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Votos por correo

Uno de los capítulos que exigía más control organizativo fue el voto por correspondencia, previsto para electores radicados en forma definitiva o transitoria en el interior.
El asociado recibió previamente un sobre con todas las opciones, un instructivo, un sobre de votación, otro para el envío y una tarjeta de certificación de identidad.
El voto debía llegar por correo certificado a la sede del smu antes de las 21:00 horas del mismo jueves. Los funcionarios debían controlar la certificación otorgada por escribano publico o juez de paz.
Una vez confirmada la regularidad de la encomienda se abría el sobre mayor manila, que guardaba el celeste de votación, que se colocaba dentro de la urna como si fuera de cualquier compareciente.
Del total de votos por correspondencia, sólo uno fue anulado; fue recibido en la sede del smu el viernes 30 de mañana.

 

por Armando Olveira

Vaivenes
de las urnas

Algunos datos objetivos de la evolución electoral, que sin duda llevarán a reflexionar y discutir. El rendimiento comparativo de las agrupaciones tomado desde la recuperación democrática, que acepta tantas interpretaciones como los intereses en juego que hay.

Comparaciones que mueven a la reflexión

Fosalba, menos votos

En un renglón tan importante como el Ejecutivo, la oficialista Fosalba presenta una cierta irregularidad en la captación de clientela electoral, si se tienen en cuenta las cinco elecciones realizadas cada dos años (entre 1989 y 1997).

En 1989 tuvo el segundo mejor desempeño desde la recuperación democrática con 1.818 votos (2.187 en 1985). En 1991 obtuvo 1.252; en 1993, 1.745; y en 1995 bajó a 1.248.

Los 813 votos actuales confirman una baja de 34,53% respecto del acto precedente y de 55,06% en relación con 1989. Más preocupante es aún el resultado si se lo compara con 1985: la preferencia cayó 62,64%.

En la Junta Directiva del casmu la situación es bastante similar. La agrupación oficialista recibió 1.711 votos en 1989, 1.213 en 1991, 1.667 en 1993 y 1.237 en 1995. El mejor rendimiento en este renglón fue también en 1985 (2.221).

Los 800 sufragios actuales señalan una baja de 35,32%, comparados con 1995, y de 53,24% con relación a 1989. Si desempolvamos los comicios de la recuperación democrática comprobamos que la baja fue de 63,98%.

Recuperación se mantiene

Por ser una joven escisión de Fosalba, sólo se podrá comparar el rendimiento del mrs en las dos últimas elecciones. Para el Ejecutivo recibió 712 votos en 1995 y bajó a 672 en el pasado comicio. Fue la agrupación que tuvo menor descenso: 5,61%.

Para la Junta del casmu obtuvo 667 sufragios en su primera intervención y descendió a 642 en la celebración de mayo último. Cayó apenas 3,75%.

Unid sigue ahí

La antigua agrupación Praderi adoptó definitivamente el nombre del lema universitario que responde a sus intereses gremiales y políticos: Universitarios Independientes (Unid). Junto a Fosalba y Castells es uno de los agrupamientos históricos del Sindicato Médico.

Su primera intervención tras la dictadura fue en 1986, cuando consiguió 827 votos para el Ejecutivo y 872 para la Junta Directiva del casmu.

Para el órgano máximo del smu su segunda mejor gestión fue de 1.126 sufragios en 1989 (1.286 en 1988), para luego bajar a 1.030 en 1991, 933 en 1993 y 798 en 1995.

Si tenemos en cuenta los primeros comicios bienales, las 413 voluntades de mayo significan una caída de 63,32% en comparación con 1991 y de 48,24% respecto de 1995.

En el casmu no le fue mejor. Obtuvo 1.082 votos en 1989, 1.004 en 1991, 953 en 1993 y 798 en 1995. Las 402 voluntades se traducen en 62,85% menos que en 1989 y 48,59% menos que en 1995.

Castells apenas

El núcleo nacionalista realizó su mejor gestión electoral en 1985, en medio del fervor provocado por la restauración de las instituciones democráticas y las facilidades que otorgaba la cantidad menor de contendientes: canalizó 1.645 voluntades para el Ejecutivo.

Desde la instauración del régimen bienal ha ido descendiendo en preferencia electoral. Obtuvo 521 votos en 1989, 384 en 1991, 373 en 1993 y 360 en 1995. La caída de los últimos tres comicios fue casi imperceptible. Pero no mantuvo la tendencia al registrar la peor gestión de las siete: 270 votos. Bajó 48,18% con relación al resultado de 1989 y 25% respecto de 1995. Aun así pudo conservar su representante en el órgano máximo, gracias al régimen de cociente decreciente.

Los más conocedores del mecanismo de adjudicación de cargos culpan a esta agrupación por haber sido la causante de que el mrs no alcanzara el tercer delegado en el Ejecutivo.

En 1985 consiguió la mejor gestión para la Junta Directiva del casmu: 1.690 votos.

También fue decreciente su votación en las últimas cinco elecciones: 507 en 1989, 379 en 1991, 358 en 1993 y no registra en 1995. Sus 278 votos mejoraron el desempeño del Ejecutivo pero, paradójicamente, no alcanzaron para otorgarle un representante en el Centro de Asistencia. Su rendimiento cayó 45,17% respecto de 1989 y 22,35% si se compara con 1993.

Propuesta crece

Los dirigentes de esta agrupación exhiben la única evolución positiva, aunque quedó penúltima (sólo superó a Castells). Su primera elección para el Ejecutivo fue en 1987, cuando obtuvo 327 sufragios. Luego recogió 439 en 1988, 643 en 1989, 805 en 1991 (su mejor votación), 688 en 1993, y 256 en 1995 (su peor gestión).

En esta oportunidad recibió 313 votos, que representan 4,28% menos que en 1987, 52,32% menos que en 1989 y un saldo positivo de 22,27% más que en 1995.

Para la Junta Directiva del casmu la evolución fue: 373 en 1987, 451 en 1988, 683 en 1989, 826 en 1991, 685 en 1993, y no registró en 1995. De esta forma, los 311 votos recogidos se traducen en una baja de 16,62% respecto de 1987, un descenso de 54,47% si se compara con 1989 y de 54,6% si se toma 1993.

Siglo xxi expectante

El descenso electoral de Siglo xxi, otro de los lemas recientes, es quizá el más lejano a un fracaso. Debutó en 1995 como representante de los médicos de zona del casmu, y su dirigencia puede argumentar que, ante la caída de otros, lo suyo fue más que honorable. Aunque cayó algo más que Propuesta, no perdió tanto como para provocar alarma en su militancia.

Para el Ejecutivo había reunido 428 voluntades en el comicio anterior. Con toda la expectativa de crecimiento, Siglo xxi mantuvo sin problemas su representante en el cuerpo, gracias a 341 votos que se traducen en una baja de 20,33%.

Algo parecido sucedió con la Junta del casmu, ya que pasó de 455 sufragios en 1995 a 345 en 1997, lo que significa un descenso de 24,18%.

Recambio oportuno

Quienes aseguran que los votos perdidos por Fosalba en esta elección fueron capitalizados por Recambio, es casi seguro que no se equivocan. El más joven de los grupos debutó con 360 votos para el Ejecutivo y 363 para la Junta Directiva del casmu.

Basta sumar recambistas más fosalbistas para comprobar que entre ambos llegan a una cifra muy similar a la que el oficialismo obtuvo en la elección anterior.

aem conforme

En la Asociación de Estudiantes de Medicina hay conformidad con la última gestión, al compararla con 1995. La Asociación estuvo presente en todas las elecciones desde 1985, cuando consiguió 423 voluntades para el Ejecutivo y 440 para la Junta del casmu.

Los 220 sufragios obtenidos en mayo representan una baja de 56,95% respecto de 1989 (su segundo mejor rendimiento, 511 votos) para el cuerpo máximo del smu. En cambio, el saldo es positivo respecto de 1995 (214 votos) con 2,8%.

Para la Junta ocurre algo similar. Los 180 sufragios del último comicio señalan un descenso de 57,2% respecto de 1989 (421) y una suba de 1,12% si se compara con 1995 (178).

Practicantes inamovibles

El lema Practicantes ingresó a la lucha electoral en 1995. Los resultados de mayo fueron valorados positivamente por su dirigencia. En el Ejecutivo pasaron de 96 votos a 110 en 1997 (14,58%), y en la Junta del casmu de 92 voluntades también a 110 (19,57%).

Blanco de todos

El voto en blanco tuvo un rendimiento que según parece no sorprende a los dirigentes del smu y las agrupaciones sectoriales. Se situó en 10% del total de votos emitidos, un índice muy superior al reconocido techo de 6% de anteriores ediciones.

Aunque es difícil hacer una comparación sin detallar votaciones globales, se pueden señalar algunas peculiaridades del comportamiento de esta opción.

Para el Ejecutivo el rendimiento es dispar. Si se comparan los 384 votos de mayo, se confirma un aumento de 18,15% en relación con 1989 (325 votos) y una baja de 43,79% respecto de 1995 (676 votos).

En la Junta del casmu se repite la tendencia. Midiendo los 380 votos de la última elección, tenemos que están por encima de los 308 de 1989 (24,68%) y por debajo de los 864 de 1995 (56,02%).

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