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Comisión de Preparación para la Jubilación

¿Qué piensan
los médicos acerca de jubilarse?

En el marco de una sociedad como la uruguaya, en la que se incrementa a ritmo sostenido la esperanza de vida y con una alta
y tendencialmente creciente proporción de adultos mayores, el tema jubilatorio adquiere cada vez más relevancia social.

Pero más allá de los indicadores macroestructurales está la dimensión individual, en que el impacto jubilatorio tiene lugar. Es decir, lo que le pasa a uno cuando se jubila, o cuando piensa en jubilarse. En particular, qué les pasa a los médicos cuando «llega la hora», con todas las significaciones que esta expresión tiene, puesto que en la profesión médica existen reglamentaciones de edad de cese profesional obligatorio en muchas de las instituciones de ejercicio médico y de mayor concentración de profesionales (Facultad de Medicina, caSMU, msp, etcétera).1

El SMU crea en 1994 una Comisión de Preparación para la Jubilación de los médicos,2 atendiendo la necesidad por parte de sus afiliados, y con el claro objetivo de originar un espacio potenciador de una mejor calidad de vida en la etapa jubilatoria. Entonces se partía de la hipótesis de que los profesionales de la medicina tenían alta resistencia a la jubilación. Se han cumplido tres instancias del Programa (1994-1995 y 1997), y el SMU ha publicado un libro, Preparación para la jubilación, en 1996.

Se daban varias explicaciones como causales de la resistencia a la jubilación por parte de los médicos:

1. Esta resistencia estaría determinada por características específicas del ejercicio profesional. Por ejemplo la actividad médica es altamente absorbedora en varios sentidos: por un lado demanda mucho tiempo, tanto porque el médico trabaja muchas horas como porque no necesariamente tiene horario, y siempre está disponible. Es absorbente porque demanda un ritmo de actualización, de estudio permanente y que resta tiempo para otras actividades. El médico, por tanto, es durante toda la vida activa absorbido por su profesión y se dedica prácticamente en exclusividad a ella. A la edad de jubilarse, su espectro de actividades, de intereses, se han centrado en la medicina. Es difícil, por consiguiente, perder lo que ha sido central en tantos años y la resistencia a jubilarse es una consecuencia natural de este proceso.

2. El mito de «morir con las botas puestas». La actividad médica se concibe como una alta significación vocacional. El médico se resiste a alejarse de la práctica profesional puesto que ésta le da sentido a su vida.

3. La pérdida de los ingresos asociada a la jubilación. Los médicos no quieren jubilarse porque temen perder a partir de su retiro disponibilidad económica, status, y calidad de vida, porque lo que reciben como ingreso jubilatorio no llega a los montos de lo que perciben en la vida activa.

Dentro de ese contexto, la Comisión del PPJ realizó en 1994, previo diseño del Programa, una investigación acerca de la percepción que tienen los médicos sobre la jubilación. Esa investigación tuvo una primera etapa cualitativa, en la que se realizaron entrevistas a médicos en actividad y a médicos ya jubilados. En el conjunto de lo médicos activos se recogió y procesó información sobre qué piensan de su jubilación, qué miedos tienen, qué disposición tienen a jubilarse y por qué. En el caso de los médicos ya jubilados se indagó acerca de cómo viven su jubilación, qué extrañan de la actividad profesional, qué dificultades enfrentaron o enfrentan, qué ventajas encuentran al estar jubilados.

Las entrevistas arrojaron un material de enorme riqueza, y no puede ser tratado en profundidad en este artículo. No obstante, quisiéramos compartir con ustedes algunos aspectos, que tienen que ver fundamentalmente con las diferencias encontradas entre el conjunto de los médicos ya jubilados y los que están en actividad.

Lo económico: la diferenciaentre los activos y los jubilados

Los médicos activos, en la entrevista sobre el tema jubilatorio, aluden en primer lugar al factor económico. Sitúan la principal resistencia en la pérdida de ingresos atribuible a la jubilación y a las actitudes y consecuencias negativas sobre la decisión de jubilarse a que ello conduce. El tema económico es el objetivable con mayor facilidad y los argumentos que se esgrimen son de carácter básicamente racional. Luego de la objetivización del tema en su faceta económica, es que van apareciendo otras dimensiones más difíciles de objetivar. Lo sorprendente es que para los médicos ya jubilados lo económico no aparece como relevante o significativo. En general los médicos ya jubilados declaran no tener inconvenientes con relación a los ingresos que reciben. Esto tiene que ver con varias razones: en primer lugar es absolutamente excepcional que un médico cobre solamente una jubilación, por lo general todos reciben ingresos jubilatorios de dos o tres cajas, lo cual asciende a un monto considerable. Por otra parte un médico al jubilarse aporta a la Caja Profesional, en la décima categoría, lo que supone una erogación importante. En el momento de jubilarse, no sólo recibe ingresos sino que ya no aporta, lo cual en muchos casos significa un alivio. Por otro lado la jubilación se produce en general en un momento del ciclo de vida en que los hijos ya se han independizado, y las responsabilidades económicas del hogar disminuyen. Asimismo, los médicos jubilados expresan que sus gastos disminuyen en esta etapa: «El médico jubilado gasta menos, no necesita tanta nafta, tanta ropa, etcétera».

Por tanto, una de las diferencias más importantes que surge en las entrevistas entre los activos y los pasivos es la trascendencia que se le da a lo económico en los dos conjuntos de médicos. Una vez que los médicos se jubilaron, parecen percibir que lo que antes creían era lo más importante en relación con la jubilación –lo económico– no sólo no es grave, sino que ni siquiera es fundamental. Lo que realmente es central en el tema jubilatorio es cómo lo viven, y por tanto se alude a aspectos mucho más profundos, que entre los activos sólo son mencionados en segundo orden. Éstos tienen una doble cara, se llenan de contenidos positivos o negativos, dependiendo de cómo cada uno asuma la etapa que viene después de la jubilación: el tiempo libre puede ser disfrutado, puede ser gratificante tenerlo porque hay múltiples intereses en actividades, o puede ser vivido como un vacío que no se sabe con qué llenar una vez que no se ejerce profesionalmente. Otro ejemplo, la reconstitución de un nuevo papel social puede ser un desafío estimulante y deseado o por el contrario un duelo eterno por la pérdida del rol de médico en ejercicio.

En futuras páginas iremos desarrollando cada uno de estos aspectos que surgen como significativos en las entrevistas realizadas: la pérdida de un rol social, el miedo a la inutilidad, el no saber qué hacer con el tiempo libre, la desvinculación (pacientes, colegas, enfermeras, funcionarios, etcétera) las referencias físico-espaciales del trabajo, la familia, el hogar, las gratificaciones, la vejez, la muerte...

La preparación de la jubilación:un espacio interactivo

El espacio de la planificación de la jubilación debería pensarse además desde una perspectiva básicamente interactiva. La Comisión de PPJ tiene especial interés en recibir comentarios sobre experiencias, sugerencias, vivencias, necesidades de médicos ya jubilados o que piensan en jubilarse. El vínculo puede empezar a generarse:

veronica@fcssoc.edu.uy

aaf@adinet.com.uy

fax 409 16 03

400 79 46

Comisión PPJ

1 En el SMU se aprobó recientemente una reglamentación acerca de la obligatoriedad de la jubilación de los médicos del caSMU a los 68 años, sin derecho a prórrogas. Esta resolución es extensiva tanto a médicos centralizados como descentralizados.

2 Sus delegados gremiales son la Dra. Elsa Deambrosi y el Dr. Andrés Flores Colombino (miembros responsables). Los demás integrantes representan distintas disciplinas: psicología, Daniel Corlazzoli, Daniel Garat; trabajo social, Lila Bezrukov, Rebeca Stolovich; y sociología, Verónica Filardo.

Se entiende que el tema de abordaje es necesariamente multimensional.

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