Nozar: la ginecología es «muy competitiva»

jueves 2 de enero de 2014

Su objetivo era hacer medicina intensiva pero un profesor, Humberto Correa, la convenció de seguir ginecología. A partir de ese entonces, la doctora Fernanda Nozar descubrió que acompañar a las pacientes durante todo el proceso por el que traen vida es de las cosas «más estimulantes» de la profesión.

Sin embargo, evalúa dejarlo en el futuro para dedicarse por completo a su otra área de trabajo: la atención a pacientes oncológicas.

En una charla con Ser Médico para la sección «Protagonistas», la ginecóloga contó que aunque «es fácil dejar una huella» con la obstetricia, esa «satisfacción» también se logra al ver pacientes con cáncer.

«Vos te sentís que haces menos, pero es mucho acompañar a la gente en el proceso de la enfermedad. Y te agradecen muchísimo. Por el solo hecho de poder hablar de la enfermedad. Los médicos no sabemos hablar», contó.

«En la sala de oncología del (Hospital) Pereira Rossell, donde hay oncólogos, radioterapeutas, a veces hay pacientes a los que nadie les habló del pronóstico», señaló.

A su juicio, los médicos aún no están «muy formados» para hablar de la muerte o plantearle a un paciente de enfermedad avanzada que es tiempo de «hacer lo que quiera o hablar con su gente».

Nozar es profesora grado tres de la clínica ginecotológica «A» del Hospital Pereira Rossell y además trabaja en varias mutualistas y seguros privados. Se recibió en 2005 y considera que recién ahora hay «nuevas generaciones de mujeres que buscan ginecólogas mujeres».

«Había una tradición de que es  mejor un ginecólogo hombre. Es una preferencia que se vincula mucho a la parte quirúrgica y que las mujeres teníamos mala fama. Como de destratar. Y ahora lentamente se ha ido como levantando y empiezan a aparecer generaciones de mujeres que buscan ginecólogas mujeres», señaló.

La médica asegura que de las cosas que la «frustran» de la profesión que eligió es «el vínculo que hay en la especialidad».

«La ginecología es una especialidad muy competitiva y de terrenos laborales. A mi me da vergüenza ajena ver el trato que existe entre los que deberían ser ejemplo. Y eso termina llegando hacia abajo. Te ponés una camiseta de forma innecesaria por líos que no son de los que están hablando. Los problemas vienen por temas laborales, porque uno es jefe de acá el otro de allá», señaló.

Nozar hacía alusión, por ejemplo, a las discusiones y diferencias de opinión que de forma pública se manifestaron entre las diferentes cátedras de ginecología, por temas polémicos como por ejemplo el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.

En ese caso, a su juicio se generó una «falsa discusión» entre quienes «se autodenominaron objetores de conciencia» y los demás, que fueron tratados de forma «erronea» como «aborteros».

Una vez le tocó hacer «un legrado en el Pereira Rossell, por razones legales y porque la paciente no respondía a la medicación». Según dijo, eso «genera mucha cosa y moviliza» pero son «muy pocos los casos» en que se llega a ese punto. En la mayoría se resuelve con medicación.

Según entiende, «el médico debe llegar hasta decir ‘yo no te juzgo’ y dar toda la información con el mayor respeto». «Por suerte ahora se está llegando a un equilibrio», consideró.