jueves 29 de agosto de 2024
El problema de miles de personas que se encuentran en situación de calle es un dato que no es nuevo y que interpela a todos quienes aspiramos a convivir en una sociedad más humana y solidaria.
Las visiones unidimensionales no ayudan para explicar por qué estas personas viven en situación de calle, y tampoco ayuda desconocer las consecuencias que generan en la convivencia ciudadana.
El SMU ve con preocupación que se promueva a la internación compulsiva como la principal acción, la prioridad de gobierno o la solución a este problema.
Es claro que los problemas de salud mental y de adicción pueden estar presentes en la población de personas en situación de calle, pero esto no siempre significa necesariamente riesgo de vida ni constituye siempre una emergencia médica.
El énfasis que desde las esferas gubernamentales se le ha dado al traslado compulsivo por razones de salud mental genera una nueva responsabilidad sobre el médico actuante (habitualmente médico general) que es la de tomar una decisión clave que afectará la vida de una persona. La deberá tomar en la calle o dentro del salón de una ambulancia, sin los mínimos datos sobre esa persona a la que asiste ni de su situación familiar y social, y deberá decidir en minutos si debe violar o no su autonomía.
Las médicas y médicos saben distinguir cuando está en riesgo la vida, están preparados para actuar en la emergencia y así lo harán, en la ambulancia o en el lugar que le toque, pero la hospitalización no es una estrategia válida para solucionar el problema de las personas en situación de calle.
El riesgo de saturar las, ya congestionadas, puertas de emergencia es real y el resultado inevitable será que el paciente internado vuelva a la calle a los pocos días.
Las declaraciones recientes emitidas por la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay y la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay, que representan desde lo disciplinar la posición del SMU, advierten sobre la existencia de marcos legales y de acciones no ejecutadas definidas en ordenanzas y en la ley de salud mental.
Por todo lo expuesto, el SMU rechaza la estrategia de la internación compulsiva como principal respuesta al problema de miles de personas en situación de calle y expresa su respaldo a todos los colegas que se vean enfrentados a actuar bajo presión en estas situaciones.