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Recibimos y publicamos

Cuando Fosalba fue mayoría

En abril cierra un nuevo ciclo de la historia del SMU y sus organismos adscritos.
Fue un período distinto pautado por una modificación del espectro
de corrientes de opinión o agrupaciones, si se prefiere

Fosalba sufrió escisiones dentro y fuera, tal vez reflejo de un período de redefiniciones ideológicas, y quedó como la minoría mayor, pero como siempre con la responsabilidad mayor en la conducción. Un sector, radical, se apartó y constituyó Recuperación Sindical. Pobre actuación les cupo, sin aportar ideas ni iniciativas y formalizando alianzas –difíciles de entender– con la derecha, en una cruzada antifosalbista.

Praderi bajó algo su votación, pero se mantuvo, a caballo del apoyo económico y de gente que el oficialismo colorado les brinda.

Castells, corriente crítica, seria y de sólidos aportes, se equivocó haciendo una alianza con Propuesta, o lo que quedó de ella, luego de la crisis de la 99 y la «involución» hacia el Partido Colorado.

Apareció también en escena Siglo XXI, autoproclamada representante de la medicina zonal. Paradojalmente no aportaron ni una iniciativa en beneficio de ese sector, salvo la creación del cargo de Coordinador, «a la medida de sus 4 ó 5 dirigentes».

Probablemente esto fue lo más lamentable del período: grupos menores aparecieron tratando de embaucar al sector más postergado buscando, ¡ojalá me equivoque!, espurios beneficios. Cabe recordar que la exclusión del Dr. Cobas de las listas Fosalba –que alguna vez integró– se debió a ese tema; así como, también, que las mejoras más significativas –aunque magras– de la medicina zonal se lograron en la anterior administración.

En este complejo panorama, con una Fosalba en minoría ante santas (o ateas) alianzas anti-fosalbistas, debía llevarse el gremio y sus organismos hacia adelante.

El costo de la experiencia de una Fosalba en minoría fue alto: aún no ha salido el Fondo de Retiro (y se posterga a los jóvenes); el proyecto AFAP-SMU fue vetado sin razones en una micro asamblea; el tema públicos, salvo el esfuerzo de los psiquiatras con el apoyo del SMU, sigue sin una solución adecuada.

En el CASMU: 13 mil socios menos (500 mil dólares menos por mes), otro mes de atraso en el pago de sueldos, «préstamos» laborales, y el fantasma del hiper sanatorio de la Española (y el archivo del nuestro).

A la postre, son dos los proyectos que definen el futuro del sistema de salud: un proyecto solidario, globalizador, liderado por CASMU o un proyecto con la Española arrasando con el resto.

Hay que tener claras las cosas, visualizar objetivos, tener definidas políticas y estrategias.

Los que se queden en actos menores, como la Comisión Investigadora de CASMU, sesgada y tendenciosa, que no cazó ni una bruja de las que salió a buscar, quedarán por el camino.

Un párrafo más sobre lo anterior, tal vez de pura bronca, luego de año y medio de respetuoso silencio: ni la Junta Directiva ni el Comité Ejecutivo (con Fosalba en minoría) encontraron objeciones administrativas y/o éticas para los integrantes de la anterior Junta Directiva, en los temas investigados. Sólo por eventual compromiso ético, fueron enviados al Consejo Arbitral los miembros de las Comisiones de Medicina Zonal e Interior (Dres. Eguren, Casal, Cobas, etc.) ¡Era hora de decir la verdad!

Pero basta, definimos estos temas como menores. Es hora de pensar hacia adelante y devolver al SMU y sus organismos el sitial que tuvieron cuando Fosalba fue mayoría.

Tú decidirás, compañero.

Dr. Ruben Moreira

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