aparición en ese Poder. Esto que originó profundas discusiones sindicales y parlamentarias, no fue sancionado, desde luego que sobre otras bases, y en dictadura, hasta 1943 (Decreto-Ley No. 10.384 del 13 de febrero de 1943, denominada "Ley del Mutualismo").

Dicho sea de paso, cuando el Dr. Alberto Brignole dictó su conferencia sobre Mutualismo, el Dr. Santín Carlos Rossi le hizo un comentario en "El Día" de fecha 17 de diciembre de 1922, donde dice: "Tal vez la mejor solución para el mutualismo en nuestro país, y a la que creo que el Sindicato Médico se habrá de plegar, es la del Seguro de Enfermedad."

ACTIVIDADES EN EL INTERIOR
Desde sus inicios, y por iniciativa del Dr. Augusto Turenne, que dictó una conferencia sobre los Sindicatos Médicos Locales, en aquellos años, se fomentó desde el Sindicato Médico la creación a nivel de los Departamentos, de gremiales médicas que pudieran constituír, junto con el de Montevideo, un verdadero Sindicato Médico del Uruguay, de carácter general. A su influjo nacieron diversas agrupaciones médicas que funcionaron en muchos aspectos, y con las diferencias de magnitud por el reducido número de colegas de cada lugar, con los mismos lineamientos de orientación y conducta que el Sindicato Médico nuestro.

Los principales problemas que ocuparon la atención de los médicos en el interior fueron los derivados de la práctica privada, los problemas de la asistencia pública local, y los que planteaba la instalación de sucursales de mutualistas de Montevideo en algunos departamentos.

En varios lugares se levantó una plataforma que entre otros puntos reivindicó para el trabajo en mutualistas:

a) Supresión de los pudientes;

b) Libre elección por parte de cualquier enfermo del médico de su confianza (en otros términos, todos los médicos sindicalizados podían prestar sus servicios a todas las instituciones);

c) Mejor remuneración por honorario profesional, aceptándose un arancel que contemplara la posición económica del afiliado, que obtendría de su Mutualista el reintegro de las sumas abonadas al médico.

El Sindicato Médico apoyó estas demandas, recibiendo a cambio una campaña de críticas de las mutuales y de la prensa que mereció largas aclaraciones. Estas acciones fueron dando vigor y fuerza a las gremiales del interior. (12).

Diversos intentos se han realizado a lo largo de los años por integrar una institución que agrupe en lo nacional a todos los médicos del país, pero hasta el presente y por diversas razones que no es del caso analizar aquí, ese objetivo no ha sido alcanzado todavía. En la década del 50 aparece F.A.M.I. (la Federación de Asociaciones Médicas del Interior) que tiene centro en Las Piedras, orientada principalmente por el Dr. Mario C.Pareja Piñeyro. En 1966, luego de varios años de aparecidos los Seguros parciales de Enfermedad, que movilizaron al gremio médico en todo el país, obligándole a tomar nuevas formas organizativas, surge la FE.M.I., Federación Médica del Interior, que desarrolla su actividad cada vez con mayor pujanza, reuniendo en la actualidad a 23 entidades asistenciales de todo el País.

LA LUCHA CONTRA EL INTRUSISMO, EL CHARLATANISMO Y EL EJERCICIO ILEGAL DE LA MEDICINA
Desde el principio de su historia hasta nuestros días el SMU estuvo empeñado en luchar contra los diversos tipos de intrusismo en el ejercicio de la profesión, especialmente contra el ejercicio ilegal, en todo el país.

Esto hizo fortalecer, desde el comienzo, el papel del médico como agente de salud, en detrimento de otras prácticas llevadas a cabo por curanderos, boticarios, sanadores, hidroterapeutas, y toda clase de impostores.

PERIODO DE DECAIMIENTO DE LA ACTIVIDAD SINDICAL
En los años 1928-30 se produce un período de merma en la actividad sindical, que tiene ocasión de evidenciarse ante el conflicto que planteó el Dr. Pablo F. Carlevaro con la Asociación Fraternidad, en abril de 1930. Una disposición del Consejo Directivo de la Asociación Fraternidad, que Carlevaro consideró lesiva para la dignidad del médico, consistente en hacer vigilar al médico y el cumplimiento de su trabajo por los choferes acompañantes, desencadena el conflicto. El Dr. Carlevaro se niega a trabajar en tales condiciones, pide suplente y derogación de la medida. La Comisión Directiva de la Asociacióin Fraternidad pretende sancionarlo. Se hace pública la situacióin por cartas del Dr. Carlevaro defendiéndose de insidiosas y malevolentes acusaciones del presidente de la entidad.

EL SINDICATO MEDICO ESTUVO AUSENTE DE UNA CORRECTA DEFENSA DE CARLEVARO. El Comité Ejecutivo, que como vimos era en esa época un órgano delegado de la Comisión Directiva adujo no poder tomar posición, y la Directiva no logró reunirse. Se produce entonces una asamblea espontánea de médicos y estudiantes, que da su pleno apoyo a Carlevaro y programa un homenaje público de desagravio.

Diversas figuras que han desfilado luego por la vida sindical, profesoral y nacional, defendieron desde la Asociación de los Estudiantes de Medicina a Carlevaro y promovieron la agitación del problema. Actuaban en ella los entonces Bres. Alfredo Valdés Olascoaga, Ricardo B. Yannicelli, Silio Yannicelli, Rogelio Belloso, Hermógenes Álvarez, José A. Piquinela, Carlos M. Barberouse, Euclides Peluffo, Juan Llopart, Carlos Lago, Julio R. Marcos, Julio César Estrella, Oscar Víctor Raggio, Carlos María Fosalba, Fernando Herrera Ramos, José Pedro Cardoso, Roberto Irigoyen, Virgilio Bottero, Jorge B. Lorenzotti, Oscar Bermúdez, Pablo Purriel, Carlos Borthagaray, Carlos Díaz Romero, Héctor Rebagliatti.

Surge como consecuencia un movimiento de socios y una iniciativa estudiantil para modificar los Estatutos del Sindicato, lo que se procesa a partir de 1930, entrando así en LA SEGUNDA ÉPOCA.

Con el destaque que había adquirido la participación estudiantil en el caso del Dr. Carlevaro y la dinamización que impuso a la movilización en su defensa, la modificación del Estatuto incorpora los estudiantes a la Institución, convirtiéndose así de una entidad de tipo médico exclusivo, en una entidad médico-estudiantil.

Esta situación fue por muchas décadas exclusiva del Uruguay en el concierto de las Asociaciones Médicas en el mundo. Tardaría muchos años en incorporarse, de diversas formas, en algunas de las Asociaciones Médicas más importantes del mundo, a los Estudiantes de Medicina, como una categoría social. Ninguna como el SMU, que sienta en los cargos de dirección de la mayoría de sus organismos de gobierno, a los Estudiantes de Medicina, con la excepción del Consejo Arbitral (Tribunal de Ética) y la Comisión Fiscal.

Organización y estructura actual del Sindicato Médico  (desde 1930 al presente)

  1.  Asamblea
  2.  Comité Ejecutivo
  3.  Mesa del Comité Ejecutivo
    1.  Presidencia
    2.  Vicepresidencia
    3.  Secretarios (Médico y Estudiante)
    4.  Tesorero
  4.  Consejo Arbitral
  5.  Organismos Adscritos

OBJETIVOS
Los objetivos son los que definimos anteriormente, donde transcribimos literalmente los que fueron adoptados, con un lenguaje moderno y actualizado, desde 1987. Nos remitimos al texto de los Estatutos, para dar una rápida visión de sus diferentes capítulos. 

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