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Armas de fuego en el hogar

Alarmante aumento de suicidios y accidentes entre niños y jóvenes

Un incremento de suicidios con armas de fuego en los jóvenes de entre 16 y 25 años se viene registrando en Uruguay desde comienzos de la década de los noventa. Asimismo los accidentes de niños en el hogar por el manejo de armas de fuego también aumentaron sensiblemente en los últimos años. Se calcula que en 30% de los hogares uruguayos existe un arma, que muchas veces se encuentra cargada y sin seguro al alcance de los niños. >

por Diego Fischer

Estos datos que ubican a Uruguay proporcionalmente en la misma situación que Estados Unidos, fueron revelados y analizados para Noticias por el doctor Guido Berro. Berro, que es médico legista, Profesor Agregado de Medicina Legal y forense del Poder Judicial, se mostró partidario de realizar una tarea educativa y preventiva, a través de los pediatras, sobre el riesgo que implica tener un arma de fuego en el hogar.

¿Por qué cree usted que Uruguay y Estados Unidos se encuentran a la par proporcionalmente en cuanto al número de suicidios, homicidios y accidentes por el porte de armas de fuego?

Sin dudas debe haber múltiples factores. Pero hay uno que nos preocupa especialmente y es el fácil acceso a las armas de fuego que existe en Uruguay. En Estados Unidos la sociedad es muy liberal en lo que se refiere a proteger la libertad de todos sus ciudadanos y al libre acceso a las armas de fuego. Algo similar podría decirse que sucede en Uruguay. Aunque las cifras no son tan claramente conocidas en nuestro país como en Estados Unidos.

En su experiencia como médico legista ¿cuándo comenzó a notar este incremento en los suicidios y accidentes con armas de fuego?

Cuando comenzamos con la tarea de médico forense, hace veinte años, nos llamaba un poco la atención y nos alarmaba la cantidad de víctimas jóvenes fallecidas por armas de fuego. No obstante el incremento mayor lo notamos en los últimos diez años. En 1991 presentamos en unas Jornadas de Criminología cifras bastante alarmantes, donde pasaba a primer lugar como método suicida el arma de fuego en los jóvenes entre 16 y 25 años. Antes lo habitual era que las víctimas por suicidio fueran hombres adultos de entre 50 y 60 años. Asimismo en aquella época, cada nueve homicidios con arma de fuego, uno de los autores era un menor y a su vez las víctimas en muchas ocasiones eran también menores. Este fenómeno se ha visto incrementado sustancialmente en los últimos seis años.

Usted se refiere a una franja etaria que oscila entre los 16 y los 25 años Es un fenómeno sin antecedentes en el país y realmente preocupante.

Sí, las edades van de los 16 a los 25 años, y en segundo lugar se ubica la franja inmediata de los 25 a los 35 años.

¿Qué predomina más en estas edades, las muertes por suicidio o por accidentes con armas de fuego?

De forma alarmante el suicidio venía descendiendo de edad. Hay que tener en cuenta que también muchas veces se esconde o se invoca un accidente, cuando en realidad estamos ante un suicidio. En algunos casos se señalaba que la muerte del joven se había producido porque estaba jugando con el arma de fuego, incluso se mencionaba el juego de la ruleta rusa. Hay también una especie de negación por parte de los padres o los responsables de los menores de que se está ante un suicidio, cuando este se produce. Si bien en estos momentos no tengo presente las cifras exactas, sí puedo afirmar que el suicidio ha ido en aumento entre los adolescentes y los jóvenes. También han aumentado en esas edades los accidentes con armas de fuego, que, como dije antes, muchas veces enmascaran un suicidio o una conducta suicida.

Cifras difundidas recientemente indican que Uruguay encabeza las estadísticas en número de suicidios en América Latina y que se encuentra a la par de países como Suecia. ¿Según su experiencia como médico forense, usted puede corroborar estos datos?

Siendo Uruguay un país periférico o subdesarrollado, en estas cifras nos parecemos más a los países desarrollados, en los que predominan las muertes por suicidio.

¿En qué estratos sociales se dan con mayor frecuencia los suicidios?

No lo podría establecer, pero mi impresión es que los suicidios se dan en todos los estratos sociales. El uso de armas de fuego no prevalece claramente en ninguna clase social. Quizás las agresiones o la violencia predominen en estratos socioeconómicos más bajos. Estudios realizados en Estados Unidos, más concretamente en la ciudad de Boston, indican que los suicidios y los accidentes con armas de fuego son más frecuentes en los estratos sociales más bajos o entre ciudadanos de raza negra.

Usted mencionó que muchas veces los suicidios se presentan como accidentes enmascarados. ¿Cuáles son las razones?

Se calcula que actualmente en 30% de los hogares uruguayos hay armas de fuego. Lo que más llama la atención es que el acceso a esas armas ha sido fácil para los menores de edad. Esto demuestra que no sólo los niños saben que hay armas en la casa, sino que conocen dónde están escondidas. Suponemos también que esas armas están cargadas y sin seguros. A la luz de estas cifras ¿qué prevención se podría instrumentar?

Nosotros recomendaríamos que los pediatras eduquen a los padres sobre el peligro que implica tener un arma de fuego en el hogar. En lo posible deben sacarse las armas del hogar. Sé que esta postura es discutida por gente que pregona estar armada para defenderse de las agresiones exteriores, de la delincuencia. Pero no tenemos dudas que donde hay armas hay mayores posibilidades de heridos y de que se produzcan muertes Y si hay niños hay que tener especial cuidado. Recomendaríamos también que si efectivamente se van a tener armas en el hogar, que las coloquen descargadas y en lugares seguros y no accesibles para los niños. Nunca a la vista. También es importante disminuir considerablemente la exposición de los niños a aquellos programas de televisión donde se alienta el uso de armas. Además hay que estar alerta ante los comportamientos agresivos de los niños. Mucho se ha discutido también sobre si conviene o no elaborar leyes que limiten la adquisición de armas. Esto tiene sus pros y sus contras, pues quien está fuera de la ley consigue las armas igual. Con todo, la educación preventiva en la niñez y antes de la adolescencia es un paso fundamental.

De cada siete a nueve homicidios cometidos por adultos con armas de fuego, uno es perpetrado por un menor.

Casi 30% de los jóvenes afirman tener acceso a armas de fuego.

En Uruguay existe un porcentaje creciente de padres que estimulan a sus hijos a usar armas de fuego.

Montevideo es la ciudad del país donde se registra el mayor número de homicidios y suicidios con armas de fuego protagonizados por adolescentes.

Los jóvenes de entre 16 y 25 años son los que más utilizan las armas de fuego para suicidarse.

 

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