ADVERTENCIA: El recurso que está visitando fue creado hace mucho tiempo y no ha sido revisado recientemente. Se mantiene como acervo de la Institución pero tenga en cuenta que puede contener información no relevante o desactualizada.

Frederick Giuria, representante del SMU en la comisión que redactó proyecto de colegiación profesional

«Será una herramienta idónea contra las patentes de corso» 

El Dr. Frederick Giuria es uno de los representantes del Sindicato Médico del Uruguay en la comisión de redacción del proyecto de colegiación profesional que próximamente ingresará al Parlamento.

por Armando Olveira

Giuria recordó que «solamente tres países de Europa y América mantienen el triste privilegio de no tener colegios: Colombia, Paraguay y, lamentablemente, Uruguay. Se trata de un problema jurídico y de política nacional. Un tema que debe preocupar al Estado y que llevará algún tiempo de discusión, técnica y política». «Lo fundamental es terminar con esa verdadera patente de corso que tiene todo profesional que se recibe sin una normativa que legisle su actividad y regular el intercambio de profesionales universitarios en una región como el Mercosur, dentro de la cual Argentina y Brasil llevan una clara ventaja sobre los socios menores».

¿Por qué un proyecto de colegiación profesional, Dr. Giuria?

Es un tema muy importante y con varias puntas. A punto de cambiar de milenio vemos cómo todas las naciones civilizadas del mundo defienden la ética del ejercicio profesional mediante la colegiación. Solamente tres países de Europa y América mantienen el triste privilegio de no tener colegios: Colombia, Paraguay y, lamentablemente, Uruguay.

No es solamente un problema jurídico, sino de política nacional. Es un tema que debiera preocupar al Estado y que llevará algún tiempo de discusión, técnica y política.

Existe la necesidad de terminar con esa verdadera patente de corso que tiene todo profesional que se recibe sin una normativa que legisle su actividad y para que el consumidor tenga todas las garantías de excelencia del servicio que contrata.

Desde el punto de vista del ejercicio, tiene como finalidad realizar un control real de los profesionales universitarios, a través de la matriculación obligatoria. Es útil para verificar que quien pretende ser matriculado no está afectado por factores que hagan incompatible tal ejercicio. Permite realizar el control ético en función de principios y normas estatuidos en un código y en caso de infracciones a los deberes éticos, aplicar sanciones disciplinarias previa garantía de defensa legal.

La colegiación regula la actividad de los profesionales universitarios en una sociedad cada vez más compleja y en una región como el Mercosur, que se ha transformado en algo más que cuatro países vecinos; en un verdadero continente.

¿El hecho de que Brasil y la Argentina tengan colegiación profesional desde hace más de veinte años significa una ventaja frente a los socios menores?

Es abismal la asimetría derivada de que la Argentina y Brasil posean un estructurado régimen de colegiación y regulación legal de las profesiones universitarias. De esta forma, Uruguay y Paraguay quedan en desventaja frente a sus vecinos mayores ya que verán facilitada su penetración bajo el régimen de libre intercambio del Mercosur.

Lo fundamental es armonizar legislaciones de los cuatro países para que las oportunidades sean idénticas. De lo contrario pueden ocurrir cosas tan absurdas como que brasileños y argentinos puedan ejercer libremente en nuestro territorio, pero que los uruguayos tengan prohibido el ejercicio en esos países.

Es tan grande la perspectiva de un gran caos administrativo, por el ejercicio profesional sin control de universitarios, o, lo que es peor, pseudo universitarios provenientes de países vecinos, que la propia realidad nos obligará a adoptar medidas de protección.

Vamos a hacer un poco de historia. ¿Cómo se desarrolla el proceso que desemboca en esta iniciativa?

Es muy largo. El primer proyecto de colegiación profesional data de 1941, cuando Irureta Goyena intenta normatizar el ejercicio de la abogacía. El segundo es de 1943, encabezado por el Dr. Praderi, al que siguen otros seis intentos frustrados, siempre con el impulso de médicos, y siempre después de una convención del SMU.

Recuerdo algo que decía Fosalba para respaldar la colegiación médica; lo esencial es normatizar las reglas éticas democráticamente, repetía.

¿Por qué no se ha aprobado hasta la fecha un proyecto de colegiación profesional? ¿Cuál es la traba?

Puedo decir que hay muchos profesionales (y no por cierto médicos) que dominan el ámbito parlamentario y que no quieren perder la patente de corso. Los grandes responsables de que no haya colegiación profesional en nuestro país son los legisladores.

¿No se corre el riesgo de que también ahora ocurra lo mismo?

Creo que la situación general es diferente. Ahora estamos en medio de los riesgos del Mercosur y como tal se ha ido tomando conciencia. Es cierto que todavía hay elementos políticos que se oponen, pero cada vez son menos. Creo que se ha ido abandonando la posición doctrinaria anticolegiación de hace años, por otra más reflexiva y abierta.

¿Quienes se oponen a la iniciativa señalan que todo Colegio trae consigo cierto elitismo y hasta segregacionismo?

Son acusaciones sin fundamentos. El proyecto presentado es ampliamente democrático y atiende una nueva realidad regional. Creo que se otorgan todas las garantías que necesita un individuo que se recibe en una facultad correcta, con una trayectoria académica adecuada y que actúa dentro de los carriles deontológicos. El problema será sí, para aquellos que pretendan seguir usufructuando de una patente de corso.

Hasta la fecha, la más fuerte crítica al proyecto se sustenta en una supuesta inconstitucionalidad... bueno, es hasta pueril, sin seriedad. Cualquiera que tenga la Constitución en la mano se da cuenta de que la colegiación no colide con ninguno de los artículos.

La exigencia de un título profesional, en el fondo es una limitación para la libertad de trabajo. En el caso de los médicos, por ejemplo, si hubiera una desregulación total, un curandero podría ejercer de la misma forma que alguien que pasó años en una facultad.

No, un curandero no es lo mismo que un médico. Para ejercer la medicina hay que recibir una habilitación del Ministerio de Salud Pública. Lo que las agrupaciones universitarias decimos es que esa habilitación debiera ser extendida por un colegio profesional.

Pero, paradójicamente, un fuerte bolsón de resistencia a la colegiación se encuentra entre los estudiantes y profesionales jóvenes...

Más que oposición, lo que hay es un poco de indiferencia. Como dijo en algún momento el presidente de la Academia Nacional de Medicina, Dr. Milton Mazza, estamos viviendo un insólito posmodernismo cuya gran ideología es el individualismo. Justamente, el fortalecimiento de cuerpos de control como los colegios profesionales colaboran en la búsqueda de ideales éticos colectivos.

Es cierto que los médicos más jóvenes parecen ajenos a esta iniciativa, pero diría que hoy es un problema de todas las profesiones. La propia feuu no ha demostrado interés en esta iniciativa. Diría más, ha presentado todo tipo de reparos.

Quizá, para los más jóvenes parece no haber una necesidad de defender su profesión. Pero es un problema, porque serán ellos los más perjudicados por el caos. Nosotros, los más veteranos, ya hicimos nuestra vida.

De repente, lo mejor hubiera sido lavarnos las manos y decir: que se arreglen. Pero no va con nuestra idea de ética.

En esta oportunidad se logró cierta base de apoyo de varias instituciones universitarias...

La iniciativa cuenta con la aprobación unánime de una asamblea de delegados de la Agrupación Universitaria, en total 18 profesiones. Lo que no es poco. Se suman gremios como el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y la Federación Médica del Interior (Femi) e instituciones tan venerables como la Academia Nacional de Medicina.

En la redacción participaron figuras de la talla de los académicos Sanjinés y Mazza, de los doctores Ríos y Mogni por la Femi, de Barret Díaz por el SMU, del presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay, Enrique Ber-langeri; de un jurista como el Dr. Canabal y de un hombre de la nota del arquitecto Canel.

¿Confía, entonces, en que esta iniciativa será definitivamente aprobada?

La aprobación del proyecto conlleva un complejo proceso legal, político y filosófico, que compromete a universitarios, políticos, medios de comunicación, el Estado y la propia población en general. Creemos que los poderes públicos estudiarán el tema y aprobarán dentro de un plazo razonable un régimen de colegiación legal, cosa que no se ha hecho ante ninguna de las iniciativas anteriores.

Sanguinetti en foro sobre colegiación

El Presidente Julio María Sanguinetti será invitado a un panel sobre «La colegiación legal de los profesionales universitarios en la perspectiva del Mercosur», que se realizará el próximo 26 de noviembre. El encuentro es organizado por la comisión intersectorial que redactara el proyecto de colegiación que próximamente ingresará al Parlamento. El representante del SMU en el equipo redactor, Dr. Frederick Giuria, informó que participarán representantes del Ministerio de Educación y Cultura, Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Parlamento, Poder Judicial, Universidad de la República, Academia Nacional de Medicina, Organización Panamericana de la Salud, Agrupación Universitaria y gremios profesionales de todo el país.

/