Reflexiones de un Médico Rural

Todo médico rural sabe y recuerda con amargura lo que representa hacer un parto en campaña: sin lecho adecuado, ni limpio, sin ropas, sin agua, sin los utensilios más indispensables, con habitación de piso de tierra, con una triste vela o candil como fuente de luz, asediado por los insectos (otro los llamarían pulgas). Hay que ver y pasar esas tristes horas para comprender lo que es un parto en campaña, adonde se llegó de noche, en charret, en invierno, muerto de frío y con barro hasta en la cara y a veces con lluvia y a la espera del niño que nunca llega…

Cómo pasan lentas esas horas y cómo convidan a filosofar… uno se pone a pensar y pensar, a buscar palabras de ánimo y seguridad para la parturienta, a decirle que todo irá bien, que no habrá accidentes… a dar ánimo, uno que tiene el corazón achicado, en un ambiente sórdido de poca comprensión, dónde no deja de ver hasta caras y gestos amenazantes. Piensa con envidia en los colegas que trabajan en las maternidades de los centros departamentales o en las de Montevideo, con madamas, practicantes, nurses, enfermeras y las demás enormes comodidades; piensa uno en tan diversos beneficios que reciben unas y otras parturientas siendo todas igualmente pobres.


Dr. Braulio Pérez: 20 años en la Policlínica de Migues. Memoria año 1949.


Un merecido recuerdo para el Dr. Braulio Pérez, que simboliza a tantísimos médicos modestos, que no llegan a los medios de prensa y morirán ignorados por sus congéneres, perdidos por sus compañeros de generación y poco reconocidos por la sociedad, y a la vez un gratificante recuerdo del Prof. Roberto "Pope" Perdomo, discípulo de Larghero y colaborador sincero de la Medicina del Interior.

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