A propósito del Día Mundial de la Salud Mental: entrevista con la Prof. Dra. Sandra Romano.

Según la catedrática, “la Ley de Salud Mental aprobada en 2017 establece un marco muy favorable a los cambios que se necesitan para transformar la atención de la salud mental hacia un modelo de salud mental comunitaria sustentado en un paradigma de recuperación”.

viernes 11 de octubre de 2019

El jueves 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental cuyo mensaje se centró en la prevención del suicidio.

Ser Médico aprovechó esta ocasión para realizar una entrevista a la Prof. Dra. Sandra Romano, Directora de la Cátedra Psiquiátrica de la Facultad de Medicina-UdelaR y realizar así una puesta a punto en avances y dificultades de la especialidad en nuestro país.

Ser Médico (SM) ¿Cuáles son las mayores preocupaciones a nivel epidemiológico de médicos y médicas al respecto de la salud mental?

Dra. Sandra Romano (SR) Según la etapa vital y el ámbito de atención variñi el tipo de problemas de salud mental que presentan las personas al consultar en los servicios. La consideración de la dimensión psicosocial de la salud es relevante a lo largo de todo el ciclo vital y en todos los niveles de atención. Algunas situaciones son relevantes por su alta prevalencia, otras por el impacto en la vida de las personas a nivel individual, familiar y social.

Los cuadros de ansiedad y depresión en adultos plantean una importante demanda a los equipos básicos del primer nivel de atención. El uso problemático de sustancias es una preocupación en todas las edades, con especial relevancia en la población de adolescentes y jóvenes por su impacto en el desarrollo. El abuso de alcohol es un problema de alta prevalencia en todas las edades, invisibilizado por la legitimación social del consumo.

Dentro de las condiciones de afectación, importante y persistente en la vida de las personas están los problemas que agrupamos bajo la denominación de trastornos mentales graves y también los trastornos del espectro autista, de inicio en los primeros años de vida.

Las conductas suicidas y la violencia constituyen problemas socio-sanitarios de prevalencia creciente que afectan la salud de la población en todas las edades e interpelan a los equipos de salud en todos los niveles, en tanto profesionales y como ciudadanos y ciudadanas.

 

SM ¿Históricamente se relaciona al Uruguay con una tasa alta de suicidios, ¿es real este dato? ¿A qué se debe?

SR Sí es real, los informes anuales que realiza en Ministerio de Salud muestran que la tasa de suicidios siguió aumentando pese a las estrategias de prevención y respuesta en desarrollo.

En 2018 la tasa ascendió a 20,25 cada 100.000 personas, lo que nos ubica entre las más altas en América Latina. El tema del Día Mundial de la Salud Mental 2019 es la prevención de suicidio y con el lema “Unamos esfuerzos para prevenir el suicidio”, se hace un llamado a toda la población a ser parte de una estrategia global de prevención.

Indudablemente es un problema de salud pública, pero también es evidente que una estrategia de prevención no puede involucrar únicamente a los servicios y profesionales de salud.

 

SM A partir de la aprobación de la ley de salud mental y reglamentación de la misma, ¿cree que hay un marco más favorable para trabajar? ¿Qué piensa que aportó y qué no?

SR La Ley de Salud Mental aprobada en 2017 establece un marco muy favorable a los cambios que se necesitan para transformar la atención de la salud mental hacia un modelo de salud mental comunitaria sustentado en un paradigma de recuperación. La ley parte de los principios del SNIS toma como referencia las recomendaciones internacionales sobre derechos humanos y salud mental y se plantea desde una estrategia de atención primaria de salud.  Mandata cambios en la estructura y prácticas del sistema de salud en temas de SM.

De las disposiciones más difundidas es el límite 2025 para el cierre de las instituciones monovalentes de hospitalización a nivel privado y público, establece que las hospitalizaciones se deben realizar en las instituciones de salud general, hospitales y sanatorios, que se integraran con una red de estructuras alternativas en la comunidad. La atención en todos los dispositivos debe realizarse por un equipo multidisciplinario.

La ley profundiza en la atención integral de la salud de las personas con problemas más graves y solo menciona los aspectos vinculados a promoción, prevención y atención de problemas comunes.

Los aspectos relevantes que menos desarrolla la ley son las disposiciones para la atención de niños, niñas y adolescentes. No se plantean estrategias específicas para la población adulta mayor ni para poblaciones en condiciones de especial vulnerabilidad como son las personas privadas de libertad.

 

SM ¿Cuáles son los tres ejes en los que se debería hacer hincapié en la planificación en términos de salud mental de aquí a 10 años?

SR Rediseño, implementación y organización de una red de estructuras  que permitan el desarrollo de un modelo de salud mental comunitaria, adecuada a la realidad sociodemográfica de los distintos territorios, accesible a todas las personas usuarias del SNIS, con una organización que incluya la participación de la población en los distintos niveles de decisión y funcionamiento.

Establecer una política de recursos humanos que considere distribución equitativa y permanencia de profesionales en todo el país, formación permanente que desarrolle y fortalezca las competencias necesarias en cada disciplina, los conocimientos y habilidades para el trabajo en equipo y los aspectos actitudinales necesarios para que los servicios de salud sean garantes de derechos humanos.

Mejorar los sistemas de registro y monitoreo de los procesos de atención y sus resultados para integrar la evaluación como componente básico de la atención y así posibilitar la evolución del sistema en una orientación de búsqueda de mejora de la calidad de atención.

 

 

SM ¿Qué rol juega el SMU y las sociedades científicas en este proceso en términos de recursos humanos y formación, tanto médicos como de otras profesiones involucradas?

SR Deberíamos trabajar juntos desde SMU y las distintas sociedades científicas en establecer líneas de trabajo en común en torno a la definición de competencias transversales y específicas para mejorar la respuesta a la población en temas de salud mental y en torno a las necesidades territoriales de recursos humanos. La consideración de los aspectos de salud mental, la detección de los problemas de salud mental y la atención integral de la salud de las personas con enfermedades mentales es de competencia de todas las especialidades y profesiones de la salud, con especificidades según el rol de cada profesional y cada equipo. Un problema por todos conocidos es la inequidad en la distribución territorial de recursos humanos de salud, en psiquiatría esto es muy relevante pues el 80% de los psiquiatras residen y trabajan en la región metropolitana, similar a lo que ocurre en otras especialidades médicas y otras profesiones de la salud. Como organizaciones científicas y gremiales tenemos una responsabilidad social en aportar al análisis y respuestas a los problemas de salud de la población en todo el territorio. En temas de salud mental este es un momento dinámico y desafiante que deberíamos tomar como oportunidad