
miércoles 27 de agosto de 2025
El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) está abierto al diálogo y toma con seriedad las recientes declaraciones de la ministra Cristina Lustemberg en las que ha mencionado la eventual implementación de topes salariales para algunos colectivos médicos.
Como organización democrática y plural, en el SMU asumimos el compromiso de discutir cualquier asunto vinculado a la profesión médica y al funcionamiento del sistema sanitario, sin prejuicios ni posturas preestablecidas, a excepción de las definidas en el estatuto o en nuestros órganos democráticos.
Debemos ser enfáticos al decir que es legítimo, necesario y es uno de nuestros roles como gremio defender el salario de quienes sostenemos día a día la asistencia sanitaria.
El debate sobre las remuneraciones médicas no puede analizarse de manera aislada y ser la única variable en consideración cuando se reflexiona sobre la sostenibilidad del sistema.
Limitar la discusión únicamente a lo salarial corre el riesgo de invisibilizar problemas reales que surgen de la forma de distribución de los recursos en el sistema que, como sabemos, siempre son recursos finitos.
Es comprobable que se han generado ganancias para algunos sectores empresariales a costa del trabajo de los profesionales y del derecho de los usuarios a una atención de calidad.
El trabajo de médicas y médicos es absolutamente heterogéneo en cuanto a sus retribuciones, sus formas contractuales, su carga horaria, su grado de precariedad o inseguridad laboral.
Lo que es homogéneo, y no cambia, es el riesgo y la responsabilidad que conlleva.
Es real que algunos colegas reciben ingresos muy superiores al promedio del resto de los médicos. Estamos hablando de siete cifras mensuales. Hay estudios del propio Ministerio de Salud Pública que evidencian que, en algunos grupos de especialidades, el salario del especialista que gana más es cinco veces superior al de menor salario.
En el otro extremo, los residentes cumplen tareas imprescindibles mientras se forman con sueldos menores a los de un médico general.
Como mencionamos anteriormente, los recursos siempre serán finitos sea cual sea el contexto político. Este dato impone a todos los actores la necesidad de actuar con responsabilidad , incluido nuestro sindicato.
Estamos dispuestos a considerar la discusión sobre topes, límites salariales o cualquier otra alternativa que tienda a mejorar la equidad, la calidad y la sostenibilidad del sistema de salud.
No obstante, entendemos que este tipo de temas deben abordarse de manera planificada. La seriedad y responsabilidad requieren de datos concretos, diagnósticos precisos y propuestas fundamentadas.
¿En qué tope salarial se piensa y a quiénes estaría dirigido? ¿Aplicaría tanto a quienes trabajan como dependientes como a quienes facturan servicios? ¿Incluiría a quienes ejercen funciones empresariales dentro del sector médico? ¿Cómo se regularía en el caso de quienes “venden servicios profesionales»? ¿El alcance sería exclusivamente para médicos o abarcaría también a otros actores del sistema, como quienes ocupan cargos gerenciales, de dirección o roles administrativos?
Si se pretende avanzar en una propuesta de este tipo, es esencial que se defina con claridad el objetivo, el alcance y las consecuencias.
Resulta imprescindible que cualquier debate sobre topes salariales esté acompañado de una propuesta de mejora significativa para quienes hoy perciben los ingresos más bajos, como los residentes y los colegas tercerizados en relaciones laborales precarias. Una redistribución genuina no puede limitarse a fijar techos sin considerar a quienes enfrentan condiciones más desfavorables.
Si la idea de topes salariales constituye una propuesta concreta, debería ser presentada y discutida en ámbitos formales de negociación como los Consejos de Salarios. Allí es donde como SMU esperamos escuchar planteamientos claros, fundamentados y con vocación de diálogo.
Reafirmamos nuestra disposición a participar en todos los debates que contribuyan a un sistema de salud más justo, equitativo y sostenible. Solo pedimos rigor, transparencia y propuestas concretas.
Invitamos a la Sra. ministra y a todas las partes involucradas a transformar las declaraciones en iniciativas, donde cada paso se base en información sólida y objetivos genuinos de mejora, en particular para las médicas y médicos más afectados dentro del sistema.
Dr. José Minarrieta
Presidente del Sindicato Médico del Uruguay