Informe de la Comisión de Bioética y DDHH del SMU respecto al avance del coronavirus en el mundo.

jueves 12 de marzo de 2020

Compartimos informe de la Comisión de Bioética y Derechos Humanos del SMU, sonde se expresa la de los y las integrantes de esta comisión ante el avance en el mundo de la Neumonía por coronavirus.

CONSIDERACIONES.

En la reunión de la Comisión efectuada el día 10 de marzo hemos reflexionado sobre las potenciales consecuencias que la misma podría originar en nuestra dinámica social y particularmente a nivel del sector salud, del cual formamos parte. Del mismo modo, dada la especificidad de nuestra Comisión, queremos señalar como aspecto relevante para la Institución, la repercusión y consecuencias que puede tener en el trabajo y vida de nuestros colegas si la infección se instalara en el país.

Priorizamos los derechos humanos, que son universales y constituyen el marco fundamental de las acciones de salud, en protección de las libertades y la dignidad humana.

Aspiramos a que el SMU mantenga una conducta activa en la monitorización de los avances de la pandemia para que la población reciba la información veraz, responsable y proporcionada a la que tiene derecho. Ésta permitirá a los individuos tomar sus decisiones sobre viajes y actividades recreativas y también comprender restricciones a libertades necesarias en los casos en que, por la magnitud del problema, la autoridad sanitaria se viera en la obligación de hacerlo.

Consideramos que debemos seguir apoyando la educación a la población sobre medidas de higiene para moderar la transmisión del virus con solidaridad y responsabilidad.

Finalmente, deseamos expresar la preocupación por el trabajo de nuestros colegas, que seguramente se verá incrementado si la epidemia llega al país, por el propio peligro de estar expuestos a la misma, y porque estarán sometidos a presiones y a múltiples dilemas éticos.

 

RECOMENDACIONES.

Debemos contribuir a la reflexión sobre la asignación de recursos finitos en el marco de justicia y equidad. Contribuir a la reflexión sobre la elección de aquellas políticas restrictivas a las libertades, donde se debe preferir la medida menos intrusiva que permita lograr el objetivo deseado.

En todo caso debemos apoyar a nuestros colegas y recordarles que son los responsables del cuidado de sus pacientes. Los profesionales de la salud tenemos obligaciones éticas de asistir si ocurre una epidemia, incluso cuando haya mayor riesgo para nosotros mismos y nuestras familias. A su vez, las expectativas de la comunidad respecto a los profesionales de la salud deben ser razonables.

La planificación debe tener como objetivo crear condiciones que permitan a los profesionales de la salud cuidar la salud de sus pacientes y de ellos mismos, porque la estructura asistencial necesita proporcionarles un ambiente de trabajo con el mayor apoyo y protección.

Se debería recomendar a las instituciones de salud la reorganización de servicios para que la distribución de personal sea la adecuada con una coordinación que priorice las tareas en el equipo médico.

En situaciones como la actual, en que todos los seres humanos nos convertimos en vulnerables, le toca al colectivo médico mantener a la población asistida y en el mayor grado de tranquilidad posible. Proponemos hacerlo reflexionando en el marco de valores, principios éticos y el pleno respeto a los Derechos Humanos.

 

Foto: OPS/OMS