Indicadores de mortalidad infantil llegaron en 2017 a mínimos históricos en Uruguay

Presidencia de la República informó que la mortalidad infantil de nuestro país y bajó de 7,9 por cada 1.000 nacidos vivos en 2016 a 6,6 en 2017, registrándose así su mínimo histórico.

lunes 26 de febrero de 2018

Este lunes 26 de febrero, Presidencia de la República informó que la mortalidad infantil de nuestro país y bajó de 7,9 por cada 1.000 nacidos vivos en 2016 a 6,6 en 2017, registrándose así su mínimo histórico.

El número dado a conocer hoy ratifica la tendencia a la baja de la mortalidad infantil que se viene dando en los últimos años.

El Ministro de Salud Pública, Dr. Jorge Basso dijo en conferencia de prensa que este registro “demuestra el resultado positivo de las políticas sociales y las mejoras del sistema sanitario”.

Los valores bajaron tanto en las muertes neonatales (antes de los 28 días de nacido) como en las posneonatales (entre el mes y el año).

Basso indicó que la baja del indicador neonatal responde “a la planificación, control y seguimiento del embarazo, diagnóstico precoz de patologías, problemas congénitos o vinculados a la prematurez”, en tanto en la baja del indicador posneonatal “es muy importante el impacto de las políticas socioeconómicas”.

Se divulgaron además valores sobre embarazo adolescente, donde también se registra una disminución en la cantidad de los mismos.

En este punto el ministro recordó que “Uruguay tenía guarismos muy altos” y que, gracias a las políticas de salud sexual y reproductiva con métodos anticonceptivos, se logró disminuir.

A raíz de la divulgación de estos datos, Ser Médico conversó con la Dra. Alicia Fernández, Presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP).

Fernández dijo que hay que “congratularse con estos resultados y felicitar a los equipos multidisciplinarios que han trabajado desde hace varios años con las gestantes y con los niños para que esto suceda”.

La Presidenta de la SUP, se refirió además a la importancia no solo del descenso de la mortalidad infantil (antes del primer año de vida) sino también a que, gracias al funcionamiento de los Comités regionales de mortalidad, también se conocen las causas de la misma y por lo tanto se puede trabajar sobre ellas.

Fernández insistió sobre el conocimiento de las causas de muerte de los niños como insumo fundamental del trabajo. En este sentido destacó la necesidad de que se realice un llenado correcto de los certificados de defunción, que no induzcan a errores posteriores en la elaboración de la estadística.

También habló de la necesidad de implementar las necropsias anátomo clínicas de las muertes en niños como un indicador de calidad, para poder conocer la real causa de muerte, ya que en niños, no existe la “muerte natural”.

Para concluir la Presidenta de la SUP señaló que la “línea de trabajo que ha logrado estos indicadores es la correcta y que hay que seguir trabajando, e incluir políticas públicas para otros grupos etarios (niños mayores de un año o muertes por siniestros de tránsito)”.