miércoles 11 de diciembre de 2013
De esta manera, Uruguay pasa a ser el primer país en el mundo en regular toda la cadena del comercio de esa sustancia, en un momento en que la comunidad internacional coincide en el fracaso de la política prohibicionista de las drogas, pero cuando aún se mantienen acuerdos multilaterales que condicionan a los países en sus políticas sobre el tema.
En la sesión de ayer, el proyecto fue aprobado sólo con los votos del oficialista Frente Amplio. El proyecto recibió amplias críticas de la oposición, que sobre todo se enfocó en cuestionar al proyecto por ser un «experimento», porque podría determinar un aumento del consumo de la sustancia y por preguntarse si el Estado tendrá la capacidad real del Estado de controlar que se cumpla la ley.
En cambio, desde el oficialismo se enfatizó en que esta es una solución nueva para intentar combatir el narcotráfico. «Lo determinante es el mercado, la ilegalidad y las implicancias del estado paralelo que se forma y que tiene consecuencias sociales. La discusión de la ley tiene una virtud porque saca el velo a algo que está escondido», señaló el senador del Movimiento de Participación Popular, Ernesto Agazzi.
A partir de que el Poder Ejecutivo promulgue la ley y que esta sea reglamentada, será legal la compra de hasta 40 gramos de marihuana por usuario, el autocultivo de la planta y los clubes de membresía canábica.
El presidente José Mujica, principal impulsor de la idea que puso la mira del mundo en Uruguay en los últimos 18 meses, dijo este martes a la prensa que «se está fracasando en el mundo entero con la vía represiva» por lo que «hay que tener coraje y audacia para buscar nuevos caminos». Añadió luego que la nueva política será «como aquellos domadores que en una mano tiene la comida y en la otra el látigo».
La población uruguaya está mayoritariamente en contra del proyecto de ley. Según la última encuesta de la consultora Cifra, el 61% de la población rechaza la iniciativa.
En tanto, durante el debate de la idea el SMU creó una comisión para debatir recomedaciones y diversas posiciones. De hecho, los médicos no tienen una posición unánime sobre el concepto de regular el consumo. Mientras que un sector está a favor de una «regulación responsable», otros –como por ejemplo la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay– advierten sobre el impacto que que tiene la marihuana en la salud y tienen reparos sobre las posibles consecuencias que puede tener la legalización del consumo.