Adelgazar “poco” ayuda a reducir el riesgo de sufrir diabetes y males cardíacos

miércoles 2 de marzo de 2016

Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Saint Louis, demostró que basta con que los obesos disminuyan un 5% de su peso, para reducir su riesgo de tener diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Además, se observó una mejoría en la función metabólica de su hígado, músculos y del tejido graso. El artículo, que publica el diario El País en base a la revista Cell Metabolism, comparó obesos que bajaron 5%, 10% y 15% de su peso, viendo que ya con 5% se producen importantes beneficios para la salud.

«Nuestros hallazgos demuestran que la persona logra sacar provecho con solo bajar el 5% del peso», dice el doctor Samuel Klein, investigador y director del Centro para la Nutrición Humana de la Universidad de Washington.

Hoy en día, las actuales guías para tratar la obesidad recomiendan bajar un 10% del peso, pero «perder 5% es mucho más fácil como meta para aconsejar a estos pacientes», agrega el académico.

Esta es la primera vez que un ensayo clínico observa de forma independiente a quienes bajaron un 5% del peso. En ellos se vio que mejoró la secreción de insulina por parte del páncreas, hormona que mantiene niveles normales de azúcar en el cuerpo, lo que disminuye el riesgo de diabetes.

Asimismo, se observó una reducción de la grasa corporal y mejoró la salud del hígado. Los pacientes que siguieron bajando de peso aumentaron la producción de insulina y la sensibilidad a ella por parte de los músculos. Sin embargo, ni en el hígado ni en el tejido graso se observaron algún tipo de cambio.

«Seguir bajando de peso es bueno, pero no todos los órganos responden de la misma manera», advierte Klein.

Para el doctor Alberto Pérez-Castilla, jefe del Centro de Nutrición y Cirugía Metabólica de Clínica Indisa de Chile, el problema de estos estudios es que no tienen un seguimiento largo que asegure que el cambio de peso se mantiene.

«Cuando el paciente hace dieta, ejercicio y está bien controlado por su médico se logran estas bajas de peso, pero pronto viene el rebote. Por eso es necesario hacer seguimientos de largo plazo, por ejemplo, 10 años», explica.

«Siempre la primera baja de peso, por menor que sea, es la que genera más beneficios en salud para el paciente, ya que tiene un efecto metabólico potente», dice el doctor Camilo Boza, jefe del Programa de Cirugía Bariátrica y Metabólica de Clínica Las Condes.

En su opinión, aunque bajar un 5% del peso puede ser «importante y positivo», no hay que conformarse con eso, porque no es lo que se necesita. Esto, porque ese paciente no alcanza a ser una persona sana. «Siguen teniendo problemas de rodillas, apnea de sueño o son roncadores», explica.

Para el doctor Klein, los beneficios de esta reducción de peso deben investigarse más, por lo que quiere expandir la investigación a pacientes con diabetes.

«No sabemos si los diabéticos responderán de la misma manera a esta baja de peso progresiva, por lo que es importante repetir a futuro este estudio en personas con diabetes tipo dos», dice.

Mientras tanto, Klein insiste en que los obesos se pueden beneficiar significativamente con una leve baja de peso. Algo que, en su opinión, vale la pena intentar.

Si bien los hábitos de vida de la familia directa, como los padres o los hermanos, son importantes en el riesgo de obesidad de las personas, la influencia que ejerce el estilo de vida de la pareja es mayor aún.

Así lo concluye un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo, que estudió a 20.000 personas de familias escocesas.

El trabajo revela que la influencia familiar sobre el riesgo de obesidad es más bien genética, mientras que la pareja influye con más fuerza en los hábitos de vida, como la elección de lo que comen o el ejercicio que hacen.

El estudio, que se publica en la revista PLOS Genetics, destaca que esto implica que alguien que proviene de una familia con una historia de obesidad puede reducir este riesgo teniendo una pareja saludable.

Además, la Organización Mundial de la Salud recomienda hacer actividad física: para mantenerse sano, un adulto de 18 años o más necesita al menos 30 minutos de actividad física en cinco o más días a la semana. EL MERCURIO/GDA