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por Armando Olveira

Colonia de Vacaciones del Sindicato Médico del Uruguay

Arroyo, mar y sierra

Nos encontramos en el balneario Solís, en la Colonia de Vacaciones, rodeados de arroyo, mar y sierra, donde el tiempo implacable de este mes de febrero pretende inútilmente opacar los atractivos de este lugar único.

El actual presidente de la Colonia, Dr. Gustavo López Giraldi, nos pone al tanto de la situación actual de este organismo.

A casi un año de integrar la Comisión de la Colonia, ¿cómo encaran la conducción del organismo?

Nuestra misión como integrantes de la Comisión de la Colonia es administrar parte del patrimonio gremial con criterios sociales, buscando mecanismos para acercar el beneficio de las vacaciones y descanso recreativo a todos aquellos socios que lo requieran.

¿Cuál es la realidad actual?

Esta pregunta es muy amplia, tanto como la problemática de la Colonia. La Comisión ha decidido enfrentar los dos aspectos que entiende fundamentales, por un lado, la refacción del edificio y por otro optimar el uso de las instalaciones.

En cuanto a los problemas edilicios, ¿se está trabajando en ese aspecto?

Sí, preocupados por este problema, solicitamos a la Facultad de Arquitectura un diagnóstico de la situación. Con el apoyo del actual decano, Arq. Otero, obtuvimos un informe de la Cátedra de Patología de la Construcción donde se clasifica la problemática edilicia en grados de prioridad que ya estamos abocados a resolver.

¿Qué han hecho?

Con nuestros limitados recursos hemos tenido que contemplar el funcionamiento del Hotel, que no se detiene, y a un tiempo solucionar problemas de infraestructura. Caminando hacia ello, hemos refaccionado la sala de reuniones, reconstruido seis baños en estado crítico, comprado el material para restaurar otros 25, hemos renovado el pavimento perimetral de la piscina exterior y equipado el hotel para la temporada, así como otros trabajos que enumeraremos en la próxima edición.

¿Se ha optimizado el uso de las instalaciones?

Buscar optimizar es fijar un meta. Hasta ahora podemos decir que los trabajos que acabamos de mencionar nos han servido para mantener una importante clientela de eventos y recuperar clientes perdidos por carencias de infraestructura. Prueba de ello es el nivel de trabajo alcanzado en esta baja temporada, que nos hemos permitido reflejar en un cartel de agradecimiento que luce en nuestra recepción y menciona a todas aquellas instituciones que han vuelto a confiar en nosotros. Este trabajo en baja temporada nos permitió rebajar tarifas para el verano, pero no concebimos el aumento en el uso sin saldar nuestra deuda gremial de instituir en la Colonia el camping como opción de alojamiento.

La Colonia ya tuvo camping ¿cuál es la nueva propuesta?

En este tiempo hemos estudiado la problemática del camping anterior y estamos dispuestos a generar una alternativa compatible con el Hotel y a breve plazo, asimilando la experiencia generada; éste es un compromiso de esta comisión.

Esta multiplicidad de proyectos, ¿cómo se afronta?

Uniendo el problema con la solución. Ya hemos obtenido una negativa en el intento de lograr una sobrecuota gremial para financiar las obras. Por lo mismo, no nos sentimos respaldados para contraer obligaciones bancarias. De aquí a la primera frase, nos proponemos recaudar lo necesario rebajando la tarifa desde ya, no con promesas, con una opción tangible para que más socios accedan a nuestros servicios y nos proporcionen los recursos necesarios. Ya está en venta nuestra promoción «Remodelación de la Colonia».

¿De qué se trata?

Es una venta anticipada de hospedaje, que ofrece tarifas que hace años no se ven en la Colonia. Pensión completa de U$50 por persona mayor y alojamiento en habitaciones dobles a U$30. Tiene además ciertas características: no tiene vencimiento, es transferible, financiable y el hospedaje puede ser usado cómo y cuándo lo determine el propietario.

Este tipo de oferta no es nueva en la Colonia. Con la misma propuesta se financió parte de las obras de la piscina interior, por lo que confiamos en el apoyo de nuestros colegas para concretar este desafío.n

Colonia de Vacaciones,
un bien valioso que no debemos perder

La realidad actual de nuestra Colonia de Vacaciones exige nuevas formas de relacionamiento e información.

Esta página es un intento modesto que apunta a realizaciones futuras más ambiciosas. Nuestro propósito es mantener una periodicidad en la entrega y erigirla en un espacio vivo, donde se puedan volcar las grandes líneas de conducción de esta directiva, gestiones cumplidas, obras realizadas, actividades sociales y deportivas y también la opinión de los lectores a fin de lograr una comunicación bidireccional.

En esta primera oportunidad nuestro mensaje pretenderá llegar a través de un breve cuento:

Había una vez un médico que disfrutaba de su Colonia de Vacaciones. Era para él un lugar de esparcimiento, descanso y armonía junto a su familia, de reencuentros con amigos, tiempo de hablar de otros temas, tiempo de juegos y felicidad.

Solía salir temprano a caminar por la playa, mientras el cielo rosado dejaba paso a los tibios rayos del sol, el mar calmo susurraba sereno con el ir y venir de las olas, los pájaros que comenzaban su jornada de pesca lo acompañaban y frente a una costa agreste una suave brisa lo hacía sentir en equilibrio con la naturaleza.

Solía también, luego de esa caminata, subir a desayunar opíparamente en un salón con vista al mar, hermoso como pocos, mientras planificaba su día que podía incluir piscina, la práctica de algún deporte, o la lectura de aquella novela que tantas veces había postergado por falta de tiempo.

Pero esa mañana al subir de la playa la visión fue distinta, todo estaba en ruinas, faltaban más de la mitad de las tejas, parte de la estructura estaba al desnudo, en lugar de ventanas había huecos y un pastizal lleno de basura cubría la entrada, en donde otrora estuviera la piscina donde tantas veces había disfrutado, yacía un pantano y en su borde un cartel que decía «Vendido- No pase, esto es propiedad privada». La angustia y desesperación subió por su pecho y le anudó la garganta. ¿Qué había pasado? No podía creer que eso que tanto quería ya no estuviera. ¿Que pasó?, se preguntaba. ¿Qué hice mal? ¿Qué otra cosa podría haber hecho? ¿Qué me hicieron? Se agolparon recuerdos felices, con proyectos no realizados y una profunda pena lo sacudió hasta sus fibras más íntimas, tanto que despertó empapado en sudor de su pesadilla espantosa, de ésas que uno dice «qué suerte que sólo era un sueño».

Esta Comisión está luchando para que esto sea sólo una pesadilla, y que por el contrario el Hotel Alción sea una dulce realidad para todos quienes deseen vacacionar en él. Todas las agrupaciones estamos embarcadas en ello, confiamos llegar a buen puerto.

A nuestros colegas vaya este esfuerzo que se realiza con el cariño y la convicción de aquello en lo que creemos.

Hasta pronto.

Dr. Santiago Cusmanich

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