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por Ana Marta Martínez

Comisión de Asuntos Universitarios

En la búsqueda de sí misma

El Dr. Edmundo Batthyany, miembro responsable de la Comisión de Asuntos Universitarios, fue hasta el hueso: «Hoy podríamos preguntarnos si la Comisión sirve para los fines que fue creada».


En su origen, la Comisión fue el apoyo del orden de egresados

 Apartir de una autocrítica sincera, Batthyany puso sobre la mesa la difícil situación que atraviesa la Comisión. En su origen, la Comisión fue el apoyo del orden de egresados, ya que este actor importante del cogobierno no dispone de un cuerpo de respaldo ni es fácil de convocar.

La falta de tiempo y de una relación fluida con el Comité Ejecutivo fueron algunas de las razones esgrimidas para explicar las circunstancias: «Quizás nos quede un poco grande el nombre de Comisión de Asuntos Universitarios, y sería más apropiada la denominación Comisión de Asuntos de Facultad. E incluso, dentro de los ‘asuntos’ de Facultad, los aspectos puntuales o episódicos. Hoy tenemos más preguntas que respuestas. ¿Qué podemos hacer para brindar un apoyo mejor a los egresados?».

Según Batthyany, la Comisión de Asuntos Universitarios «ha reducido su perfil». Y lo explicó: «Muchas veces por incapacidad propia y también porque se privilegia la actuación individual, el impulso solitario, el esfuerzo aislado, tanto en el seno del Consejo como en el Claustro de la Facultad (y en sus respectivas comisiones) como en el Consejo Directivo Central (y en sus comisiones)».

Han quedado muy atrás en el tiempo las concepciones gremiales que obligaban a quien llevaba y votaba posiciones a elaborarlas en conjunto con sus representados. Y si esto no acontecía «no se tenía posición»; éste era el llamado mandato imperativo.

Después y haciendo hincapié en la responsabilidad individual e intransferible del consejero o claustrista, «se llegó al otro extremo» –opinó Batthyany– y ya no se respaldó la posición individual en la discusión colectiva. «Del pasado queremos rescatar esa confrontación de ideas profunda y amplia», reflexionó.

Girando en el vacío

«Hoy queremos que la opinión se forme en el seno mismo del Sindicato y, fundamentalmente (ésta es una de las cosas que ha fallado), que sea evaluada y discutida por el Comité Ejecutivo. Según el miembro responsable de la Comisión de Asuntos Universitarios, es «imperioso» que la Comisión tenga una vinculación «mucho más estrecha y fluida» con el Comité Ejecutivo.

«No creo que porque los consejeros o claustristas no tengan un mandato imperativo real, el Comité Ejecutivo se pueda desligar totalmente de lo que hace la Comisión. Se supone que las comisiones están para nutrir al Ejecutivo, y sin embargo hemos tenido una vinculación magra y escasa. Uno tiene la impresión de que están agobiados por otros problemas sindicales y no tienen espacio para dedicarle a los asuntos universitarios. A veces parece que las decisiones que toma la Comisión son como un molino de viento que gira en el vacío sin la bomba a tierra», comentó.

Más preguntas que respuestas

En cuanto a las posibles soluciones, Batthyany dijo que con los demás miembros de la Comisión, doctores Felipe Algorta, Carlos Cagno, Aquiles Delfino, Graciela Dighiero, Selva Ruiz, Andrea Simeone, Héctor Puppo y Álvaro Villar, han compartido en forma semanal o quincenal durante dos años reflexiones y posibles salidas a esta situación.

Resulta claro que debe dedicarse tiempo a toda la reformulación y adecuación del Plan de Estudios de Pregrado de Medicina. El trabajo debería ser en conjunto con claustristas de egresados, consejeros y el Comité Ejecutivo. La readecuación del Ciclo Básico y el Departamento de Comunidad está en su momento culminante, entre tanto Centro Médico ya es casi una realidad. La segunda vertiente de trabajo, quizás para una subcomisión, serían los asuntos de la Universidad en estrecha colaboración y conexión con el consejero del Consejo Directivo Central y –por qué no– con la Agrupación Universitaria. La tercera línea sería la de la Escuela de Graduados, donde los egresados tienen sus representantes.

Además deberá existir a través de la Comisión una relación permanente y fluida con su similar de Femi, para mejorar la defensa del egresado.

«Tenemos la necesidad de convocar más gente y en especial jóvenes, para hacer un aporte valioso al demos universitario. Intentaremos trascender la discusión del orden del día del Consejo de la Facultad o de los nombramientos», recalcó.

«A veces nuestras discusiones no coinciden con los tiempos del Decano. Llegamos tarde, no llegamos, o lo hacemos sin muchos aportes. Ésta es una más de las preguntas que hay que contestar: ¿Podremos acompasar los tiempos de las discusiones? ¿O seguiremos teniendo hechitos consumados o hechos consumaditos como hasta ahora?», dijo para finalizar.

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