Entrevista con el Prof. Dr. Jorge Torres: “con los años (la recertificación médica) deberá ser obligatoria y universal”.

miércoles 9 de mayo de 2018

El pasado 19 de abril en el Salón de Actos del Anfiteatro Mauricio Gajer del Centro Hospitalario Pereira Rossell se presentó el libro «Reflexiones Médicas: Profesionalismo Médico – Desarrollo Profesional Médico Continuo – Hacia la Recertificación», del Profesor Dr. Jorge Torres y colaboradores.

El Prof. Dr. Jorge Torres nació en Montevideo en 1937. Se graduó como Médico con Medalla por Escolaridad y como Especialista en Medicina Interna y en Endocrinología y Metabolismo en la Facultad de Medicina UDELAR. Culminó su carrera docente como Profesor Director de Clínica Médica, cargo que ocupó por 22 años. Una de las más relevantes contribuciones de su cátedra en el plano asistencial, fue la creación y puesta en funcionamiento del 1er. Servicio de Cuidados Intermedios Médicos del país.

Ha recibido diversas distinciones nacionales e internacionales como por ejemplo la de la Asociación Médica Mundial en 2005 como uno de los 100 médicos distinguidos del mundo en la primera selección realizada por dicha organización.

Con motivo del lanzamiento de su libro, Ser Médico entrevistó al Dr. Torres sobre los puntos más relevantes abordados en el mismo.

¿Cuáles son los temas que deberían preocuparle al médico de hoy?

El médico clínico, el médico que trata enfermos, en quien centraremos nuestras respuestas  no puede permanecer ajeno a los problemas universales, a los vinculados a la salud pública mas allá de los problemas que la asistencia le plantea diariamente De allí nuestra insistencia docente en que la formación cultural debe ser amplia para la  comprensión integral del caso particular.

Dentro de las problemáticas, que  abarca  deberes y derechos del médico, es motivo de nuestra particular preocupación, la percepción de un deterioro en la relación médico –paciente, que afecta los objetivos, principios y cometidos   relacionados con los fundamentos básicos  que mantienen vigente la profesión.

Y en nuestro medio no existe ninguna declaración explícita del cuerpo médico sobre que debemos entender por Profesionalismo Medico.

 

¿Usted en el libro habla de un ideario actualizado, a qué se refiere?

La medicina tiene como fin el bienestar en salud del paciente y la población bajo los principios hipocráticos de beneficencia y no maleficencia,  a los que se agregan hoy día  los de autonomía del paciente y asistencia justa y equitativa  a toda la población, salud igual para todos.

Para cumplir el objetivo en la clínica todo comienza en el encuentro de una persona enferma con un medico dispuesto a brindarle ayuda. Para lograr los fines antedichos es exigible, ineludible que se establezca una relación de mutua confianza. El deterioro en esa relación que se percibe en gran parte de este encuentro en los últimos años,  hace que su reversión se constituya  en uno de los grandes desafíos que enfrenta nuestra profesión.

Han sido invocadas varias causas, pero en definitiva todas afectan esa relación, que repito es el punto de partida de lo que perseguimos. De su análisis surgirá un nuevo ideario que nos ayude a cambiar la realidad actual.

 

Menciona dos grandes cambios en los últimos tiempos, los avances científico – tecnológicos en el campo de la biología y el empoderamiento del derecho a su salud por parte de los pacientes, ¿cómo influyen estos en el médico y cuál es la postura que debería tomarse ante ellos?

Esos cambios que ocurrieron casi simultáneamente partir del  fin de la 2ª guerra mundial y que significan un enorme e innegable progreso histórico, paradojalmente determinaron modificaciones significativas en los médicos y pacientes. Los médicos no escapamos a la fascinación colectiva de lo que trajo como consecuencia el pasaje a una medicina científica –curativa. En la mayoría fue ganado el convencimiento de que el  enfoque científico todo lo soluciona y disminuimos un abordaje integral también humanístico que considera que la repercusión de la enfermedad no solo es biológica, corporal sino también atendiendo a que  vulnera  sus sensibilidades, pensares, creencias, su alma, así como su trabajo, sus relaciones familiares. Es frecuente que nos alejamos de tratar enfermos y  tratemos enfermedades. A su vez los pacientes  también impactados por los avances e inmersos en una sociedad de bienestar y consumo se han tornado irracionalmente exigentes. La desconfianza entre las partes crece. La medicina se judicializa y se vuelve defensiva, menos comprometida

Corresponde  a los diversos organismos médicos consensuar, acordar sobre bases actualizadas de la profesión que permitan una toma de decisiones compartidas , a través de una medicina informativa, deliberativa  y lo más importante personalizada. Se evitara con ello la deshumanización  y la desprofesionalización  médica.

 

El libro aborda tres pilares fundamentales como son el Profesionalismo Médico (PM), Desarrollo Profesional Médico Continuo (DPMC) y 3) Recertificación Médica. ¿Cómo se relacionan entre sí estos conceptos y por qué la necesidad de discutirlos y dedicarles un libro?

Existe una opinión hoy generalizada de que dado los incesantes avances en Medicina es ineludible la formación ininterrumpida del profesional durante el largo curso de su actividad. Esto incidirá sobre la calidad asistencial, principio que se abre paso fuertemente. De allí que las nuevas  declaraciones de `Profesionalismo Medico destacan a la Educación Médica y la Recertificación como compromiso ineludible. A nuestro juicio un compromiso ético .Por otra parte cuenta con la amplia aceptación de los pacientes.

De allí nace la publicación que alude a elementos conceptuales y facticos, con referencia a elementos históricos de interés de lo recorrido en nuestro país encarada desde el ángulo de nuestros deberes, de cara los derechos de los pacientes, sin desvíos corporativos.

 

¿Cómo se da hoy el aprendizaje durante la vida profesional? ¿Es suficiente? ¿Hay mucha heterogeneidad y cómo podría resolverse?

Si bien se ha ido avanzado desde una educación individual a una sistematizada persiste anarquía programática individual y colectiva, falta de universalidad por no obligatoriedad ni claros beneficios y débil evaluación personal.

Ayudaría a resolver  los problemas si atendemos definitivamente a la sustentabilidad académica y económica del Sistema no dejándolo librado a la voluntariedad  honoraria generosa de los médicos. Es un desafío no superado.

 

También se desarrolla el tema de la recertificación, ¿Qué posición tiene al respecto? ¿Cree que hay resistencias en la comunidad médica sobre este punto?

En términos generales existe una generalizada resistencia a todo lo que pueda significar regulación como elemento restrictivo a nuestras libertades. Otro tanto la confusión de la recertificación con un examen cuando lo que se privilegia es el análisis del portafolio de actuación. Finalmente la intranquilidad del que el procedimiento no sea transparente, cristalino.

¿Debería ser universal y obligatoria para todos los médicos?

Creemos que debe comenzar por ser voluntaria para permitir las adaptaciones de evaluadores y evaluados. Con los años deberá ser obligatoria y universal. En dicho momento no dudamos que la sociedad va exigir que así  lo sea. La posesión de un titulo de medico vitalicio será ingenua como muchos ya lo afirman.

¿Cómo la estructuraría?

Dado que la Recertificación exige un proceso educacional universalmente accesible y complejo entre otros factores por el número de implicados, exige una organización interinstitucional con una  Comisión que dirija los grandes lineamientos y Ejecutores de los programas formativos que han sido tradicionalmente las Cátedras, las Sociedades  Científicas y las Instituciones Púbicas y Privadas debidamente acreditadas. Los sindicatos cumplirán un gran papel defendiendo el derecho a la formación y facilitando los tiempos formativos y la búsqueda de sustentabilidad económica del sistema.

Está naturalmente en nosotros caracterizar la profesión a mi juicio no perdiendo su perfil humanista mientras generamos y aprendemos en forma continua la racional y eficiente  aplicación  de los avances científico-tecnologicos. La autonomía formativa y su regulación en la etapa profesional ha sido concedida por la sociedad a los propios médicos. Es nuestra responsabilidad buscar los caminos para el mejor fin. De no ser así nos veremos expuestos a perder los derechos conferidos.