Dr. Francisco Gómez Gotuzzo (1923 - 2006)
La semana pasada falleció en la ciudad de Artigas el Dr. Francisco Alberto Gómez Gotuzzo, nacido en esa capital departamental el 14 de julio de 1923. Conocido por su apodo de "Franco". Su padre, también médico, Juan de Dios Gómez Gil, se había graduado en la Universidad de Sevilla, donde cursó Medicina entre 1900 y 1907, siendo oriundo de Andalucía, de la provincia de Cádiz, en Arcos de la Frontera. En 1909 viene a América con 27 años y funda una familia en aquel rincón del norte uruguayo.
Franco tuvo otro hermano mayor, Juan de Dios Gómez Gotuzzo ("Juanacho"), que fue médico internista, tisiólogo, de larga actuación en Montevideo (Clínica Semiológica del Prof. Pablo Purriel, Hospital Fermín Ferreira, Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay como Médico de Urgencia), y con la esposa de Juana Wasserstein (ginecotocóloga) fundaron un moderno sanatorio en la capital de Artigas, en 1959. Ellos transformaron la medicina y la cirugía de aquella región del país y fueron referentes de varias generaciones. Juanacho y Juana fallecieron trágicamente en un accidente carretero, en el invierno de 1988, regresando a Artigas, frente a la entrada de Curtina, unos 50 kilómetros al sur de la capital de Tacuarembó.
Franco narró su vida, que es en cierto modo reflejo de la historia de la medicina de su comarca y de su época, en un libro titulado "Médico se es toda la vida", una publicación bajo forma de reportaje realizado por Paola Díaz, en 1999, presentado en la sede de la Federación Médica del Interior y ampliamente difundido. Dicho libro contó con un prólogo del Prof. Em. Dr. Fernando Mañé Garzón, que sintetiza la transformación que estos hombres y mujeres con una formación académica sólida y con un amor a su comarca ejemplares, hicieron para actualizar y llevar a un nivel de excelencia la atención de la salud de su departamento.
Francisco Gómez Gotuzzo se había formado en Clínica Quirúrgica junto al Prof. Eduardo C. Palma, realizando también su formación como neurocirujano junto al mismo académico y a la vez en el Instituto de Neurología "Dr. Américo Ricaldoni", con el Prof. Román Arana Iñiguez, entre otras actuaciones de una rica preparación para la que sería su larga vida profesional de producir cambios en un lugar que conocía sólo la actuación médica individual, antes de que ellos llegaran.
Fundaron el Sindicato Médico de Artigas, y dedicaron su esfuerzo a vertebrar la actividad de sus colegas, en un haz común, tanto en la actividad pública, jerarquizando los servicios asistenciales del Hospital departamental de Artigas, como lo que sería más tarde la Institución de Asistencia Médica Colectiva de los colegas artiguenses, la Gremial Médica de Artigas (GREMEDA).
La tarea quirúrgica y humana de Franco fue muy rica y permitió grandes progresos a todo el norte uruguayo, practicando una cirugía de avanzada, introduciendo técnicas novedosas en el país, y realizando intervenciones de neurocirugía que tuvieron lugar por primera vez en el país en forma sistemática y coordinada.
Sus últimos años, ya mermada su salud, los pasó en su ciudad natal, rodeado del cariño y el reconocimiento de su pueblo.
Su vida, como la de sus familiares médicos, fue un ejercicio vocacional dedicado al servicio de sus semejantes, con la alegría espiritual de saber que había contribuido a cambiar drásticamente las condiciones de salud de sus conciudadanos, y mostrando que aún en los lugares más alejados de nuestro pequeño país, cuando se tiene voluntad, firmeza y decisión, además de los conocimientos y energías necesarios, se pueden lograr transformaciones y dar servicios de la mejor calidad. Murió pobre, luego de una vida de ejercicio profesional con la mayor dignidad, rodeado del cariño de su pueblo y de sus colegas artiguenses. Fue un referente ético y de compromiso con el hospital público. Un verdadero modelo espiritual, que sintetizó ciencia y conciencia al servicio de un profesionalismo del más alto nivel.
En el año 2003, en el marco del 83º Aniversario del SMU, el Comité Ejecutivo le confiere la Distinción Sindical al mérito científico, docente y en el ejercicio profesional
A sus colegas de Artigas y a sus muchos amigos en todo el interior del país, a sus familiares y amigos, la solidaridad y la congoja por la partida de este mundo de hombre tan valioso, que tanto contribuyó a darle un vuelco formidable a la historia de la medicina del interior del Uruguay. El reconocimiento a su obra es también un compromiso para las nuevas generaciones, de continuar el camino que él señaló.
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