29 de julio: día nacional contra el VIH/SIDA.

Aunque en 2017 se registró la tasa más baja de mortalidad por VIH/SIDA en nuestro país, aún mueren personas que no deberían por diagnósticos tardíos y falta de tratamiento adecuado.

lunes 30 de julio de 2018

El domingo 29 de julio se conmemoró el Día Nacional del VIH/Sida.

El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), fue descubierto hace más de 30 años a través de la sospecha de los médicos en EEUU y Europa sobre una extraña inmunodepresión en personas previamente sanas que enfermaban y morían.

Según datos divulgados por el Ministerio de Salud Pública (MSP), en 2017 se registró la tasa más baja de mortalidad por SIDA del período 2011- 2017 en nuestro país.

Dentro de estas muertes predominan las de personas de sexo masculino.

También se informó que actualmente en Uruguay hay alrededor de 12.684 personas viviendo con VIH y un el 82% de ellas conocen su estado serológico.

Según el registro oficial, la tasa de notificación de nuevos diagnósticos mostró un descenso a partir de 2012, alcanzando a 22,8/100.000h en 2017. La mayoría de estos casos también se dan en varones.

Es una enfermedad crónica no trasmisible si la persona VIH positiva está en controles y tratamiento regular con el equipo de salud.

Cuando la persona que es VIH positiva está bajo seguimiento y tratamiento antirretroviral, su virus en la sangre (carga viral) se hace indetectable y desde el punto de vista de su acción es “como si no existiera”. La persona no presenta síntomas ni daño relacionado con la infección y no es capaz de trasmitir la infección por las vías de las que habitualmente se transmite (sexual, embarazo y parto, compartiendo jeringas de drogas intravenosas). La excepción es la lactancia donde la madre aun estando con la carga viral indetectable con el tratamiento puede transmitir el VIH al bebe, por lo que se desaconseja esta práctica.

Cuando las personas están bajo tratamiento adecuado tienen una vida plena sin restricciones. La evidencia científica muestra que las personas con que se realiza diagnóstico temprano y tratamiento adecuado no presentan una disminución en la expectativa de vida a causa de la infección.

Asimismo aún es una condición muy estigmatizante más que nada por falta de información, algo que genera mucho daño y dolor injustificado claramente evitable en las personas VIH positivas. Esto mismo conlleva muchas veces al ocultamiento sobre esta condición y en casos extremos ni las personas más cercanas a quien tiene VIH conocen de este diagnóstico.

Aun estando disponibles las herramientas de tratamiento mencionadas en el mundo mueren personas de SIDA y esto está vinculado al diagnóstico tardío y la falta de tratamiento adecuado.

La información del MSP detalla que la cobertura de las personas que reciben el Tratamiento antirretroviral (TARV) aumentó durante el período 2011-2017, del 22% al 53%.

Ser Médico conversó con la Dra. Zaida Arteta Dlachiele, Prof. Agregada de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de Facultad de Medicina, para realizar una puesta a punto de la enfermedad y la situación en nuestro país respecto a la misma.

¿Cómo evalúa el desarrollo y la incidencia de la enfermedad en los últimos 10 años?

Luego de más de 30 años de investigación intensa (con aciertos y errores) hoy la comunidad científica y la humanidad conoce mucho más sobre la infección por VIH y puede tomar acciones para eliminar el daño que produce la epidemia.

En el mundo se ha constatado un descenso en el número de nuevas infecciones que es muy alentador, responde a las estrategias combinadas de prevención, con hincapié en el uso de barrera de látex en las relaciones sexuales así como el tratamiento antirretroviral como prevención.  Este último concepto es de gran trascendencia desde que se conoce que la disminución de la carga viral a valores de indetectabilidad disminuye a cero la probabilidad de trasmisión del virus en relaciones sexuales incluso sin uso de métodos de barrera, de esta forma el tratamiento de las personas VIH positivas no solo determina un beneficio individual sino también hacia sus parejas sexuales y hacia el vínculo en si porque descoloca a las personas VIH positivas en el lugar social de “peligrosas”.

En Uruguay el número de nuevas infecciones viene bajando lentamente, y el número de muertes vinculadas a SIDA no ha disminuido como sería de esperar dado que contamos con las herramientas necesarias desde el punto de vista terapéutico y de prevención como explicamos anteriormente.

¿Ha sido efectivo el trabajo de prevención?

Hasta hace muy pocos años la prevención estaba basada en educación sexual que es insuficiente e inadecuada (vinculada al embarazo, basada en el miedo a no adquirir infecciones), claramente queda mucho por hacer, desde la información a la población sobre prevención farmacológica como la profilaxis pre y post exposición, y el tratamiento como prevención, hasta la intervención en educación sexual que contemple, la diversidad, el placer, y a las infecciones como un tema donde la información sin juicio moral permita que las personas puedan tomar en conjunto con el equipo de salud las mejores decisiones que se adapten mejor a sus gustos y necesidades.

¿Cuáles son las estrategias para seguir bajando la mortalidad y también la transmisión?

Además de lo anterior es fundamental generar una revolución en cuanto a erradicar el estigma social y la discriminación, no va a ser posible una estrategia de prevención y tratamiento que mantenga saludables a las personas VIH positivas y VIH negativas hasta que no podamos hablar libremente del tema. Mientras exista miedo, que impide que las personas VIH positivas lo hablen hasta con sus afectos más cercanos. Esta es la clave del cambio, en Uruguay el estigma genera mucho dolor y daño, del cual no nos vamos a liberar si no terminamos con estos prejuicios. El miedo al señalamiento (como “promiscuo, homosexual, sucio”) en ocasiones paraliza al punto de que la persona no se trata, para no pasar por la experiencia de contarlo incluso a un equipo de salud. Esta además del diagnóstico tardío de la infección son dos factores fundamentales en la mortalidad que aún es alta en Uruguay.

¿Hay alguna explicación para que la mayoría de casos de transmisión de VIH y muertes por SIDA se den en hombres?

La causa es multifactorial, está asociada a conductas y prácticas sexuales, vulnerabilidad mayor a través de la utilización de sustancias psicoactivas. En el caso de varones que solo tienen sexo con mujeres biológicas puede estar relacionado con el número de parejas sexuales y con la ausencia de métodos de prevención, y en el caso de varones que tienen sexo con varones y con ambos sexos, existe además una vulnerabilidad biológica dado que la mucosa rectal tiene características tisulares que hacen mucho más probable la trasmisión efectiva en caso de exposición al VIH. Existen también dinámicas socioculturales que pueden determinar una mayor prevalencia en algunos grupos, de los datos del MSP podemos destacar que un grupo en el que no ha bajado la incidencia es en varones de 15 a 23 años, de ellos según los registros un 30% tienen sexo con otros varones. Este fenómeno es mundial y debe ser tenido en cuenta en las instancias de difusión y prevención dado que se presenta como un grupo vulnerable.

 

Adjuntamos el Boletin Epidemiológico julio 2018 del MSP.