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Dos mutualistas, dos alternativas

La salud en tiempos de crisis

Las mutualistas Cima-España y MIDU -como tantas otras- están atravesando una misma crisis, con distinta situación interna y con diferente estrategia para hacerle frente. Ambas, desde sus perfiles particulares, han ocupado espacios dentro de la prensa en los últimos días. Noticias recogió sus historias, sus realidades, sus esperanzas. En fin, las razones de seguir siendo.

por Isabel Fernández

FotoEl sistema de salud está en crisis" coinciden todos los actores, o sea toda la población, porque en esa área el que no presta servicios, los recibe. Pero a la hora de señalar responsabilidades se recurre a los expertos, quienes difícilmente se ponen de acuerdo: que la culpa es de los anestésico-quirúrgicos, dicen los primeros; ¡ah!, si no fuera por la competencia desleal de las emergencias móviles, acotan los segundos; y el Estado ¿qué?, subrayan los terceros. Y posiblemente todos tengan razón, y haya otras causas vinculadas, como, por ejemplo, la desocupación, que junto a los trabajadores que aleja del sistema mutual suma la familia, o el tan mentado desarrollo tecnológico, que ha aumentado los costos de manera superlativa y -muchas veces- los vicios del paciente, que si no le mandan una tomografía computada considera que está mal atendido.

La salud entró a un laberinto de dificultades de donde cada cual intenta salir a su manera.

El caso Cima-España

Los funcionarios de la mutualista Cima-España acampan en la entrada de la institución a la espera de una solución que culmine con el retorno de los 26 despedidos y los 128 que están en el seguro de desempleo.

El doctor Antonio Garaza, quien preside la comisión fiscal de la mutualista, explicó a Noticias que Cima es producto de 28 años de existencia y que, a principios de la década del '90, cuando absorbió a España Mutualista, asumió compromisos con los funcionarios de ésta, "entre ellos, la estabilidad laboral por un período de diez años y mantener los mismos sueldos que eran superiores a los de Cima. La deuda que tenía la España con los médicos fue pagada en cuotas". Como contrapartida a tantas contrariedades, "se creó una gran mutualista que llegó a los 70 mil afiliados".

El hecho de que Cima-España tuviera una dependencia considerable del socio DISSE, la convirtió en blanco vulnerable de las dificultades por las que atraviesa el mutualismo: "Comienza a perder socios y la crisis cada día golpea más a la salud, la infraestructura, tecnología mediante, cada vez se hace más cara. En el año '75, un infarto iba a una sala general, hoy va a un CTI que cuesta 1.000 dólares por día, pero la cuota mutual de aquel año, en dólares, es la misma de hoy".

Según el doctor Garaza, Cima-España tiene una historia que no es ajena a la situación que le toca vivir hoy: "En setiembre de 1998 se presenta un balance con un déficit mensual de 5%. La comisión fiscal de ese momento, que estaba integrada por los doctores Jaime Queirolo, Pablo Matteucci y Jorge Burgos, discrepa y manda a hacer su propia comprobación. El resultado arroja un déficit de alrededor de 17% mensual, lo que implicaba 370 mil dólares de pérdida por mes. A raíz de ese hecho se nombra una auditoría externa que comienza a trabajar en enero del año siguiente y encuentra un sinnúmero de irregularidades que ameritan que el 1º de mayo de 1999 radiquemos una denuncia en un Juzgado Penal de Turno, a cargo del juez Balcaldi".

A partir de esa instancia se generan grandes rispideces y a los dos meses el Consejo Directivo (CD) se siente afectado, decidiendo adelantar las elecciones para julio del '99, "asumiendo la nueva directiva (con los doctores Jaime Queirolo, Pablo Matteucci y Jorge Burgos, como presidente, vice y secretario general respectivamente) en el mes de agosto. Después, en otra asamblea, se hace una elección con voto secreto en la que me eligen como presidente de la comisión fiscal".

El doctor Garaza afirmó que cuando el nuevo CD hizo un análisis de la situación, se encontró con que "era más desastrosa de lo que pensábamos. Hacía un año y medio que no se le pagaba a los laboratorios, manteníamos deudas de 400 mil dólares por ecografías, dos millones y medio de dólares a laboratorios, 150 mil dólares en fibrogastroscopía, todas cifras siderales. Con ese panorama debimos salir a negociar con los proveedores. Para colmo todo el mundo nos embargaba".

Lograron inyectar dinero en la institución gracias a gestiones realizadas en el ámbito de algunos bancos y con algunas personas. A la hora de encarar los sueldos, la negociación fue la siguiente: "Los funcionarios, cien por ciento al día, los funcionarios médicos cobrábamos con cinco meses de atraso, les comunicamos a los jefes de servicio que iban a cobrar la mitad del sueldo pero que deberían cumplir la función total, a los consultantes que no iban a cobrar, pero que en aras de la institución y de la mejor asistencia se debían mantener como tales. Otra modificación fue la de dejar un solo director técnico en lugar de los tres anteriores y pasar al presidente del consejo anterior, doctor Ernesto Valerio, a médico de radio, que era su función. Él se había decretado 300 llamados mensuales (cada uno ronda los 100 pesos) que no los hacía porque como se dedicaba a la presidencia no podía gastar tiempo en los llamados a domicilio, pero los cobraba todos los meses. Cabe consignar que por estatuto de la cooperativa todos los cargos de directores son honorarios".

Para efectivizar esas medidas congelaron deudas y comenzaron a pagar al día. A los pocos meses, como las cuentas no cerraban, "rebajamos el 20% del sueldo a todos los médicos y las urgencias se dejaron de pagar, incluida la anestésico-quirúrgica, que pasó a tener el mismo valor que la coordinada. Se reestructuró el servicio de psiquiatría y se cerró la policlínica del Parque Posadas que había documentado 500 mil dólares de pérdida".

La relación con los funcionarios

Para el doctor Garaza, "los funcionarios médicos dieron todo: cinco sueldos, donaron la deuda, reformamos los estatutos, modificamos la capacidad de tomar cooperativistas e ingresaron 100 nuevos".

En cambio, la relación con los funcionarios no médicos parece ser otra: "Son alrededor de 1.300 funcionarios. Ellos hablan de 1.500, el tema es que hay un pool de suplentes permanentes. En este contexto, seguramente no se va a hacer efectivo el retorno de los 128 que fueron al seguro de desempleo y tampoco de los 26 que hay despedidos".

De acuerdo con lo expresado por el profesional, se les había explicado a los trabajadores que "la cosa no daba para más", que ellos tienen un convenio que cuesta 60 mil dólares mensuales, más que en cualquier otra institución, dentro del cual se incluye, entre otros beneficios, la asistencia gratuita de sus hijos; el 100% de DISSE que se acumula para el salario vacacional, aguinaldo, etcétera; seis días por enfermedad de un familiar, independientemente del grado de parentesco y casi la misma cantidad de días de mudanza al año, el 4 por 1 (lo que significa que la institución tiene que tener 20% más de salario para los funcionarios no técnicos). Por otra parte, "el laudo de Cima está entre 15% y 20% por encima del de la FUS".

El doctor Garaza aseguró que "les expusimos la situación de la institución y las posibles medidas de solución, después de descartar todo lo ofrecido (tickets de alimentación, cobro por franjas, etcétera)", sólo quedaba despidos y seguro de desempleo sin confirmar el retorno. "De hecho, ejecutamos la medida que ellos mismos nos marcaron".

El presidente de la comisión fiscal considera que este ajuste le va a representar un ahorro económico a la institución para salir adelante.

Respecto a los funcionarios despedidos fue claro: "No tienen retorno y los que están en el seguro suponemos que tampoco, pero nos sentaremos en una mesa de negociación; quizá hayamos cometidos equivocaciones, somos humanos. Por ejemplo, pueden decir que tal funcionaria era sumamente importante en tal lugar y no tenía un mal legajo...".

Consultado sobre por qué el día 7 de mayo faltaron al Ministerio de Trabajo, pese a la citación firmada por el ministro Álvaro Alonso, contestó que "desde hace tiempo les dijimos que no negociábamos con medidas de fuerza, que no íbamos a tolerar una carpa delante de la institución, que no importaba si la ponían en el cantero de avenida Italia, pero no en el predio de la mutualista. Además dificulta la entrada a las ambulancias".

Antes de culminar, el doctor Garaza agregó: "Cima-España está trabajando divinamente, acabamos de mandar una nota al control de calidad del MSP y la asistencia, desde el momento que se tomó la medida al día de hoy, ha sido excelente, funcionan todas las policlínicas y servicios sin haber sido resentido ninguno. Por supuesto que esto es una mala imagen y se tienen que dar cuenta, sobre todo por los compañeros que están trabajando, porque si la institución pierde 20 mil socios volveremos a reestructurar. Nosotros, los médicos cooperativistas y todos los funcionarios que están trabajando, estamos dispuestos a seguir creciendo".

El caso MIDU

Desde 1983, el doctor Jaime Tuzman es director técnico de la mutualista MIDU. En ese año una asamblea de socios consideró que la institución era inviable con los 5 mil afiliados que contaba y decidió entregarla al SMU, aunque estuviera intervenido, porque en algún momento iba a volver a ser de todos los médicos. El Sindicato no quiso tomarla, lo que llevó a los socios a buscar soluciones. Se nombró una comisión de emergencia entre los funcionarios, y empezaron a trabajar para salir de esa situación: "Al poco tiempo de comenzar una campaña muy especial, llevada adelante por Germán Araújo, pasamos a tener unos 18 mil socios". Y a los nuevos les ganaba la idea de que en MIDU se atendía distinto: "Hoy mismo, por más problemas que tengamos, los trabajadores lo siguen diciendo". (Ver recuadro)

En aquel momento de auge, compraron terrenos aledaños y construyeron, equiparon las instalaciones y "comenzamos a dar asistencia a la gente que no tenía posibilidades por razones económicas y de las otras. Aquí la solidaridad es tradición de los fundadores, que fueron trabajadores, muchos de ellos perseguidos políticos de Europa. Hoy lo seguimos haciendo con Tacurú y ofreciendo excelentes convenios a los gremios".

Por algún tiempo, inmediatamente anterior y posterior a la salida de la dictadura, los familiares de presos y los exiliados que se afiliaban a MIDU, lo hacían de una manera muy especial. El doctor Tuzman recuerda: "Un sábado me llaman del aeropuerto porque había un señor que estaba con una pierna fracturada y pedían que lo fueran a buscar de MIDU. No era socio pero igualmente concurrió una ambulancia. El hombre era un uruguayo que vivía en España y al tropezar en el aeropuerto de Barajas, se fracturó la zona baja del peroné. Cuando quisieron atenderlo, él se negó, pidió que se lo fijaran y le dieran un analgésico porque 'yo llego a Uruguay y me voy a MIDU'".

La mutualista fue reconocida por distintos organismos: "Me di cuenta que alguien estaba atento a lo que hacíamos cuando llamaron del consulado de Dinamarca, para entregarme un cheque por seis mil dólares en nombre del gobierno danés, dinero que invertimos en mejorar el servicio".

Las donaciones seguían llegando, como una por sesenta mil dólares de la Organización de Naciones Unidas, por la labor de MIDU en el área de la salud. También estuvo presente la de Amnistía Internacional y la de las iglesias evangélicas alemanas, que permitieron financiar la parte nueva. Por otro lado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados "nos llamaba para que diéramos asistencia a los refugiados colombianos, peruanos, etcétera".

La situación actual

El doctor Tuzman considera que MIDU no escapó a la crisis mutual, la que él explica, a grandes rasgos, de la siguiente forma: "La primera razón por la que el mutualismo está mal, es la estructural. Después hay cosas puntuales como el convenio anestésico-quirúrgico. Los colegas hicieron su lucha por el aumento salarial que, la verdad, se lo merecían, pero pasaron a cobrar cifras que no son concebibles en este sistema. En Estados Unidos hay un estudio interesantísimo con relación a este tema: tomando como base tres maneras de asistencia, donde el acto médico se paga diferente en cada una, se demostró que aumenta en la que se paga más. Otro de los inconvenientes es el multiempleo, los médicos no pueden trabajar en varios lugares. Se supone que no se puede atender a más de ocho pacientes por consulta y acá se ven hasta 25. ¿Cómo los van a examinar bien? Bueno, ahí se generan gastos en análisis complementarios. Otro de los temas es el de las emergencias móviles, que carecen de regulación y cobran por la parte más económica de la asistencia, gastando millones en publicidad".

MIDU vende servicios de CTI, radiología, laboratorio y banco de sangre, lo que ayuda a aliviar las deudas. Se ha presentado por licitación pública en el MSP y ha ganado algunas. Pero "nos mandaban muchos pacientes pero no nos pagaban. Ahora nos deben 220 mil dólares. En las deudas que tenemos con organismos oficiales nos cobran intereses, por ejemplo las contraídas con el BPS tienen 20% de recargo y 5% mensual, entonces lo que nosotros pagamos por concepto de recargos y multas es más de lo que nos debe el MSP".

La interna de MIDU

El director técnico de la empresa destaca el contar con un grupo enorme de médicos y funcionarios que trabajó durante mucho tiempo cobrando atrasado y "gracias a ellos no tuvimos que restringir la asistencia".

Pero la deuda generada por la mutualista con el personal dividió las medidas adoptadas. Un grupo de médicos ha hecho demandas salariales embargando cobranzas "y esa actitud es muy dura", apunta el doctor Tuzman, agregando "aunque vamos a entendernos, tienen derecho a hacerlo". Otros, unos cien, aún no han tomado ninguna actitud y "probablemente con el asesoramiento del SMU seguirán los pasos para defender lo que les corresponde sin evitar que MIDU pueda seguir funcionando". Y hay quienes no quieren hacer nada porque "sienten que le deben a la mutualista". Por resolución del directorio, la empresa les reconoció la deuda a estos últimos, "única forma, debido a que no habían iniciado medida alguna, de asegurarse el cobro de lo que se tienen ganado". A la gente nueva que se ha tomado para hacer suplencias se le está pagando.

La posible asociación con el CASMU

Hace pocos días se difundió en la prensa una posible fusión entre MIDU y el CASMU. Al momento de la entrevista al doctor Tuzman, la noticia era muy fresca y el profesional dijo no creer correcto hablar del tema por una cuestión de confianza con quienes están estudiándolo. De todas formas, aceptó brindar a Noticias algunos lineamientos generales: "Un dirigente de AFCASMU y un asesor económico nuestro se reunieron para hacer una propuesta que fuera viable para las dos instituciones. Lo primero que les pregunté fue si se iba a echar gente y me aseguraron que no. Lo segundo era si le servía al CASMU igual que a MIDU, porque yo soy integrante del Sindicato de toda la vida, trabajo en su centro asistencial y lo quiero mucho. La respuesta fue que las dos instituciones ganaban. Nuestros afiliados pasarían a ser socios CASMU con atención MIDU, que seguiría funcionando bajo la dirección técnica del CASMU, con un adjunto de acá".

Para finalizar, el facultativo aseguró que a pesar de la situación adversa por la que está atravesando la institución en el plano económico, cuando hay un cargo vacante son muchos los médicos que se presentan: "Primero porque hay necesidad laboral y segundo porque MIDU tiene un prestigio muy bien ganado: acá no se persigue ni se echa a nadie, ni médicos ni funcionarios, y se trabaja con mucha libertad. Hay que recalcar que a pesar de algunos juicios legales a los cuales tienen derecho como trabajadores, ya sean médicos o no, todos los funcionarios tienen mucha imaginación, paciencia y buen espíritu para tratar de sacar esto adelante".

Información al cierre

A último momento del cierre de esta edición, Noticias recibió una resolución de los médicos de la ex CEMECO. La misma dice textualmente:

Los médicos de ex CEMECO de Montevideo, reunidos en Asamblea el día 23 de mayo en el SMU, resuelven:

  1. Aceptar la propuesta del Círculo Católico de Obreros del Uruguay.
  2. Solicitar al Sindicato Médico del Uruguay que gestione ante las autoridades correspondientes el pasaje del padrón de DISSE de los socios de ex CEMECO únicamente y en relación a su contribución a las instituciones que se han comprometido a dar una solución laboral aprobada por los médicos y funcionarios de ex CEMECO, lo que permitirá la asistencia a sus pacientes y el mantenimiento de las fuentes laborales.
  3. Difundir esta resolución a la población especialmente a nuestros afiliados quienes continuarán así atendidos por sus médicos.

En otro orden de cosas, también se informó que los funcionarios médicos y no médicos de Pando y Barros Blancos aceptaron la propuesta de La Española; y los médicos y funcionarios de Lagomar y Paso Carrasco tomaron idéntica decisión ante la del CASMU.

El punto de vista de los funcionarios de Cima-España

Una carpa para hacerse oír

Raúl Vera, integrante de la Asociación de Funcionarios Cima-España (AFCE), narró su versión de los hechos a Noticias: "Luego de turismo, la empresa anuncia el envío a seguro de desempleo a de un número importante de compañeros. Intentamos hablar con ellos, pero no fue posible porque a la semana recrudecieron la medida".

Al día de hoy, Cima-España cuenta -o descuenta- 30 trabajadores despedidos y 120 con aviso de envío a seguro de paro.

Se desarrolla el conflicto y "buscamos instancias de negociación concurriendo al MTSS en varias oportunidades, de las que una sola vez se presentó la empresa". Esa vez, dos horas antes de la reunión en el ministerio, se había llegado a un acuerdo, "75 trabajadores al seguro de desempleo con retorno garantizado y la posibilidad que el complemento que daba la empresa al pago de DISSE no corriera". Según Vera, la propuesta fue considerada positiva en el ámbito tripartito pero, en la sede ministerial, "la empresa manifestó no sólo la intención de enviar a más de un centenar de trabajadores al seguro y que ni DISSE ni el ticket de alimentación corrieran más. El punto más grave fue la rebaja salarial porcentual, cosa que siempre definimos como fuera de discusión". Por otra parte, el funcionario denunció que la empresa realizó la sugerencia en forma bipartita, ya que en el edificio de la calle Juncal, "se negó a reunirse con nosotros. Ahora dicen que cortaron el diálogo porque instalamos la carpa, pero lo hicimos después de todos los atropellos que cometieron, como nunca escuchar nuestras propuestas, entre otros".

El trabajador enumeró parte de los proyectos que presentaron a la directiva de Cima-España, como voluntad del funcionariado para mantener, mejorar y asegurar los puestos laborales: "Por ejemplo, somos parte de una cooperativa en el barrio 26 de Octubre, que funciona en Millán y Garzón, donde van a vivir 600 familias y propusimos la captación de socios, nosotros nos encargábamos de los trámites. Los cooperativistas vieron la idea como una solución de sus problemas sanitarios. Comunicamos a la empresa que todo lo que pedían para firmar el convenio era la apertura de una policlínica. Recién a la cuarta bipartita nos contestaron que a Cima no le interesaba el tema. Otra de las propuestas fue que cada trabajador tenía que traer un socio, tampoco les sirvió. Otra alternativa fue reestructurar los servicios sector por sector, porque planteamos que Cima compra y lo hace mal. Nos basamos en la reestructura de la sala de máquinas, que la hizo el sindicato. Cima gastaba un disparate en gasoil, nosotros mejoramos el servicio sin remuneración para la gente y con ganancia para Cima, nos dijeron que no".

Por todo esto, el sindicato considera que con voluntad para negociar no se hubiera llegado a esta situación: "En enero les avisamos que en marzo culminaba el convenio, que había que sentarse a discutirlo y resolverlo. Se presentaron a una bipartita en tres meses, a las últimas cuatro faltaron. Obviamente, el convenio cayó".

Al cierre de la entrevista, Vera concluyó informando que tiempo atrás la empresa anunció que iba a despedir 20 jefes, lo que significaba alrededor de 20 mil pesos por cada uno. "Marcamos nuestras discrepancias y ofrecimos conversar fórmulas alternativas. Cuando leemos la lista de los destinados al seguro, vemos que no sólo no han tocado a los jefes sino que hay persecución sindical: los seis representantes de la mesa y los 42 compañeros del plenario de delegados estamos despedidos".

La situación de MIDU desde los funcionarios médicos

Las doctoras Alba Oliva y Esther Texeira integran el cuerpo médico de MIDU. Noticias solicitó la opinión de ambas sobre la situación de los médicos en la mutualista. La entrevista se pospuso unos días porque se negaban a hablar sin el consentimiento de buena parte de sus colegas e intentaron, cuando lo hicieron, reflejar la opinión media.

Luego de confirmar lo que ya había expresado el doctor Tuzman, respecto a la tranquilidad con la que se trabaja y de aclarar que "esa institución es un placer, se trabaja sin ningún tipo de presiones", aunque sí existen porque "al cubrir los cargos con suplentes nuevos, hay médicos que cobran en el mes, mientras se mantienen deudas de mucho tiempo atrás con quienes ayudaron a mantener la mutualista abierta".

Consultadas por el embargo a las cobranzas efectuado por algunos médicos, afirmaron que ningún médico tuvo la intención de embargar. El problema es que había médicos con convenio vigente que, aunque con atraso, se les pagaba algo y "otros que, a pesar de tener el convenio firmado,ni siquiera se les llegó a abonar una cuota. Los documentos siguen determinadas cláusulas y éstas no eran cumplidas. A pesar de los telegramas colacionados y de la voluntad de renegociar el convenio que tuvieron los médicos, la empresa no medió en los pasos previos. Al no obtener respuesta de MIDU, esa medida fue el último camino para poder cobrar".

Noticias preguntó a las facultativas si eso había generado discriminación para con los profesionales que tomaron la medida, contestaron que "de ninguna manera, la gran mayoría de esos profesionales siguen trabajando en MIDU y creyendo, al igual que el resto, que a la institución hay que sacarla adelante. Ninguno de los colegas que se fueron de la mutualista, lo hicieron por sentirse presionados o por despido". [volver]

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