
martes 12 de agosto de 2025
Señoras y señores, Sra. ministra, autoridades nacionales, legisladores presentes, autoridades universitarias, autoridades del Colegio Médico, representantes de organismos internacionales, autoridades de ASSE, autoridades de prestadores de salud, autoridades sindicales, autoridades partidarias, estimadas y estimados colegas, amigas y amigos de la comunidad médica uruguaya, funcionarios del SMU: muchas gracias por venir y acompañarnos en un nuevo aniversario.
Nos encontramos hoy, en el marco del 105° aniversario del Sindicato Médico del Uruguay, para celebrar nuestra historia y proyectar nuestro futuro.
Celebrar nuestra historia es reafirmar el compromiso que este sindicato ha tenido a lo largo de estos 105 años con la democracia, con la salud de la población, con la dignidad del trabajo médico y con la defensa de los Derechos Humanos.
En este aniversario deseo resaltar que el SMU es una organización viva, que continúa siendo ejemplo de democracia gremial, con una vida interna que se fortalece día a día gracias a la participación plural y activa de diversas generaciones y especialidades.
El trabajo de las agrupaciones que conforman el Comité Ejecutivo también merece reconocimiento, porque es en la diversidad y el diálogo donde también reside la fortaleza de nuestra organización.
Recientes debates, como el que hemos tenido respecto a las jubilaciones médicas, es un ejemplo que expresa claramente nuestra diversidad.
Hoy contamos con varios proyectos en marcha que son motivos de orgullo: la nueva sede actualmente en construcción y cuya inauguración está prevista para finales de 2026; la recuperación de nuestro campo deportivo y la planificación de su futuro; la próxima inauguración del complejo de cabañas en Solís; y la próxima inauguración del local ubicado en la calle Chaná como paso fundamental para descentralizar varias actividades.
En paralelo, nos hemos propuesto realizar una campaña de socios anual, mejorar los beneficios que se ofrecen y mejorar nuestras herramientas de comunicación.
Hemos revitalizado las comisiones internas, como la Comisión de Cultura y la Comisión de Bienestar procurando promover nuevas actividades.
Estamos a punto de iniciar las inscripciones para los cursos de Desarrollo Profesional Médico Continuo. Les recuerdo que estos cursos son financiados por un fondo gestionado por el SMU aportado por los prestadores privados; y han sido muy valorados y exitosos, con la participación de miles de médicas y médicos.
Estas acciones y proyectos están a disposición de todo el colectivo médico, de las facultades de medicina, de las sociedades científicas y para todos aquellos colegas que quieran promover actividades de tipo cultural o recreativo.
El SMU participa activamente en organizaciones internacionales como al Asociación Médica Mundial. Hemos tenido el privilegio de organizar este año la reunión de su Consejo Ejecutivo en el cual participaron más 120 delegaciones de todo el mundo.
En estos ámbitos, la voz del sindicato ha estado presente y sus aportes reconocidos en el debate de la actualización de la Declaración de Helsinki, por poner solo un ejemplo.
Hemos planteado temas de absoluta relevancia y debate a escala planetaria como lo son: el acceso a la salud como un derecho que se debe asegurar, la situación de los colegas migrantes y el aumento de los ataques a los equipos de salud en los conflictos bélicos.
Son estos solo algunos ejemplos que ilustran parte de la vida de nuestra organización.
Permítanme también, mencionar dos temas de la coyuntura de especial importancia para nuestra acción gremial de este año.
En primer lugar, la negociación colectiva en el seno del Consejo de Salarios, específicamente el grupo 15, que incluye a los servicios de salud privada y actividades conexas, es un escenario crucial para la defensa de nuestros derechos laborales.
Las deliberaciones recién comienzan; hace apenas algunas semanas el Poder Ejecutivo presentó sus lineamientos salariales para la etapa, lo que significa que los debates y definiciones aún están en proceso.
Quiero ser prudente y claro con nuestros invitados que nos honran con su presencia: el Sindicato Médico del Uruguay ha manifestado su desacuerdo con estos lineamientos.
Consideramos que sería imprescindible una adecuación que respete las características del trabajo médico, porque entendemos que, de otra manera, podría generarse efectos contraproducentes.
Pensamos, por ejemplo, que existe riesgo de afectar el salario real y, también, afectar el proceso de reforma del trabajo médico — que comenzó hace más de 10 años— a través de uno de sus pilares fundamentales: la concentración del trabajo cuyo fin es combatir el multiempleo mediante cargos y funciones de alta dedicación.
Está claro que los temas salariales son solo un capítulo en estos ámbitos de negociación.
Quisiera resaltar el trabajo de nuestra Unidad de Negociación que, en consulta con los núcleos de base y las sociedades científicas, está sistematizando una postura donde, además de los temas salariales, incluiremos planteos relacionados con las condiciones laborales.
En segundo lugar, está en pleno proceso la elaboración del presupuesto nacional para este período.
Es obvio que, por su dimensión y por los recursos necesarios para su funcionamiento, ASSE genera la mayor atención sin que esto signifique desatender otros prestadores públicos como Sanidad Militar, Sanidad Policial o el propio Hospital de Clínicas.
Quisiéramos decir, desde el absoluto respeto institucional y siendo plenamente conscientes de las limitaciones que tiene el país, que nos interesa intercambiar opiniones sobre los lineamientos y prioridades que la administración de ASSE elevará en su propuesta de presupuesto.
En conjunto con la Unidad de Negociación, estamos pensando para este debate varios temas que formaran parte de nuestra plataforma, vinculados a las condiciones laborales y poniendo foco en las relaciones laborales precarias, y en la situación de los residentes, a modo de ejemplo.
En nuestro 105 aniversario y en este nuevo período de gobierno, nuestro país se encuentra con algunos problemas que la ministra de Salud ya ha explicado en varios ámbitos: la pobreza infantil, la salud mental y el aumento de algunas enfermedades infectocontagiosas en determinadas poblaciones constituyen un desafío impostergable. Tenga certeza, Sra. ministra que contará con este sindicato para lo sea necesario y esté a nuestro alcance.
En nuestro aniversario anterior reconocíamos las fortalezas de nuestro Sistema Nacional Integrado de Salud, pero también mencionamos la necesidad de darle un nuevo empuje.
Disculpen si reitero algunos conceptos que me parecen relevantes y vigentes.
Hicimos referencia a varios capítulos de temas planteados como interrogantes, sabiendo que pueden existir diversas visiones que deberán procesarse en clave democrática.
Sobre el capítulo de la financiación del sistema —y estoy seguro de que lo compartimos— dijimos que nuestro país debe estar atento a cómo se gestiona y cómo se controlan los recursos.
También, nos preguntamos si es correcto el financiamiento público parcial de los seguros médicos.
Mencionamos el gran tema de la formación de recursos humanos y su distribución en el territorio. ¿Cómo priorizar y redimensionar el rol de las residencias médicas y su gobernanza?
Nos preguntamos cómo fortalecer el primer nivel de asistencia, tanto a nivel público como privado, para evitar los congestionamientos en las puertas de emergencia y centros hospitalarios.
Incluimos el capítulo de la incorporación tecnológica en medicina y nos seguimos preguntando hoy: ¿es posible promover y regular la inversión privada? ¿es posible desde el sector público estar al día con las nuevas tecnologías? ¿podemos hacerlo con una visión sistémica y no dejarlo librado al marco de la competencia entre empresas?
También incluimos que debíamos actuar sobre la demanda de la población y, también, sobre los prestadores. ¿Cómo ayudamos para que se entienda que un servicio bueno de hotelería —sin duda necesario— no es sinónimo de calidad de atención en salud? Que no siempre son necesarios los estudios costosos. Que puede ser más importante que exista un tiempo razonable en el encuentro entre dos personas (médico y paciente) para poder realizar una historia y un examen físico de forma adecuada.
A propósito de lo mencionado anteriormente sobre las negociaciones en el Consejo de Salarios, un año atrás nos preguntamos cómo se distribuye la masa salarial del sistema. En este sentido afirmábamos que los dos extremos son malos: por un lado, el concepto de que todos deben ganar lo mismo (la experiencia y la formación tienen valor) y por otro, la acumulación en pocas personas de la mayor parte de la masa salarial.
Y planteamos varios otros ítems y desafíos como la distribución en el territorio de servicios y RRHH.
Todas estas preguntas, todos estos temas que consideramos relevantes y vigentes, tienen como marco conceptual un principio básico para nuestro sindicato: el acceso a la salud es un derecho y no una mercancía.
Verdaderamente nos congratulamos de que varias de estas interrogantes estén en la agenda de preocupaciones compartidas por las autoridades, así como también por actores del sistema.
Cuando se presentó el libro de los 100 años del SMU, el historiador De Massi expresó que, al sumergirse en sus páginas y profundizar sobre la historia del sindicato, pudo sentir esa tensión entre el médico altruista y solidario, y el médico trabajador. Esta tensión, más que conflicto, es vocación.
La preocupación por las condiciones salariales y laborales, pero también por la salud de la población es una identidad dual que atraviesa la historia del SMU.
Celebrar 105 años es honrar el camino recorrido, iniciado por médicas y médicos pioneros y mirar hacia desafío futuros con responsabilidad y compromiso. Les invito a renovar el espíritu de solidaridad y de militancia gremial, y a trabajar por una salud digna para nuestra gente
Muchas gracias a todas y todos por su presencia, es un verdadero honor tenerles en nuestra casa.