Ensayo sobre el pensamiento del Dr. Carlos María Fosalba en las postrimerías del siglo XX

Su visión del mutualismo

Informe a la primera convención medica nacional

Fosalba había trabajado desde largo tiempo atrás, por alcanzar una Convención Médica Nacional, en la que se debatieran los principales problemas que afectaban a la clase médica y a la salud de la población. Con una visión grande del papel que concernía a un organismo como el Sindicato Médico, quería aportar para beneficio general, una serie de propuestas articuladas que fueran el gran motor de los cambios necesarios en el sistema de salud.

En ACCIÓN SINDICAL de octubre-noviembre de 1935 (74), se dedica una página bajo el título:

"CONVENCIÓN MÉDICA NACIONAL

debe ser una pronta realidad para estudiar y resolver importantes problemas y en especial la lucha contra el mal mutualismo"

Luego de varios párrafos introductorios se señala

"Luego pues, si bien es cierto que el "Centro de Asistencia" provocará a la larga la decadencia primero y la desaparición después de la gran mayoría de las Sociedades mal llamadas de Socorros Mutuos, es necesario acelerar el ritmo de tal fenómeno porque cuanto más rápidamente procedamos más segura y definitiva será la liberación económica y ética del cuerpo médico nacional."

 

Y más adelante se sintetiza:

"Es por eso que nosotros bregamos porque el Sindicato Médico promueva rápidamente la realización de una gran Convención Médica, abierta a todos los colegas, socios y no socios, de donde puede salir la unidad profesional, tan necesaria para el gremio médico. En esa Convención debe plantearse como asunto fundamental la táctica de lucha para asegurar y sobre todo acelerar el triunfo del Centro de Asistencia y la manera de determinar cuanto antes la caída de las demás mutualistas que impiden que pueda darse a nuestra institución el vuelo económico y técnico necesario para que garantice a los médicos un sitio seguro para el ejercicio de la profesión, encontrando allí la tranquilidad económica necesaria al correcto desempeño de nuestro trabajo."

Había sido crítico con el sistema del Mutualismo conocido entonces, que sometía a los profesionales médicos a una inicua explotación, al destrato económico y al desconocimiento de la dignidad de los médicos. Habría muchas anécdotas al respecto, pero una, mencionada por uno de los protagonistas de ese episodio, centra lo que fue el disparador de la gran transformación del mutualismo, en que se embarcó Carlos María Fosalba.

LOS RECUERDOS DEL DR. VICENTE GUAGLIANONE

Cuando hace unos años SILVIA SCARLATO (75) entrevistó al Dr. VICENTE GUAGLIANONE, uno de los protagonistas de la primera idea de creación del Centro de Asistencia, hablando sobre esos orígenes, manifestó:

"- En 1933 fuimos a la Sociedad Médica Uruguaya, en la calle Soriano y Arapey -hoy Río Branco-. El dueño de esa Sociedad Médica era Golino -no era ni médico, ni abogado, ni arquitecto, ni practicante; era un comerciante-. Compró "La Tutelar", compró la Sociedad Médica "La Humanitaria" en la calle Andes y él contrató médicos, abogados, etc., etc. Los que fuimos a hablarle a Golino fuimos Fosalba, Ledesma (Carlos H.), Raggio (Oscar Víctor) y yo. Y le pedimos un aumento de sueldo de 5 pesos. Pero no aceptó. (En realidad les dijo que tenía decenas de médicos para ocupar esos cargos, por el mismo dinero que estaba pagando, si a ellos no les convenía). Nos fuimos tristes y al salir del escritorio de Golino fuimos al bar de la esquina de Soriano y Arapey a conversar un poco, tomando un café. Ahí nos sentamos los cuatro para alimentarnos de ideas y llegamos finalmente a la conclusión de que teníamos que formar una Sociedad Médica. El 1° de julio de 1935 inauguramos la Sede con el Prof. Elías Regules, en la calle Andes entre 18 y Colonia, en un primer piso del Jockey Club, donde tuvimos la sede gratuita y provisoria."

Cabe consignar que el Dr. V.Guaglianone fue, como dibujante, el autor del primer logotipo del Centro de Asistencia, aquél en que una mano solidaria mantiene la antorcha con la llama.

Después de anunciarlo largamente, cada pocos números de ACCIÓN SINDICAL, finalmente, en 1939 tiene lugar la PRIMERA CONVENCIÓN MEDICA NACIONAL, encargándole el Comité Organizador a una Comisión integrada por los Dres. Justo M. Alonso, Carlos M. Fosalba y José A.Gallinal, la redacción del Relato sobre el tema "EL PROBLEMA DEL MUTUALISMO". El Redactor y Miembro Informante fue el Dr. Carlos M. Fosalba.

En el número 50 de ACCIÓN SINDICAL, incorpora, entre otros valiosos documentos, ese relato, que inicia así (76):

I. CONCEPTO DE MUTUALISMO

FACTORES QUE LO DETERMINAN

"En sus orígenes la medicina, como ejercicio profesional, se desarrolló exclusivamente en el terreno de la economía individual. Aún hoy, en ciertas regiones muy alejadas de los centros poblados, la asistencia médica guarda en sus grandes líneas sus características primitivas. El médico presta asistencia a los enfermos que se la piden y su retribución varía proporcionalmente con la capacidad económica del cliente. Mientras los enfermos adinerados retribuían ampliamente el trabajo médico, los de las capas medias lo hacían en menor escala y los pobres, no sólo no pagaban, sino que era frecuente que el médico se transformase, además de prodigador gratuito de sus esfuerzos, en una especie de ángel tutelar, pues él mismo cedía los medicamentos y dejaba pequeñas sumas de dinero a los familiares del enfermo para aliviar su dolorosa situación. De ahí proviene el concepto apostólico de la profesión médica, concepto que también toma su origen en la raíz sacerdotal y taumatúrgica de la medicina antigua.

Este sistema pudo mantenerse gracias a la escasez de profesionales. La gran paga de las clases adineradas compensaba con exceso el altruismo del médico, con relación a las clases desamparadas.

El desarrollo extraordinario de la Medicina y el crecimiento del Estado como organismo de coordinación social, trajeron como consecuencia la aparición de un primer tipo de medicina socializada: la asistencia de las clases menesterosas por el Estado.

Sobre la situación del médico en este tipo de asistencia no tenemos por que ocuparnos nosotros, pues otra comisión tiene el encargo de estudiar a fondo este problema.

La medicina privada mantuvo durante mucho tiempo su hegemonía a pesar del desarrollo de la medicina socializada estatal. Las clases ricas y media formaban el gran contingente de la clientela privada.

Es entonces, a mediados del siglo XIX, como consecuencia del gran desarrollo de nuevas corrientes de ideas económico-sociales, cuya cuna fue Inglaterra, Alemania y Francia, que surge un nuevo tipo de asistencia médica, bajo la forma de mutualismo.

En realidad, el mutualismo no es más que una forma del cooperativismo, aplicado en la esfera de acción del trabajo médico. En efecto, una institución de mutualidad, según su forma clásica, no es otra cosa que una cooperativa de consumo.

Es una cooperativa de consumo sanitario. En el próximo capítulo de este informe desarrollaremos ampliamente esta tesis. Aquí nos limitaremos a establecer este concepto y a explicar las causas que lo determinaron.

Los factores que originaron el mutualismo y que mantienen y acentúan su desarrollo, se reducen a uno solo; es el factor económico. Todos los otros, que han sido alegados como tales, son completamente secundarios y cuando se les analiza a fondo muestran su raíz económica indubitable."

Es sin duda un trabajo medular para comprender la esencialidad del pensamiento y la concepción económica y social que del mutualismo y de las demás formas de organización de los servicios de atención médica, tenía Fosalba, en ese tiempo. El Relato continúa con otros extensos capítulos, que mencionaremos:

II. ESTUDIO Y DEFINICIÓN SOBRE LOS DIFERENTES TIPOS DE ORGANIZACIONES MUTUALES

III. CRITICA DE LOS SISTEMAS

* Crítica del sistema de organización del Mutualismo

bajo forma de Cooperativas de Consumo

* Crítica del sistema de organización del Mutualismo

bajo forma de Empresas Comerciales

* Crítica del sistema de organización del Mutualismo

bajo forma de Cooperativas de Producción

IV. CONCLUSIONES QUE LA COMISIÓN PROPONE A LA CONVENCIÓN PARA SU APROBACIÓN

I) Las empresas comerciales de asistencia deben desaparecer y merecen la condenación del cuerpo médico, pues el único móvil que las guía es el propósito de lucro, que se hace a expensas de la buena asistencia del enfermo y de la retribución del técnico.

II) Las empresas patronales de asistencia sólo pueden admitirse si se corrigen sus dos vicios fundamentales, los cuales son: la obligatoriedad del obrero o empleado a ser afiliado de la misma y la dirección y administración por delegados patronales, en lugar de serlo por los propios afiliados, que deben gozar en ese sentido de completa autonomía.

Si se realizaran esas dos correcciones, pasarían a la condición de una cooperativa de consumo sanitario por afinidad gremial que debe ser considerado como el mejor sistema de organización en las cooperativas sanitarias de consumo, superior a las organizadas por afinidades políticas, religiosas, raciales, etcétera, etc.

III) Las cooperativas sanitarias de consumo, llamadas sociedades mutualistas, no pueden ser objetadas desde el punto de vista legal ni jurídico. Pero para merecer la aprobación y la colaboración del cuerpo médico en su gradual desarrollo, se hacen necesarias reformas sustanciales, reformas que surgen claramente de la crítica que hemos hecho a estas instituciones en el capítulo respectivo. Estas reformas son las siguientes:

1°) Valor mínimo de la cuota de afiliación; $ 1,50. Ese valor podrá ser descendido si se cumplen las aspiraciones más abajo enumeradas (2 - 3 - 4).

2°) Establecimiento del valor de la cuota de acuerdo con la edad de ingreso del afiliado, debiendo ser tanto mayor cuanto más elevada sea esa edad.

3°) Establecer valores diferentes en la cuota de afiliación, según sea la capacidad económica del asociado.

4°) Establecimiento de la cuota de asistencia o suplemento por servicios extraordinarios. Esta Convención admite la posibilidad de excepciones en la aplicación de esta cuota, pero sólo en circunstancias muy especiales.

5°) La retribución de los técnicos debe ser aumentada considerablemente y establecer un porcentaje mínimo como rubro destinado a ese personal con relación a las entradas brutas.

6°) Limitación a un número prudencial de enfermos, que debe examinar diariamente cada facultativo. Como consecuencia, aumento en el número de médicos que prestan servicios en las Mutualistas.

7°) Delegados de los técnicos en número conveniente en el seno de los colegiados directivos.

8°) Ingreso de los técnicos en las mutualistas por concurso de méritos y oposición, debiéndose integrar los tribunales exclusivamente con técnicos designados en partes iguales por las autoridades de la Mutualista, por la asamblea de técnicos de la institución y por la Facultad de Medicina.

9°) No se podrá suspender o exonerar a un técnico sin sumario previo, instruido por un tribunal integrado en partes iguales por los delegados de las autoridades y delegados de la asamblea de técnicos.

10°) Toda modificación o innovación de carácter técnico debe ser aprobada previamente, por una comisión asesora, integrada en partes iguales por delegados de las autoridades y delegados de la asamblea de técnicos.

 

11°) Los problemas referentes al recetario, radiología, laboratorio y sanatorio, en su aspecto técnico, son del resorte exclusivo de la asamblea de técnicos, quien debe, sin embargo, tener muy especialmente en cuenta la contemplación de soluciones que, sin perjudicar los intereses del enfermo, defiendan al mismo tiempo la economía mutual.

IV) El Centro de Asistencia del Sindicato Médico representa el tipo de la organización sanitaria organizada por los productores de la sanidad y merece, por su obra ya realizada y, más aún, por la que debe realizar en lo futuro, la más franca aprobación por parte del cuerpo médico nacional.

V) La Convención Médica considera que la intervención del Estado en los problemas del mutualismo se justifica y será útil, siempre que se limite a una función fiscalizadora, con el objeto de impedir abusos e imponer el cumplimiento de los compromisos contraídos por las partes contractuales.

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Firman este informe, en total acuerdo, los Dres. José A. Gallinal y Carlos M. Fosalba. El Dr. Justo M. Alonso establece también su acuerdo con una sola salvedad: que considera conveniente que los consumidores tengan por lo menos un representante en el seno de las Comisiones Directivas de las cooperativas sanitarias tipo producción.

Montevideo, mayo, 1939."

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