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La dignidad médica a 15 años de la muerte de Vladimir Roslik

«Todavía quedan jueces en Berlín»


El Dr. Vladimir Roslik será recordado por el Sindicato Médico del Uruguay y la Federación Médica del Interior, con motivo del decimoquinto aniversario de su emblemática muerte por torturas en el Regimiento Nº 9 de Fray Bentos.
Una comisión especial organiza el acto del próximo 16 de abril que también servirá para reconocer la tarea de la Comisión Nacional de Ética Médica.


por Armando Olveira

 

Para el responsable del Cuerpo, Dr. Roberto Avellanal, «la historia del esclarecimiento de su muerte es una crónica de héroes y villanos, de abyecciones y dignidad... pero sobre todo hizo asomar la dignidad de un gremio, personificada en aquellos que a costa de su seguridad personal e incluso de su propia vida, hicieron surgir la verdad encapsulada por la infamia». Como para volver a decir: «Todavía quedan jueces en Berlín».

Hay médicos jóvenes que apenas han oído hablar sobre el caso Roslik. ¿Lo consideran un argumento válido para este homenaje del Sindicato Médico y la Federación Médica del Interior?

Sin dudas que sí. Se cumple este año el decimoquinto aniversario de la muerte del Dr. Vladimir Roslik, la última víctima médica de la dictadura. Fue un crimen tan injusto como insólito, ejecutado en las postrimerías del proceso militar, cuando ya se pensaba que se abría camino la distensión. Los uruguayos deben saber quién fue el Dr. Roslik, su vida, su trayectoria y su sufrimiento. Por ello, ambos gremios se unen en este homenaje.

Vladimir fue un hombre bueno, solidario. Trabajaba en San Javier, una comunidad rural del departamento de Río Negro. La brutalidad de los hechos provocó una gran repercusión en 1984, tanto a nivel nacional como internacional. El hecho conmovió a la sociedad uruguaya y la opinión pública continental.

Las dos gremiales aprovecharán la conmemoración para reafirmar la preocupación por la ética profesional. Con tal motivo, también se homenajeará a aquellos valientes compañeros que defendieron los derechos humanos en situaciones de extrema dificultad y presiones dictatoriales... Recordaremos también a los doctores Carlos Alvariza y Manuel Liberoff, asesinados por la dictadura... y a aquellos colegas que, aun a riesgo de sus propias vidas, no fueron cómplices de violaciones a los derechos humanos. También nos permitirá reflexionar sobre la falta de ética de los cómplices de dictaduras que intentaron ocultar el asesinato, ya sea por convencimiento como por presiones de los ejecutores del crimen.

Paralelamente, se recordará la actuación de la Comisión Nacional de Ética Médica creada por la 7ª Convención Médica Nacional de 1984. Un organismo que mucho hizo por el esclarecimiento de casos de difícil resolución.

¿Cuál es el valor de esa Comisión?

 

Por primera vez en la historia, el gremio médico denunciaba públicamente a quienes violaron los derechos humanos durante la dictadura y la desgraciada participación de titulados de la Facultad de Medicina (me niego a llamarlos colegas) tanto en torturas directas como en asistencia «técnica» a torturadores (aunque el término es aberrante, en la práctica fue así). No hay que olvidar, además, que la comisión comenzó a obrar en plena dictadura, en medio de presiones, amenazas y persecuciones.

También se homenajeará al Colegio de Abogados, por su participación en el ordenamiento jurídico de las investigaciones. El Sindicato se siente muy ligado a esa institución, por su apoyo en la defensa de la ética médica.

¿Se puede decir que los objetivos de este merecido homenaje trascienden al propio hecho y se vinculan con necesidades éticas del gremio médico?

Para la organización se creó una comisión de Femi y SMU que tiene intenciones de trascender la coordinación del acto. Pensamos en la unidad del gremio a nivel nacional, en una profunda y continua reflexión sobre ética profesional en todos sus aspectos, en defender un proyecto de colegiación universitaria, en señalar las actuales condiciones del trabajo médico y en aportar nuestro punto de vista en favor de una justa organización sanitaria del país.

¿Hacia la 8ª Convención Médica Nacional?

Es una secreta ilusión de las dos instituciones. Materializar esa idea depende de la participación de la gente en estas primeras iniciativas. Sin dudas, sería ideal que este trabajo se transforme en el embrión de la 8ª Convención. No obstante, es una idea a mediano o largo plazo.

Pero la preocupación no solamente tiene que ver con temas de derechos humanos. La cuestión ética involucra aspectos del quehacer médico, al ejercicio de la profesión y nuestro papel dentro del sistema nacional de salud.

¿Es posible hoy, una Convención similar a la de aquella salida democrática?

Es imposible repetir algo que tuvo lugar en otro momento del país. Hace años, cuando discutíamos la ley de caducidad, decíamos en un editorial: «Todo, a nivel nacional y universitario, transcurre en medio del desánimo de la gente. Comprendemos ese desánimo, porque a veces nos gana a todos. Después de tanto sufrimiento, después de tanta esperanza, nos encontramos empantanados». Creo que ese diagnóstico sigue teniendo validez.

Seguimos convencidos que no se puede construir una sociedad equilibrada sobre el silencio y el encubrimiento de quienes cometieron los peores delitos. Han pasado algunos años de esas pesimistas reflexiones. Hoy, una nueva dinámica moviliza al gremio... A partir de sumar a los jóvenes, seguramente tendremos la 8ª Convención que tanto anhelamos.

¿La reflexión ética como base de la profesión?

La tarea médica debe realizarse con la más alta calificación y dedicación ética. Tenemos una gran responsabilidad frente a la sociedad, con obligaciones que si bien no son privativas del médico, hacen a la esencia de la tarea. Resaltar a figuras como Roslik, Liberoff y Alvariza no hace más que presentar a los más jóvenes un ideal ético que a veces parece diluido en este fin de siglo.

¿Merecen sanción solamente aquellos médicos que participaron directamente en torturas o apremios físicos y psicológicos?

Creo que deben ser sancionados todos los cómplices de violaciones de los derechos humanos. Lo más aberrante es la intervención en torturas, pero también es cuestionable la actitud de aquellos que, por ejemplo, atendían a presos encapuchados, torturados, y callaban.

¿Qué reflexión le merece lo actuado por el Consejo Arbitral del SMU en el caso Cizin?

Nos demuestra que el gremio debe mantener firme su preocupación por temas de ética profesional. Que se refloten episodios que parecían cerrados implica un concepto sustancial: las violaciones contra derechos humanos no prescriben para la ética médica.

No puede haber prescripción para delitos contra el hombre, en particular si son cometidos por profesionales de la medicina, educados para preservar y cuidar la vida. Tarde o temprano, a quienes cometieron delitos aberrantes les llega la justicia. Seremos nosotros o nuestros hijos. Las violaciones de los derechos humanos nunca quedan indefinidamente impunes.

Palacio Legislativo un digno marco
El salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo será el digno marco del acto recordatorio del Dr. Vladimir Roslik, a quince años de su muerte, el 16 de abril próximo. Luego de una reunión del titular del Poder Legislativo, licenciado Hugo Fernández Faingold, con los presidentes del SMU y Femi, doctores Juan Carlos Macedo e Ítalo Mogni.

El homenaje es organizado por una Comisión Especial por el 15º aniversario del asesinato del Dr. Vladimir Roslik y reconocimiento de la Comisión Nacional de Ética Médica, que comenzó a funcionar el 17 de febrero en la sede del Sindicato Médico del Uruguay. El Cuerpo está integrado por Roberto Avellanal (miembro responsable), Omar Etorena (responsable alterno), Lucas Acosta, Olga Alonso, José Artigas, Pablo Carlevaro, José Pedro Cirillo, Mario de Pena, Graciela Dighiero, Silvya Durán, Carlos Gómez Haedo, María del Luján Jauregui, Raúl Lombardi, Juan Carlos Macedo, Muzio Marella, Ítalo Mogni, Selva Ruiz, Eduardo Navarrete, Raúl Praderi, María Rosa Remedio, Victoriano Rodríguez de Vecchi, Ernesto San Julián, Yamandú Sica Blanco, Eduardo Yannicelli, José María Carissi, Tabaré Caputi, Jorge Dubra, Daniel Gil, Ángel Ginés, Jorge Lorenzo, Gregorio Martirena, Eduardo Migliaro, Cristina Cavagnaro, José Luis Iraola, Ernesto Ormaechea, Laura Pereda, Maren Ulriksen, Marcelo Viñar. La secretaría está a cargo de Marina Silvera.

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