Gala en el Solís por los 90 años del SMU

Palabras del Dr. Fraschini.

Dr. Martín FraschiniAutoridades Nacionales, colegas y amigos del Sindicato Médico del Uruguay, es un gusto para mi darles la bienvenida a esta celebración.

Cuando comencé a dibujar en mi horizonte, ser médico, seguro que no me imaginé ser el vicepresidente del Sindicato Médico del Uruguay en su aniversario número 90. Tenía una decisión respecto a la profesión, pero lo que ha sucedido desde entonces, lo que me ha llevado a estar hoy acá, es hijo del azar, de las coincidencias históricas, de los encuentros y de los desencuentros. Estar hoy aquí dándoles la bienvenida es para mi una gran responsabilidad, pero sobre todo, es un orgullo.

El Sindicato Médico del Uruguay es nuestra casa común, la que nos envuelve, de generación en generación, para construir nuestro futuro. El de todos como colectivo y el de cada uno como profesional. Es un organismo vivo en donde se expresan en forma permanente las distintas visiones de los médicos. Se equivoca aquel que pretende siempre la unanimidad; acierta aquel que cree en la diversidad como forma de construir unidad. En todo caso, la unidad puede ser un fin, pero la diversidad es siempre el camino, desde el diálogo, el respeto, la tolerancia, la escucha y también la convicción.

Con esas definiciones fue creado el Sindicato Médico del Uruguay hace 90 años. En 1920 había distintas visiones sobre la ejecución de las definiciones realizadas bajo la orientación del doctor Turenne. Pero había un sentimiento común de pertenencia que nos fue construyendo como colectivo.

Así atravesamos 90 años de historia.

La coyuntura, el debate, la discusión severa, no debe hacer perder de vista que nos encontramos en nuestra casa común, la misma que vislumbramos en la Facultad de Medicina. Más todavía: junto a la Facultad de Medicina, el SMU es el tronco común que expresa a todos los médicos. Así nos paramos en este tiempo.

La casa común es naturalmente contradictoria, conflictiva, diversa. Ahí está precisamente su riqueza. Pero es en esas diferencias que nos reconocemos como iguales, como pares, comprometidos con nuestra profesión y con el ejercicio de la misma. Con el conocimiento y con el compromiso en la corresponsabilidad. Con ese convencimiento ético y fieles a los valores que inspiraron estos 90 años de historia, sabemos que nos queda mucho por hacer. En eso estamos, juntos.

Muchas gracias