Julio Trostchansky: “ASSE es una organización sin rumbo, sin estrategia”

viernes 19 de febrero de 2016

«Hay una politización muy grande no sólo en el directorio (de ASSE) sino en toda la estructura, que responde muchas veces a intereses político-partidarios y no a la capacidad técnica. Ahí está la reforma del Estado que no se hace», afirmó el presidente del SMU en su última carta abierta publicada en la Revista Ser Médico.

El presidente del Sindicato Médico se refirió a la falta de respuesta que ha habido en la Administración de los Servicios de Salud del Estado respecto a los planteos y preocupaciones del colectivo médico.

«La situación actual nos parece crítica, y nuestra preocupación es alta. Son muchas las preguntas que hemos hecho, sin respuesta», recalcó y pasó a enumerar algunas de ellas.

«¿Existe en ASSE un plan estratégico a desarrollar en este quinquenio en materia de gestión, estructura organizacional y regionalización? ¿Cuál es la situación sanitaria que se encontró en ASSE (diagnóstico) con relación a la imagen objetivo que se propone alcanzar?»

El presidente del SMU también se preguntó sobre el plan de presupuestación, mejora salarial y reforma de trabajo médico a implementar: «¿Existe un plan de presupuestación de sus recursos humanos, mejora salarial y de condiciones de trabajo y avances en la reforma del trabajo médico, que eviten la fuga de sus profesionales? ¿Por qué no se propone clausurar las Comisiones de Apoyo y promover la concentración del trabajo médico y no médico en ASSE?»

«ASSE es la empresa pública más grande del país. Muchas veces discutimos cuál es la cantidad mínima de usuarios que una institución tiene que tener para ser viable, pero nunca nos pusimos a discutir cuál es el máximo. Un solo directorio manejando a 1,2 millones de usuarios parece mucho para la organización que hoy tiene ASSE», cuestionó Trostchansky.

«No hay ninguna empresa exitosa que cada cinco años cambie a todo su plantel directivo y gerencia, que venga sosteniendo un plan de trabajo y que de un día para el otro sean removidos todos sus ejecutores, que no elija a los más capaces sin tener que responder a una cuota política. Eso no sucede en las empresas exitosas. Si no se generan cambios, va a quedar más rezagada aún. La cuestión es que no sabemos cuánto les interesa a los gobernantes la salud pública».