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Con el Dr. Anders Milton, presidente del Consejo

«El nivel del debate ha sido muy bueno»

El Dr. Anders Milton (Suecia) es el presidente actual del Consejo de la Asociación Médica Mundial. Proviene de Upsala, hermosa ciudad nórdica, cercana a Estocolmo. Allí estableció vínculos solidarios con exiliados uruguayos en los años de la dictadura en nuestro país y su voz se manifestó, junto a la de muchas personalidades europeas, en contra del régimen de facto. Por eso tiene un doble cariño: hacia Uruguay y hacia el SMU.

por Fernando Beramendi

¿Cuáles son los puntos principales de la reunión?

El más importante es el debate sobre ética. Hemos hablado mucho sobre la Declaración de Helsinki, que fue redactada en 1964. El mundo ha cambiado, la técnica, la ciencia. Esto indica que merece una revisión y estamos en ese proceso. Pero no es sencillo, porque hay diferentes puntos de vista sobre la posibilidad de modificarla o no. Hemos discutido y seguiremos discutiendo sobre ese aspecto en los grupos de trabajo y en la próxima reunión de Ottawa.

¿Cuáles serían los puntos en debate, luego de la propuesta de reforma de la Asociación Médica de los Estados Unidos?

La Asociación Médica de los Estados Unidos trabajó esa propuesta a pedido nuestro para hacer una revisión. Para ello consideró los últimos avances y cambios de la medicina en el mundo. Luego hizo esta propuesta. Nosotros la enviamos a las distintas asociaciones médicas y muchas de ellas plantearon que los cambios que aparecen en el documento de la Asociación norteamericana son demasiado grandes, no sólo en su extensión sino por el carácter de las modificaciones, porque muchas de ellas afectan las leyes de cada país. Esto se explica porque la Declaración de Helsinki ha servido como base para distintas legislaciones nacionales, y de transformarse la Declaración en algunos puntos podría acarrear dificultades a ese nivel. En Alemania incluso la ley cita explícitamente la Declaración de 1964. Se resolvió conservar la Declaración de Helsinki y realizar enmiendas a algunos de sus artículos. Estamos estudiando el alcance de esas enmiendas. Otro de los puntos importantes fue el de los derechos de los pacientes, específicamente los derechos del niño. Nosotros hemos analizado que los niños tienen especiales necesidades, porque son menores legalmente competentes y deben ser considerados en muchas decisiones que se toman sobre su salud y en sus habilidades propias para participar. Por esa razón es que entendemos que en los casos en que sean mentalmente competentes deben ser informados acerca de su realidad como pacientes en la medida en que puedan ser ayudados con esa información cuando el médico así lo entienda y sin obligación expresa de dar participación a los padres en ese espacio. Esto es muy importante y polémico. Por ejemplo en el caso de las menores embarazadas, muchas veces se toman decisiones que expresan la voluntad de los padres y no de la hija. En ese sentido, el médico al estar ante una persona competente mentalmente debe preservar ese espacio de respeto a la voluntad del paciente y a su capacidad de comprensión y de decisión. De igual manera ellos deben sentirse con libertad de preguntar lo que entiendan o expresar sus deseos en múltiples aspectos. Los jóvenes tienen que recibir la información sobre métodos preservativos y todo lo que a actividad sexual se refiere sin necesidad de que el médico tenga la obligación de consultar a los padres para ello.

Uno de los puntos más polémicos a nivel público y sobre el cual la AMM viene debatiendo es el de la clonación.

Nuestra posición es que la clonación, desde todo punto de vista, no debe ser permitida en seres humanos. Nosotros decidimos que los médicos no deben ocuparse ni embarcarse en la clonación de seres humanos porque lesiona derechos humanos básicos. El hecho de que exista una técnica no necesariamente indica que se la deba utilizar. Como el hecho de que haya similitudes con las técnicas de fecundación in vitro no habilita a que se la use en el sentido de la clonación. Hay que entender el profundo sentido ético que en nuestra profesión tiene la expresión hay cosas que nosotros podemos hacer pero que no debemos. Ese es el espíritu de la Declaración de Helsinki, y es una tradición de la medicina trabajar hacia el bien, el respeto al ser humano, la participación consciente del ser humano en los procesos de salud. Esta es la esencia del Juramento Hipocrático.

¿Es optimista en relación con los resultados de la reunión?

Sí, creo que ha sido una muy buena reunión. En primer lugar por el nivel de las discusiones y en segundo lugar porque hemos sido muy bien recibidos por nuestros anfitriones.

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