Asociación Médica Mundial adoptó modificaciones a su Declaración de Helsinki

La Asociación Médica Mundial, organismo que nuclea a 102 agrupaciones médicas del mundo y en la que participa el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), adoptó la semana pasada en Brasil modificaciones a su Declaración de Helsinki, que determina la manera de realizar investigación médica en seres humanos.

Las modificaciones, que responden a los desafíos que presenta el avance vertiginoso de la investigación médica, fueron coordinadas por un grupo de siete países presididos por Alemania y que propusieron un nuevo texto. Entre esos representantes estuvo Uruguay con Alarico Rodríguez como representante del Sindicato Médico del Uruguay.

La semana pasada participaron en nombre de Uruguay en la Asamblea Médica Mundial el presidente del SMU, Julio Trostchansky, y el vicepresidente Gerardo Eguren.

La Declaración de Helsinki fue adoptada por primera vez en 1947, luego de la Segunda Guerra Mundial, por la falta de ética de investigación. Durante la guerra, médicos y otras personas entregaron a prisioneros y pacientes a investigaciones que constituyeron una violación a los derechos humanos.

Entre los cambios importantes que se realizaron en la última Asamblea, hay artículos en los que se ofrece mayor protección a los grupos vulnerables, que por lo tanto tienen más posibilidades de sufrir daños.

También se adoptan compromisos a aumentar la protección de riesgos para los participantes de investigación médica, más requisitos para los arreglos post estudio y se define que la investigación debe llevarse a cabo sólo si la importancia del objetivo es mayor que los riesgos y costos inherentes para las personas que participan en la investigación.

“La revisión se hace porque se cumplen 50 años de la declaración, para definir las investigaciones con placebo y para mejorar algunas incoherencias y cosas que no estaban muy garantizadas”, indicó Alarico Rodríguez, quien es responsable de Relaciones Internacionales del SMU.

Sin embargo, Uruguay votó y argumentó en contra del párrafo 33, que establece excepciones a la definición de que “los posibles beneficios, riesgos, costos y eficacia de toda intervención nueva deben ser evaluados mediante su comparación con las mejores intervenciones probadas”.Con esta nueva redacción, se habilita a utilizar placebo (una sustancia inocua) para hacer ciertas investigaciones, algo que fue rechazado por un grupo de países latinoamericanos, España, Portugal, Ghana y Vaticano.

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