Ensayo sobre el pensamiento del Dr. Carlos María Fosalba en las postrimerías del siglo XX

El compañero

 Recuerdos de Cassinoni, su interno en la sala Ricaldoni(21)

"Me unía a Fosalba una amistad profunda, un compañerismo sin eclipses. Fuí su interno en la Sala Ricaldoni; su nombre y el mío están unidos en los primeros trabajos científicos. Pero por sobre todo fuí, con otros muchos, compañero en una generación que se encontraba día a día, donde hubiera lugar para una lucha idealista: la Facultad, la vieja e inolvidable Asociación, la Federación de Estudiantes, el Sindicato Médico, los talleres de donde surgía la prensa estudiantil que redactábamos en la clandestinidad cuando era necesario. Estábamos juntos en las luchas obreras, discrepando a veces; pero animados todos de la misma pasión por la justicia. Nos conoció la calle en manifestaciones encendidas; compartimos la oratoria vibrante y violenta, que surgía en él, con los innegables atributos de una elocuencia formidable."

Recuerdos de Don Roberto Cotelo (22)

"Los que le conocimos profundamente, los que vivimos en la intimidad y en la afinidad casi perfecta de sus ideas; los que nos identificamos con sus inquietudes y con él compartimos trabajos y aspiraciones, alegrías y sinsabores; los que con él nos unimos en rudas jornadas de lucha en el vasto campo gremialista y compartimos con él, en la calle, en los centros de actividad social, en el periodismo de ideas, las más felices y más febriles horas de ensoñación redentora, en actividades ora públicas, ora clandestinas, como en los aciagos días de la dictadura; los que le acompañamos solidariamente ante los reclamos de ayuda y protección por las persecuciones del fascismo foráneo y trabajamos junto a él en la construcción de sus proyectos visionarios. Los que vivimos hermanados, cuando desde la península Ibérica uno y desde nuestro medio el otro, seguimos activos y ansiosos las alternativas del épico drama del proletariado español. Los que vivimos al unísono, sus vibraciones de alma más intensas y apasionadas y que jubilosamente festejamos sus triunfos o compartimos, tocados en lo vivo de nuestra sensibilidad, sus pesares y sus pasajeros quebrantos, en la vida indivisible de las emociones felices o desgraciadas que jalonaron su camino, como ocurre con todos los hombres de acción; nosotros, repito, somos los más autorizados, los mejor informados, los únicos acaso, que podemos afirmar al evocarlo recortado en el paralelo de la recia figura del maestro salamanquino. ¡Fosalba era todo un hombre!"

Recuerdos de Eugenio Isasi (23)

"Hoy evocamos la límpida, brillante y augusta figura de un auténtico y singular romántico contemporáneo: Carlos María Fosalba.

Los dioses lo habían dotado de un espíritu excelso y él se había forjado una voluntad férrea.

Siempre buscó elevarse para respirar el aire de las más altas cumbres de la idea y beber en las más puras fuentes de justicia y fraternidad.

Pensamiento y amor eran contenidos en un cuerpo frágil y pequeño, como si desearan el mínimun de materia para envolver tan pura espiritualidad.

Pensamiento y acción eran el móvil y la esencia de su intensa vida interior.

En tropel se agolpan en mi mente los recuerdos de su profícua y polifacetada vida que veinte años de amistad me permitieron compartir, gustar y admirar.

Como rutilante luminaria surge el sociólogo desbordante de amor a la humanidad; que sueña con un mundo justo y bueno; que irradia optimismo y edifica esperanzas.

Del mismo modo asoma el hombre; ejemplo de honradez y disciplina; severo consigo mismo y tolerante y piadoso con los demás.

Con el suave perfume del recuerdo viene a mi memoria el Carlos María hogareño: tierno y jovial, buscaba el regazo de su madrecita ciega tratando de prolongar eternamente la dulce infancia."

Y ampliándonos detalles en esa semblanza íntima y tan cercanamente conocida, agrega:

"En las fuentes de la amistad encontraba el estimulante de su vida; se ofrendaba entero a sus amigos y exigía de ellos afecto y cariño sin tasa, ni medida. Muchas, pero muchas anécdotas de este cultor de la amistad embellecerían páginas y más páginas plenas de afecto personal, puro y desinteresado.

Universitario talentoso, brilló con destellos propios, escalando las posiciones más altas hasta culminar con su ingreso al profesorado de la Facultad de Medicina, donde le esperaban los más resonantes triunfos y que la muerte prematura segó en los albores de su producción científica.

El Fosalba escritor fue admirado desde la adolescencia y sus escritos enjundiosos, de estilo y galanura muy propios, llenan miles de páginas de folletos, revistas y periódicos.

Periodista de ideas claras, con pleno dominio del arte y del verbo, imprimió características tan singulares en el periodismo estudiantil y profesional gremial, que sus direcciones marcan épocas extraordinarias de los mismos.

Esteta de delicados sentidos, gustó de las más altas y puras manifestaciones del intelecto y casi podríamos afirmar que en cualquiera de las actividades del arte en que actuare, le imprimiría su sello particularísimo."

Recuerdos de Rogelio Belloso (24)

"Es que Carlos M. Fosalba, señores, en la helénica carrera de antorchas, tomó la de su generación con mano firme, con gesto decidido, con empuje romántico, para hacerla resplandecer con una luz nueva, cuyos destellos imperecederos y simbólicos, deslumbrarán por lustros a las juventudes estudiosas.

Desde 1926 inicia su actuación en la A.E.M., y hasta su muerte no ha habido en nuestro medio universitario un solo problema gremial, social o universal para el que permaneciera indiferente. Cuantas veces estuvo en litigio la obtención o aplicación de un derecho; siempre que se trató de lograr una mejora en el campo intelectual o estudiantil; otras tantas en que la justicia perdía su inmanente, ancestral e imperecedero equilibrio; o bien cuando la ética en derrota creaba claudicantes grietas en la organización de no importa qué resorte de nuestra panorámica vida universitaria, allí estaba Fosalba, decidido en la acción; arrogante en el gesto, convincente en la polémica, definitivo en el juicio; pero ofrendándonos siempre la superior celebración de sus ideas, en un contenido profundamente humano, fraternal y caballeresco, que las hacía particularmente accesibles."

/