Techo de cristal – Condiciones Laborales

Escribe Dra. Gabriela Pascal

domingo 6 de marzo de 2022

Desde hace años las mujeres venimos conquistando espacios, explorando la posibilidad de hacer tareas tradicionalmente consideradas masculinas, y pasamos de ser amas de casa, a poder elegir nuestra profesión con más libertad.

Podemos ser médicas, y también cirujanas, urólogas, traumatológas, especialidades tradicionalmente ¨masculinas ¨.

Sin embargo, a la hora de ejercer la especialidad elegida continua la carrera de obstáculos para compatibilizar los requerimientos laborales con la vida personal, y la concreción de una familia. Las mujeres somos las cuidadoras de nuestros hijos, nuestros padres mayores, y es difícil compartir estos con nuestras parejas  o nuestros hermanos, es tarea de mujeres y más si son médicas. 

Si bien es cierto que podemos manejar cierto entramado dentro del sistema de salud, la coordinación y acompañamiento del familiar enfermo es responsabilidad de TODA la familia.

A su vez en el transcurso de la carrera profesional, si bien las oportunidades están es difícil concretarlas y son pocas las mujeres que logran puestos de dirección.

Hay situaciones en que la discriminación es explicita, pero en muchas ocasiones corresponde a practicas sutiles y esas sutilezas son difíciles de explicar.

Se generan en ocasiones ambientes hostiles , que socavan la posibilidad de progresar en la profesión.

Se les exige a la mujer rendimiento profesional sin disminuir los cuidados ni el tiempo dedicado a la familia , por lo cual se multiplican las tareas y el estrés psicosocial , dado que si bien no es imposible tampoco es fácil armar el entramado para compatibilizar la profesión con la maternidad y la familia .

En el interesante artículo¨Glass ceilings in research: Evidence from a national program in Uruguay¨ Daniel Buksteina , Néstor Gandelman, analizan las dificultades que enfrentan las mujeres investigadoras al publicar sus trabajos y avanzar en el escalafón de investigadoras .

 En su trabajo demostraron que las mujeres investigadoras en Uruguay tienen menor probabilidad de aceptación de sus trabajos , y encontraron un sesgo de género en la aceptación de los trabajos, y en la integración de los comités.

Encontraron evidencia sólida de sesgo de género y techo de cristal en 3 áreas en que las mujeres son especialmente activas : ciencias relacionadas con la salud ,ciencias naturales y humanidades , no así en ingeniería, agricultura y ciencias sociales .

La   cultura organizacional, los estereotipos de género, y la asunción por parte de las mujeres de las responsabilidades familiares como un ‘deber’ asociado a su rol de género son los principales obstáculos en su promoción profesional. 

Ese entramado social invisible conforma el techo de cristal que nos limita en el desarrollo profesional y que debemos trabajar para lograr una sociedad mas justa y equitativa.

Aceptar la realidad es el primer paso para cambiarla.

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