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por Armando Olveira

Desde enero tienen un salario de 650 dólares

Residentes dieron el «sí» a Salud Pública

Una asamblea de residentes de Salud Pública realizada en noviembre otorgó a la comisión negociadora de salarios del sector la potestad de aceptar la propuesta oficial de 650 dólares, equivalentes al salario promedio de los técnicos del CASMU.
La moción aprobada por unanimidad sostuvo la necesidad de acordar una cláusula garantía que transforme todas las mejoras conseguidas en salario real, a partir de la próxima Rendición de Cuentas.

Aunque los asambleístas reiteraron la justicia del reclamo de un sueldo de 1.100 dólares por ocho horas de trabajo, se entendió que «no era el momento político y social para empantanar» una negociación que precisaba una salida urgente. La reunión de residentes del msp de todas las especialidades aceptó por unanimidad, en noviembre, la contrapropuesta oficial de 650 dólares.

La aceptación oficial fue entregada en el encuentro que los negociadores tuvieron el jueves 18 de diciembre.

El Dr. Alejandro Cuesta, miembro de la Comisión del Médico Joven del SMU, explicó que «esa asamblea fue realizada a partir de un llamado de la Comisión del Médico Joven del SMU, cuando ya parecía inminente la necesidad de aceptar, o no, la mejora presentada por el Ministerio».

Recordó que «esa misma Comisión fue la encargada de llevar una propuesta por escrito al grupo negociador de salarios de Salud Pública. No se pidieron 1.100 dólares por capricho, sino que se entendió que era imprescindible darle cierta tranquilidad económica a médicos jóvenes en plena etapa de formación».

La asamblea fijó el 15 de diciembre como plazo para formalizar el entendimiento. «Es imprescindible que el incremento funcione a partir de enero», dijo Cuesta.

La contrapropuesta del msp fue la equiparación del salario de los residentes con los fijados por el CASMU.

«Todos estamos de acuerdo con que los 650 dólares no son óptimos, pero también hay que analizar el momento económico y político del país, las dificultades que enfrentan todas las organizaciones gremiales y que se ha notado en la delegación oficial una indudable voluntad negociadora», agregó.

Aun aceptando este concepto como válido, la asamblea de residentes mandató que «se intentara la obtención de un incremento adicional de 200 dólares, para llevar el salario a 850 dólares... sin que esto significara una condición excluyente que trabara el diálogo y una rápida resolución del problema».

Los asambleístas aprobaron también una propuesta de cláusula garantía para que en la próxima Rendición de Cuentas se transformen en salario real todas las mejoras de ingresos conquistadas. A lo que se agrega la posibilidad de que los residentes no estuvieran sujetos a un contrato de exclusividad con el Ministerio de Salud Pública.

Según Cuesta «la negociación enfrentó las dificultades lógicas de un momento complejo. Se tardó casi un año en alcanzar este acuerdo, y en ello influyó la política de negociaciones salariales parciales del Ministerio. A esto se suma que los últimos incrementos obtenidos se resolvieron con base en recursos extrapre-supuestales que no significan aumento de salario. Por ello es necesaria la implantación de una cláusula garantía».

Cuando la asamblea de residentes se enfrentó a la disyuntiva de aceptar los 650 dólares ya conseguidos o insistir con el reclamo original, se evaluó el momento político y social del país y la urgencia que tiene el sector de conseguir un aumento. «El acuerdo no podía dejar de firmarse antes del 31 de diciembre, para que se hiciera efectivo a partir de enero. Si seguía pasando el tiempo la resolución se postergaría una vez más», interpretó Cuesta.

El principal argumento de quienes no estaban de acuerdo con aceptar fue una comparación con los sueldos de residentes de la región. «En la Argentina, Brasil y Chile los ingresos van de 1.000 a 1.200 dólares por una jornada de trabajo de nueve a 17 horas. En Paraguay el promedio es de 400 dólares y en Bolivia de 500», informaron.

Para quienes se debía aceptar la contra-propuesta «el problema es el riesgo de quedar empantanados en un conflicto para conseguir algo justo, pero que se podrá ir logrando con el avance del diálogo».

«No es óptimo pero inicia un proceso de mejoras»

El Dr. José Artigas, miembro responsable de la Comisión Subsector Público del SMU e integrante del grupo que negoció el aumento para los residentes, afirmó que «si bien no se consiguieron los 1.100 dólares solicitados, se ha logrado una cifra a mitad de camino (650 dólares) y el compromiso de estudiar un nuevo incremento en el corto plazo».

«Nunca quedamos plenamente conformes cuando no se consigue todo lo que se busca, pero debemos señalar que se abrió una interesante posibilidad de diálogo con el Ministerio», afirmó.

«Este aumento no es óptimo, pero mejora situaciones muy graves en el caso de los residentes médicos que cobraban 2.112 pesos por ocho horas de trabajo diario, durante seis días a la semana (a un promedio de 11 pesos por hora). Creo que se ha abierto un camino, pero no podemos descansarnos, es imprescindible nuestro compromiso gremial para alcanzar aún mejores niveles de ingreso», subrayó.

«Para que la etapa de residencia médica cumpla con los objetivos que se plantea la formación profesional es imprescindible seguir mejorando las condiciones de trabajo», agregó.

Artigas señaló que «algo similar ocurre con los médicos jóvenes que desean radicarse en el interior, quienes deben conformarse con bajos salarios de Salud Pública, a veces sin siquiera tener la posibilidad del multiempleo».

Reiteró además las urgencias que enfrenta el sector: «El salario de los trabajadores del msp es uno de los factores que más contribuye al multiempleo, impidiendo al médico tener acceso a la formación y perfeccionamiento técnico y humano, y generando además frustración por la falta de tiempo para brindar lo mejor de sus esfuerzos y conocimientos a quienes más lo necesitan».

Para concluir, citó la última declaración del Encuentro Nacional de médicos del sector: «Los médicos del msp no estamos dispuestos a financiar ningún ahorro que el Estado planee hacer en el sector, y menos aún si ello va en detrimento de la calidad de formación profesional, como en el caso de los residentes, de la calidad asistencial o de la posibilidad de acceso a los servicios de salud, por parte de la población más carenciada». n

Comisión del Médico Joven

Dr. Leonel Briozzo (Miembro Responsable)

Dr. Juan Gambetta

Dra. Irene García Maggi

Dr. Manuel Gorín

Dr. Diego Tobal

Dr. Alejandro Cuesta

Br. Alejandra Levy

Br. Ana Inés Ruiz

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