Reglamentación de la Ley de Reproducción Asistida debe “trabajar” varios dilemas éticos
Pocos días después de que el Senado aprobara por unanimidad la Ley de Reproducción Humana Asistida, la responsable de la comisión de Bioética del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Mariela Mautone, enumeró varios asuntos “éticos” que le “preocupan” y que a su juicio deberían tenerse en consideración a la hora de reglamentar la normativa.
La doctora, especializada en temas de bioética, fue entrevistada este lunes 14 por el periodista Aldo Silva en su programa radial “Fuentes Confiables”, a propósito de la nueva ley.
“Esta ley es importante porque viene a reglamentar una actividad que ya se está realizando en Uruguay desde hace más de 20 años y a establecer requisitos aceptables para todos. Además, al convertirla en un acceso universal para todas las personas, trae justicia y equidad al sistema”, señaló Mautone.
El proyecto de ley aprobado por los legisladores regula las técnicas de reproducción asistida para todas aquellas parejas que tengan dificultades para tener un hijo y para mujeres solas. Las técnicas (cuyo costo puede ascender a varias decenas de miles de dólares) serán financiadas por el Fondo Nacional de Salud y deberán incluirse como prestaciones en las instituciones públicas y privadas.
Tras 17 años de debate, la nueva ley volverá a la Cámara de Diputados para que se aprueben algunos cambios y luego deberá ser reglamentada.
La especialista en temas de bioética enumeró los principales problemas éticos que deja pendiente la ley. Entre ellos, destacó que le “preocupa” el “destino de los embriones sobrantes”. “Es un tema ético que me preocupa mucho. Con técnicas para hacer fertilizaciones acotadas se tenderá a no producir demasiados, pero la reglamentación debe trabajar en ese tema de no producir muchos embriones”, señaló.
Por otra parte, Mautone también reclamó una reglamentación “clara” sobre “cuántas veces una persona puede donar, porque si no podría haber un problema de consanguinidad en un país chico como Uruguay”.
Mautone opinó además sobre la posibilidad de utilizar un “vientre de alquiler”, que está contemplada para una excepción en la que la mujer “no tenga útero para llevar adelante una gestación”. En esos casos, manifestó, se debe tener cuidado porque “la maternidad subrrogada muchas veces puede ser vista como un medio, cuando todas las personas deben ser tratadas como un fin en sí mismo”, indicó.
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