Reflexión ante la muerte por asesinato de un amigo colega:

Dr. Pablo Gaudín Camacho

Salto, 14 de Enero de 2009

Sociedad de Neurología del Uruguay

Desde el indescriptible dolor que hoy embarga a la comunidad neurológica nacional, ante el encabezado atroz de “Trágico asesinato por familiar de un paciente” de nuestro amigo y colega el Dr. Pablo Gaudín, médico, neurólogo, padre, hermano, compañero, ser humano increíble, se nos impone la reflexión profunda del corazón y el intelecto.

Muchas son las vertientes del análisis, una sociedad jaqueada en el libre pensamiento, sumergida en la inmediatez de la ignorancia, empobrecida de valores, sepultando sus angustias en los trastos estériles del consumismo salvaje, medicalizando las trivialidades más inocuas de la vida, no aceptando el dolor insoslayable, negando lo inefable, sin dignidad en la vida ni en la muerte.

Y en la cultura de “la culpa”, como vía rápida para ese vacío que nos mata el alma estamos los médicos, con nuestro Juramento Hipocrático transtemporalmente vigente, frágiles, expuestos y también presos de estas falacias.

Fue en ese espacio de loca realidad que el pecho de Pablo obró de escudo para esa violencia.

Es cierto que no es privativo de nuestro medio tal fenómeno, que el cambio del paradigma es universal, que la tríada sagrada de nuestra praxis paciente-médico-familia, busca una nueva forma, pero esto no exime a nuestra comunidad de responsabilidades plus, que surgen desde diferentes ámbitos, amplificando sus ecos en sectores frágiles y proclives a la manipulación y el facilismo.

El obsoleto voluntarismo debe dar paso a la eficiencia responsable, que no es posible sin la contrapartida necesaria.

No es el camino sustentar en el grito infame de las hordas soberbias de la mediocridad nuestras ideas más caras, nuestros sueños no pueden cimentar estructuras perversas, éticamente inadmisibles.

Empero somos protagonistas esenciales de ésta tragicomedia, nos compete, nos atañe, y no debería de ser necesario que hoy lloremos sobre el recuerdo de éste amigo, que cantaba con su guitarra a la vida, para emponderarnos de nuestro presente y construir el futuro de una manera más inteligente, integral, humana, honesta y amorosa.

Hoy como siempre y más que nunca que resuenen en nuestros corazones sus palabras, cuándo nos decía “¿que es lo más importante en la vida? Lo más importante en la vida es el Amor!!!”.

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