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por Armando Olveira

Asamblea por Colonia de Vacaciones

Sobrecuota rechazada

La Asamblea General Extraordinaria del Sindicato Médico del Uruguay rechazó por 27 votos en 53 (21 afirmativos y cinco abstenciones) una moción de la Comisión Directiva de la Colonia de Vacaciones para cobrar una sobrecuota a casi ocho mil socios destinada a abatir el actual pasivo e iniciar obras de reciclaje en el hotel del balneario Solís.

En la reunión se dieron a conocer tres grandes líneas de pensamiento al respecto. La oficialista, conocida como «Propuesta de la Comisión Directiva para el reciclaje y mantenimiento de la Colonia de Vacaciones»; una que se opone con fuerza a la existencia de este servicio definido como «elitista»; y una tercera (que planteó el Dr. Ruben De María y recogida en la moción aprobada) de rechazo a la sobrecuota pero que abre la posibilidad de una licitación a terceros.

La posición oficial de la Comisión de la Colonia fue expuesta por su presidente, el Dr. Carlos Briozzo: «Sabemos que la Colonia de Vacaciones es propiedad del SMU y, por tanto, es un bien común de todo el gremio. Nosotros estamos circunstancialmente conformando una Comisión que trata de administrar esa propiedad. Este bien, como ya es conocido, ha tenido un proceso de deterioro que nos ha ocasionado importantes problemas económicos que hemos intentado financiar. Hemos tratado de salir adelante, aunque por distintos motivos no logramos todo el éxito que hubiéramos deseado».

Recordó que se han «buscado muchas salidas para recuperar la Colonia; hemos hablado con los miembros del actual Ejecutivo hasta que en una sesión fuimos recibidos por el cuerpo en pleno. En esa oportunidad, se produjo un intercambio de ideas sobre el tema en forma muy abierta, llegándose a la conclusión de que, cualquiera que sea el destino final de la Colonia de Vacaciones, lo que está claro y no admite postergación es que hay que recuperarla desde el punto de vista edilicio».

«Esto ha llevado a que hiciéramos varios planteos en el seno de la Comisión, a conversar con distintos sectores –laboratorios, bancos, grupos universitarios– y, por último, se manejó la propuesta de que se haga un aporte por parte de los socios, que tendría el carácter de inversión. Para fijar el monto de ese aporte se establecerían franjas», afirmó.

«La propuesta que se somete a la Asamblea es establecer lo que podríamos llamar una sobrecuota... Con base en estos aportes por franja, la moción de la Comisión es que se autorice la instrumentación de una reinversión por un plazo no mayor de tres años para reestructurar el pasivo y reciclar el edificio», agregó.

«El cálculo se hizo tomando en cuenta que existen 2.537 estudiantes y médicos con menos de cinco años de recibidos, 2.928 entre cinco y 15 años de graduados, 2.721 con más de 15 años, 114 jubilados y 303 honorarios. Ello determina que se podrán recaudar 22.245 dólares mensuales... Serían suficientes, de acuerdo con el proyecto y los presupuestos que tenemos, sobre todo para la recuperación de los 78 baños, lo que permitiría mejorar por completo las habitaciones», opinó Briozzo.

«No a la Colonia para una elite»

Una opinión sumamente discordante fue la del Dr. Luis Grieco: «Venimos pensando desde hace mucho tiempo si el gremio no tendría que plantearse el tema de la Colonia. Tal como funciona hoy es para el usufructo de una elite, de un grupúsculo de médicos. Tenemos información de que los socios usuarios no son más de 6%... Y ahora se está pidiendo una sobrecuota, incluso a estudiantes y médicos jóvenes, esos mismos que pasan penurias económicas... En esa situación, estamos pensando en subvencionar las vacaciones de un grupo de médicos ricos y, precisamente, con el apoyo de quienes muchas veces deben solicitar licencia gremial por causas de orden económico».

Grieco sostuvo que «se habló de obtener una recaudación extra de U$S 22 mil, a lo que se debe agregar lo que ya se aporta, otros U$S 15 mil. Se está haciendo muy onerosa».

Por otra parte, recordó que «la Colonia tuvo su origen en la década de los sesenta y tal vez se justificaba porque la situación era otra. La composición del gremio médico ha cambiado en algo más de treinta años».

Grieco leyó un informe de la Comisión elaborado al principio del ejercicio: «Si tomamos el presupuesto de un mes –junio de 1997– se ve que los ingresos son de U$S 17 mil y los egresos de U$S 22 mil, o sea que el déficit mensual es de U$S 5 mil.

En ese mismo documento se reconoce una deuda de U$S 36.800 con el Fondo de Solidaridad Social, por tres cuotas de U$S 8.500 y otras tres de U$S 3.100. Hay un error, porque según mis cálculos serían U$S 34.800. No se pagaron los U$S 10 mil de la deuda atrasada con el SMU, al resolver el Ejecutivo que no se cancelaba el total de la obligación con esa entrega, sino que la Colonia debía seguir pagando un saldo de U$S 17 mil. Hubo algunas negociaciones entre la Tesorería y la Comisión en procura de una salida que podía ser un canje por hospedaje, lo cual se asignaría como premio para los concursos de artes plásticas que se hacen anualmente. Pero la deuda está pendiente».

El Dr. Grieco afirmó que «también se establece que el SMU pidió una reserva de U$S 8.500 para los gastos de la elección de mayo, que no fueron pagados. Se mantiene la deuda con el Banco Comercial de U$S 40 mil; se renovó el valor de mayo y no se amortizó nada desde su firma... Si sumamos todos estos puntos nos encontramos con un total de U$S 102.300, que se agregan al presupuesto para reciclar el edificio. Creo que es tiempo de que el gremio se replantee si sigue manteniendo un organismo deficitario –que privilegia a unos pocos– y que se busquen soluciones para contemplar los intereses sociales, recreativos, culturales y vacacionales de todos».

No a la venta

La posición de Grieco mereció una inmediata e irónica respuesta del Dr. Valentín Cuesta: «Me siento tremendamente reconfortado porque acabo de enterarme, primero, que soy rico, y no sólo eso sino que hace 35 años que soy rico... En cuanto a lo de elite y grupúsculo es una carta barata que no voy a contestar... Creo sí que hay que reciclar, lograr que sean más los que puedan usar la Colonia y buscar las comodidades necesarias».

A la que se sumó el bachiller Jorge Ferrer, integrante de la Comisión Directiva de la Colonia: «Somos un gremio de ocho mil o nueve mil socios, si quisiéramos que todos fueran, sería imposible. La Colonia tiene menos de doscientas camas... Si quisiéramos venderla –que es una de las hipótesis–, también tenemos que devolverle el dinero al Fondo de Solidaridad Social, y además habría que invertir, porque en estas condiciones sería malvenderla. La sobrecuota que se plantea aquí no imposibilita que se discuta el futuro de la Colonia».

Proponen sistema similar al del Hotel Argentino

Una de las más comentadas de la noche, aunque no obtuvo los votos de la Asamblea, fue la moción presentada por el Dr. Ruben De María, quien sostuvo con énfasis: «Tengo una propuesta para la Colonia de Vacaciones, pero antes quiero plantear algunas premisas. Quiero mantener la Colonia de Vacaciones como propiedad del SMU. Expreso mi deseo de que esta asamblea aporte soluciones para su mantenimiento eficaz, con los beneficios para los cuales fue adquirida... Es muy difícil lograr buenos resultados cuando una persona que no conoce el métier se introduce en una tarea para la que no es ducho. En otras palabras: para administrar un hotel, como para ejercer la medicina, vale aquello de zapatero a tus zapatos. Pienso que es un trabajo muy difícil para los médicos que por vocación quieren administrar la Colonia de Vacaciones y residen en Montevideo... Para administrar un hotel hay que vivir allí. Lo sé por experiencia propia».

De María citó el ejemplo del Hotel Argentino de Piriápolis y lo comparó con la situación actual de la Colonia de Vacaciones: «Estuvo cerrado durante varios años porque presentaba el mismo problema que la Colonia. Al final se recurrió a una solución inteligente, que fue abrir una licitación con determinadas condiciones; tenía que haber un retorno de dinero para el Estado, por ser el propietario. Eso se hizo, y ustedes ven con qué éxito funciona, abierto todo el año, a muy buenos precios e incluso con descuentos para los médicos socios del SMU y todos los afiliados a la Caja Profesional. Este dato no muchos colegas lo tienen y es importante».

Desde su punto de vista, «la Colonia podría sufrir un cambio de administración a través de una licitación en la que se especifique claramente que los médicos socios del SMU deben tener los beneficios que se estipulen en el contrato, dejando librados a la empresa no sólo el cobro de tarifas menores para médicos, sino también la posibilidad de contratar el alojamiento para otras personas... Podemos estipular en el contrato que el hotel debe ser reparado en la forma que deseamos y que, durante determinado tiempo, habrá que pagar a la Colonia de Vacaciones el alquiler que se considere adecuado. Es algo que merece un estudio económico profundo».

También señaló su discrepancia con el sistema de administración actual: «Desconfío –y no porque exista mala intención– del sistema de descuentos administrado por una comisión elegida políticamente. Esa comisión no vive en el hotel, no está dentro de la cocina, no revisa el tacho de la basura para ver cuántos jamones se tiran. Distinto sería si allí hubiera un empresario. Voy a la Colonia hace 23 años, y sigo yendo. Pero la he visto decaer en muchos sentidos: materialmente y en cuanto a los servicios. Esto hace que por más solidaridad que se tenga, falte la motivación y, cuando llegan las vacaciones, la gente prefiera ir a otro lado, porque a pesar de las dos piscinas maravillosas, hay otras cosas que nada tienen que ver con el servicio de hotelería que hay en otros sitios».

Reforzó su línea argumental al señalar: «Además, si hacemos un contrato con otra empresa hotelera que se encargue de esto, se habilita la posibilidad de asistir no sólo a la Colonia sino a otros hoteles que pueda tener esa empresa en distintos lugares del país. ¿Por qué tenemos que ir siempre a la Colonia de Vacaciones? Habría que tratar de que esta empresa pueda, a través de las conexiones que se tienen normalmente en otros países, llenar el hotel en forma permanente, al menos en la temporada. Yo, que tuve un hotel, les puedo decir lo siguiente: es muy importante asegurar el mes de enero –con hotel lleno, se pagan los gastos de todo el año– y el resto, diciembre y marzo –rogando que haya buen tiempo– es todo ganancia», concluyó.

Luego de algunas idas y venidas, el Dr. Tito Pais le propuso a De María que plasmara su idea en un informe que debe ser estudiado por la Comisión de Colonia: «Dado que la propuesta tendría consecuencias importantes, ya que en definitiva sería una concesión –cuestión que hasta ahora no se ha planeado y ya sabemos cómo le fue al Intendente de Montevideo– yo le plantearía al Dr. De María que siga el camino normal. Mientras tanto, votemos hoy lo que se nos plantea en el orden del día... Hoy la Comisión nos pregunta si estamos dispuestos a pagar equis pesos para que la Colonia pueda seguir funcionando. Digamos sí o no», afirmó Pais.

Por último, la idea de De María fue recogida en uno de los puntos de la moción aprobada por la asamblea, por lo que deberá ser estudiada oficialmente por la Comisión. n

Moción aprobada

Una segunda iniciativa fue presentada por Gerardo Eguren, Silvya Durán, Carlos Montejo y Noé Cougett:
«1. No aumentar la cuota gremial para subvencionar la Colonia de Vacaciones.
2. Buscar mecanismos de autofinanciación (como el que fue planteado para las publicaciones del SMU).
3. Sugerir a la Comisión Directiva de la Colonia de Vacaciones un estudio de viabilidad de la propuesta del Dr. Ruben De María».
Se registraron 34 votos afirmativos y seis negativos.

Moción rechazada

La propuesta presentada por la Comisión a la Asamblea General reunida el 13 de octubre decía: «Autorizar la instrumentación de una reinversión en la Colonia por un plazo no extensible de tres años para reestructurar el pasivo, reciclar e invertir en la Colonia de Vacaciones». La moción fue acompañada por un proyecto de incremento de cuota de los socios del SMU discriminado así: un dólar (o su equivalente en moneda nacional), para estudiantes y médicos con menos de cinco años de egresados; tres dólares, para médicos entre cinco y 15 años de egresados; y cuatro dólares para médicos de más de 15 años de egresados. No cotizarían según esta propuesta los médicos y estudiantes jubilados y tampoco los socios honorarios. Registró 21 votos afirmativos, 27 negativos y cinco abstenciones

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