La mitad de las médicas del sector privado sufrieron en sus empresas violencia de género asociada a la maternidad.

Este martes habrá una nueva reunión de la Comisión de Género del Grupo 15 del Consejo de Salarios. La convocatoria se da luego de una primera reunión donde la delegación empresarial cuestionó la pertinencia de continuar con esta comisión, actitud que fue rechazada de plano por el SMU.

lunes 12 de octubre de 2020

Este martes 13 de octubre se realizará una nueva reunión de la Comisión de Género y Migrantes prevista en los Convenios Colectivos del sector. El SMU planteó en la reunión pasada de esta comisión la implementación de licencia completa de las mujeres médicas para amamantar a sus hijos/as hasta los 6 meses y la licencia de las mujeres y varones para cuidar a familiares con patologías.

En dicha reunión las empresas minimizaron este reclamo de contar con días de licencia para atender las necesidades de sus hijos lactantes así como que se contemplen licencias de médicos y médicas para el cuidado de los familiares y los derechos de los migrantes.

Paralelamente, en medio de este contexto, la Comisión de Género del SMU viene trabajando arduamente y realizó una encuesta* dirigida al colectivo médico sobre prácticas que incluyen violencia física o psicológica en la cotidianeidad del ejercicio de la profesión médica.

Los datos preliminares de la encuesta mostraron en el capítulo vinculado a maternidad que el 36% de las personas que completaron la misma han sufrido algún episodio de violencia de género asociada a la maternidad en su práctica médica. En el universo de mujeres médicas que ejercen su profesión en el sector privado, el número supera el 50%.

La Dra. Zaida Arteta, Secretaria Médica del SMU afirmó que estos números preocupan mucho al gremio. “De más de 800 respuestas que llevamos procesadas en la encuesta, la mitad de las médicas del sector privado denuncian haber sido víctimas de violencia solo por el hecho del ejercicio de la maternidad. Estos son hechos que atentan contra el desarrollo profesional pero sobre todo contra el desarrollo del niño en sus primeros meses de vida”.

Estos episodios pueden clasificarse en hechos como inducción a postergar la maternidad por miedo a consecuencias laborales y/o académicos; cuestionamiento sobre el éxito profesional y/o limitación de opciones de promoción interna por tener hijos/as o estar embarazada; no respeto de algunos de los derechos de embarazo o maternidad, o inducción a no utilizarlos (modificación de tarea o jornadas, licencia maternal, permisos por lactancia o enfermedad de hijos/as); despidos, no renovación de contrato, rebaja del salario o algún otro perjuicio.​

Arteta insistió en que “tenemos un problema de enorme magnitud ya que no estamos hablando de situaciones puntuales, por esto es de gran importancia denunciar este hecho y que las empresas lo reconozcan”.

*Los datos completos de esta encuesta junto a una campaña de difusión para la visibilización de la violencia de género ejercida en la práctica de la profesión médica serán presentados en los próximos días.